My Destiny

Capítulo 50

Ya casi hace una semana de mi cumpleaños, y la verdad que vaya semana. Dylan se tuvo que ir el lunes por la mañana con su padre a la oficina arreglar unas cosas y al final resultó que se tuvieron que ir de viaje durante toda la semana a Nueva York y hoy vuelven.

Por otra parte yo he estado bastante ocupada con exámenes y trabajos, los que por suerte me han ido bien. Durante la semana he ido quedando con Mad y Adley para ayudarnos con los trabajos y exámenes, así que he estado bastante ocupada.

Mi tía y yo hablamos esta mañana de ir a darles una sorpresa a los chicos e irles a buscar al aeropuerto, así que cuando he acabado mi última clase he salido corriendo para ir a casa, comer lo más rápido posible, arreglarme y encaminarnos al aeropuerto. Y aquí llevamos más de una hora y no hay ni rastro de ninguno de los dos.

- A lo mejor vienen con retraso.- Le digo a mi tía, la cual está preocupada sentada a mi lado, en las sillas de plástico que hay en los aeropuertos.

- Será eso.- Responde asintiendo.

- ¿Café señoritas?- Nos ofrece Tyler sentándose delante de nosotras. Yo cojo mi vaso de cartón con café dentro y lo dejo a un lado, y mi tía le da un sorbo al suyo.

- Señores pasajeros, les anunciamos que el vuelo número 1875 origen Nueva York destino California llegará con una hora de retraso, disculpen las molestias.- Anuncia una voz femenina por la telefonía del aeropuerto.

- Bueno, pues nos lo acaban de confirmar.- Dice mi tía dejando el café en la mesa de delante de nosotros.- Si quieres nos podemos ir a casa.- Me mira a mí.- no voy a hacer que te quedes aquí más horas en el aeropuerto.- Me explica con tristeza, ya que a ella le hacía ilusión hacerles esta sorpresa a Dylan y Albert.

- Tranquila.- Le respondo y le acarició el brazo.- Por mí nos podemos quedar, no hay ningún problema.- Le digo y ella sonríe.- Sé que te hacía ilusión esperarles aquí y sorprenderles, y yo no voy a ser quien lo arruine todo.- Ella asiente y me abraza.

- Gracias Adri.- Me mira sonriente y con la cara iluminada de emoción y esta vez soy yo quien la abraza.

En realidad a mí también me hace ilusión esta sorpresa, ya que no he visto a Dylan en toda la semana. Hemos ido hablando por llamada y eso, pero entre mis clases y sus reuniones, era complicado coincidir para poder llamarnos.

Durante estos días he reflexionado sobre todo lo que ha pasado desde que vine aquí hace ya dos meses. Mi relación con Dylan será complicada, siempre lo será. No solo porque a veces choquemos e incluso nos estrellemos, sí no, por todo el tema familiar. Pero valdrá la pena, estoy segurísima de ello.

No me arrepiento para nada de lo que viví la noche de mi cumpleaños. Me hizo sentir única y especial, y sé que lo soy para él, ya que él me lo ha dicho. Y esa noche confirmé lo que ya sabía, que me tiene perdidamente enamorada de él.

Al rato de haber anunciado que llegaría el vuelo con retraso, vuelven a anunciar que siguen en retraso y que no saben a qué hora llegará, pero que todo va bien.

Mi tía llama a Albert y a Dylan en varias ocasiones, pero no responden. La tensión va creciendo a medida que pasan las horas, y los vasos de cartón que contienen café, van aumentando en la mesa.

Tyler se ofrece a ir a por algo de cenar cuando comienza a atardecer y también se ofrece a buscar alguna tienda donde conseguir una manta, ya que hace bastante frío, y ahora sí que no nos vamos a ir de aquí hasta que no aparezcan por la puerta de embarque.

Tyler vuelve a los minutos, y viene con tres bocatas y dos mantas, ya que él lleva una chaqueta de abrigo. Yo me tapo con la manta que me ofrece, pero el bocadillo lo guardo para más tarde, ya que ahora tengo el estómago cerrado. No saber dónde están me está carcomiendo por dentro, y ahora lo único que quiero es abrazar a Dylan y poder verlo.