Capítulo 64

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Subo a la planta de arriba, ya que abajo no hay ni rastro de Dylan y espero encontrarlo en esta.

- Hola, Adri.- Ma saluda Marck apareciendo por el pasillo y me sorprende verlo aquí.

- Hola.- Le saludo con una sonrisa.- Por casualidad, ¿has visto a Dylan?- Le pregunto pero él niega.

- No, pero tengo que enseñarte algo.- Me dice y yo frunzo el ceño.

- ¿Tiene que ser ahora? Es que le estoy buscando para contarle algo importante.- Le explico.

- Sí, pero tardaré solo un segundo, lo prometo.- Me dice acercándose a mí, pero manteniendo las distancias.

- Está bien...- Accedo a que me enseñe eso tan importante que no puede esperar.

Él comienza a andar por el largo pasillo hasta que llega a una puerta la cual abre y me deja ver un pequeño despacho.

- Pasa.- Me indica educadamente y yo le hago caso.- Siéntate.- Me indica cerrando la puerta y yo comienzo a ponerme nerviosa, pero le hago caso y me siento.

- ¿Qué hago aquí Marck?- Le pregunto cuando él se sienta en la silla presidente del escritorio quedando separados por la mesa.

- Te voy a enseñar una cosa.- Me vuelve a decir y yo asiento impaciente por ver lo que es.- Es para que veas el tipo de persona que es en realidad Dylan.- Me explica sacando unos documentos de un cajón y poniéndolos en la mesa delante mía. Yo frunzo el ceño y cojo los papeles sin saber muy bien que son.

Contrato con Dylan Brown.

- ¿Qué es esto?- Le pregunto sin entender nada y mirándole a él al borde de la histeria.

- Lee.- Me indica y comienzo a leer el contrato.

Este contrato estipula que sí Dylan Brown obedece al acuerdo con Lexi Thompson, la familia del primer mencionado quedará libre de los tratos de la familia Thompson.

De acuerdo con este contrato el señorito Brown deberá enamorar a la señorita Adriana Smith, para dejarla una vez lo haya conseguido. En eso incluye mantener relaciones sexuales con ella cuando sea necesario. El señorito deberá mostrar pruebas o contar las cosas que va haciendo con la mencionada anteriormente para que se sepa que está cumpliendo con el contrato.

Cuando el señorito Brown cumpla con su parte, quedarán libres, y el manejo de la empresa Brown editorial y el dinero de esta, será único y totalmente para la familia Brown.


A medida que lo voy leyendo las lágrimas se acumulan en mis ojos y miro a Marck quien me mira sin tristeza alguna, es más, parece que está disfrutando.

- Dylan no me haría esto.- Le digo con un hilo de voz negando con la cabeza.

- Oh, y tanto que lo ha hecho.- Dice inclinándose sobre la mesa cuando dejo los documentos de nuevo en esta.- Mira, aquí está la firma.- Indica señalando a la firma de Dylan.

- Eres un mentiroso.- Le digo con algunas lágrimas deslizándose por mi mejilla.- Me voy a buscar a Dylan.- Anuncio levantándome de la silla.

- Yo te voy a llevar a donde está él.- Dice Marck levantándose a la vez y yendo hacia la puerta.

- Me habías dicho que no sabías donde estaba.- Le digo.

- Mira, pues en algo me parezco a tu primo.- Responde remarcando la palabra primo y saliendo por la puerta. Dudo si seguirlo o no, pero estoy tan desesperada que lo hago. Se para delante de una puerta y se gira para mirarme.- Están aquí.- Habla bastante alto y yo frunzo el ceño con las lágrimas aún en mis ojos a punto de salir.

Marck abre un poco la puerta despacio sin hacer ruido y lo que ven mis ojos no tienen justificación alguna. Dylan se está besando con Lexi. Miró a Marck quien se encoge de hombros y bajo corriendo las escaleras con las lágrimas cayendo sin cesar sobre mis mejillas. Comienzo a buscar a mi tía con desesperación hasta que la encuentro en el jardín hablando animadamente con sus amigas y yo corro hacia ella.

- Adri, ¿Estás bien?- Me pregunta preocupada cuando me ve.

- No.- Respondo en un sollozo.- Quiero irme a casa.- Le digo y ella me mira preocupada sin saber que pasa.

- Sí, claro, ahora le digo a Albert que nos lleve.- Me dice desesperada y buscando a Albert con la mirada mientras me sujeta los brazos.

- No, a esa casa no.- Le digo y ella me mira entristecida.- A mi casa, con mamá.- Le digo y ella me mira sin entender qué pasa.- Por favor.- Suplico en un sollozo.

- ¡Adri!.- Escucho la voz rota de Dylan gritando detrás de mí y mi mundo se cae en pedazos.

- Por favor.- Le repito desesperada a mi tía y ella me mira sin entender que sucede pero asiente.

- Sí claro, te cojo un vuelo para mañana a primera hora.- Me dice preocupada mirándonos a mí y a Dylan.

- Gracias.- Le susurro abrazándola.

- ¿Quieres que vayamos a casa y te preparas la maleta y así me cuentas qué pasa?- Pregunta mi tía con un tono de preocupación y yo asiento y ella me coge de la mano.

Cuando me giro veo a Dylan buscándome por el salón con los ojos llorosos y por un segundo creo que voy a desmayarme cuando nuestras miradas se cruzan.

- ¡Adri por favor!- Oigo que grita desesperado y más lágrimas salen de mis ojos. Mi tía me mira preocupada, pero decide seguir caminando.

Ella y yo nos metemos en el coche y vamos a casa. Cuando llegamos estoy un poco menos histérica, pero las lágrimas no han dejado de salir en ningún momento.

Me dirijo acompañada por mi tía hasta mi habitación, ya que ella está muy preocupada por mí y el cuerpo me ha comenzado temblar cuando nos hemos bajado del coche. Yo comienzo a preparar mi maleta rápidamente sin decir nada, e ignorando que parece que me vaya a dar algo de un momento a otro.

- ¿Qué ha pasado en la fiesta Adri?- Me pregunta mi tía.

- Me he enamorado de quien no debía, y esa persona ha jugado conmigo.- Le explico omitiendo detalles y cerrando mi maleta, aún llorando.

- ¿Y Dylan que tiene que ver?- Pregunta atónita.

Pues esa persona era él, grita mi subconsciente.

- Él sabía que esa persona estaba jugando conmigo y prefirió callarlo.- Miento y mi tía pone cara de horror.- ¿Puedo ir a un hotel a pasar la noche? No me apetece ver a Dylan.- Le pregunto sin ganas.

- Por supuesto cielo.- Me dice ella entristecida.- Llévate tu coche y avísame de cuál es el hotel para ir mañana a buscarte junto Albert e irnos a despedir de ti al aeropuerto.- Me dice cabizbaja y sé que está llorando al igual que yo.

Me acerco a ella sin decir nada y la abrazo con fuerza y ella a mí.

- Gracias por todo.- Sollozo en sus brazos.

- No me las des.- Sonríe.- Y ahora ves antes que aparezca Dylan por la puerta, yo le entretendré para que no vaya detrás de ti.- Me dice y asiento con los ojos llorosos.

Cojo mi maleta y bajo rápidamente las escaleras y voy hacia el parking donde está el coche que me regalaron por mi cumpleaños. Guardo la maleta en el maletero y me seco algunas lágrimas antes de arrancar el coche y salir corriendo de esta casa. Cuando salgo, veo el coche de Dylan entrando por el jardín de esta enorme casa, pero por suerte él no me puede ver.

Acelero todo lo posible y voy mirando los carteles hasta que encuentro uno que indica que hay un motel a cinco minutos y decido ir a ese. Cuando llego este es bastante pequeño, pero servirá para una noche.

Salgo del coche con la maleta y me dirijo al mostrador. El señor que hay en este me mira extrañado, supongo que deberé tener una cara espantosa. Le pago por una noche y me da las llaves de la habitación y me adentro en esta cerrando con llave.

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