- Menudo imbécil.- Murmura Dylan.
- Se ha pasado un poco nombrando a tu madre.- Le digo mirándole.
- ¿Nos vamos?- Me pregunta levantando la cabeza y mirándome serio y yo asiento.
- Sí, vámonos antes de que vuelvas a entrar y le pegues otro puñetazo o le pegue yo uno a su hija.- Le digo con un poco de humor para relajar el ambiente. Aunque ganas de cumplir lo último que he dicho, no faltan.
- Más bien le hace falta una paliza.- Pone el coche en marcha y salimos de aquí.- ¿Has dicho que vas a pegar a Lexi?- pregunta atónito y sonriendo.
- No, he dicho que si seguimos ahí, posiblemente hubiese pasado.- Murmuro nerviosa.
- No te imagino pegando a nadie.- Ríe y yo me uno a él.
- ¿A dónde vamos?- Pregunto cuando veo que se dirige a la carretera central.
- He reservado habitación en un hotel cuando te has ido a comprar el vestido.- Dice tranquilamente sin apartar la mirada de la carretera, pero me pone la mano en el muslo y lo presiona sutilmente.
- Ah.- Le respondo mirando por mi ventana.
- ¿De qué estabais hablando tú y Lexi cuando os he visto que tantas ganas tienes de pegarle?- Pregunta mirándome un instante.
- No estábamos hablando, me estaba amenazando más bien.- Me acomodo en el asiento y le miro.
- ¿Amenazándote? ¿Con qué?- Inquiere.
- Solo me ha dicho que me aleje de ti si no quiero sufrir las consecuencias.- Me encojo de hombros y niego con la cabeza a la vez que respiro hondo.
- ¿Qué te ha dicho, que?- Pregunta sorprendido.- Esta chica esta loca de verdad.- Yo me río y él frunce el ceño.- ¿Tú que le has dicho?
- Que yo no cumplo órdenes de nadie.- Le respondo cuando entramos en el parking subterráneo de un hotel que parece un rascacielos.
- Bien dicho, rubia.- Me dice Dylan y me da un apretón en el muslo y noto como mi cuerpo reacciona como siempre.
Aparcamos el coche y ambos bajamos de este y veo como Dylan se acerca al maletero y coge una bolsa.
- Veo que no se te ha escapado ni una.- Me río y él me mira y se encoge de hombros.
- Sabía que más tarde o más temprano la fiesta acabaría como ha acabado. Y por suerte ha sido más temprano, porque así tengo más rato para disfrutar yo solo de esa abertura de tu vestido.- Me dice acercándose a mí y guiñándome un ojo y a mí me recorre un escalofrío por todo el cuerpo y me muerdo el labio inconscientemente.
Nos dirigimos a la recepción y nos acercamos al mostrador y el hombre que está de servicio nos da las llaves de la habitación y ambos subimos juntos en el ascensor hasta la habitación. Cuando abre la puerta hay un gran pasillo que se abre en una gran habitación con una gran cama de matrimonio, una tele con un gran escritorio y dos sillas de piel a los lados del escritorio. En el pasillo hay un gran espejo en un lado y al otro lado está la puerta del baño, el cual tiene una gran bañera con hidromasaje y un gran mármol con un lavamanos para cada uno, al otro lado del baño hay una pequeña puerta que da paso al Wc.
- Vaya habitación más grande.- Le digo a Dylan cuando he acabado de inspeccionarlo todo.
- Sí, está bastante bien.- Responde el serio, tumbándose en la cama y yo me siento en una de las sillas que queda enfrente.
- ¿Me vas a contar qué ha pasado esta mañana con tu padre?- Le preguntó, ya no solo por lo que ha pasado esta mañana, si no, por lo que ha pasado en la fiesta.
Dylan se sienta en la cama y me mira durante un instante antes de levantarse y ponerse delante de mí, me extiende la mano y yo se la doy y le acarició.
- Cuéntamelo solo si quieres, si no cambiamos de tema y ya.- Dylan me coge de la mano y me estira para arriba hasta que me levanto de la silla y nos sienta a ambos en la cama, quedando uno en frente del otro.
- Cuando yo era pequeño, mi familia estaba superunida y mis padres se querían muchísimo.- Comienza a explicar calmado.- El negocio les iba de maravilla y creció hasta convertirse en lo que es ahora, no nos podíamos quejar, lo teníamos todo.- Yo miro atentamente a Dylan a los ojos y escucho lo que me está explicando.- Pero mi padre se volvió ambicioso y quería más y más, no se conformaba con nada. Él decía que lo hacía por nosotros, pero mi madre siempre le decía que nosotros ya lo teníamos todo.- Suspira.- Fue entonces cuando mi padre cayó en las drogas y se hizo amigo del padre de Lexi, que es uno de los mafiosos más grandes de California.- Yo frunzo el ceño y él me aprieta la mano un poco más fuerte, así que sigo acariciándole para que se relaje.- Él le pasaba droga a mi padre, pero llegó un día en el que le dijo que ya no le pasaría más, a no ser que le dejara meterse en su negocio para poder hacer el suyo más grande. Le prometió que los negocios de ambos se lucrarían con esto, y mi padre aceptó sin pensar las consecuencias, solo pensó en él, en su ambición y su adicción. Yo fui el que tuvo que ver a mi madre como lloraba noche tras noche.- Respira hondo y cierra los ojos y los aprieta con fuerza.- Un día mi padre llegó antes del trabajo y la vio llorando, yo le grité que era su culpa y que era un drogadicto. Pareció que eso le causó rabia o ves a saber qué fue lo que le pasó por la cabeza, pero se sometió a una terapia para dejar su adicción. - Él se va tensando a medida que cuenta la historia, así que decido no decir nada y limitarme a asentir y mirarle.- Un día, cuando yo ya tenía 10 años, mi madre me contó en secreto que iba a tener un hermanito o una hermanita, y me pidió que no se lo contará a mi padre porque íbamos a irnos a cenar para darle la sorpresa. A todo esto, el padre de Lexi se negó a dejar de recibir parte de las ganancias de la empresa de mi padre, y le amenazó con que si lo dejaba nos mataría a mi madre y a mí, pero mi padre se creía el rey del mundo e hizo lo que le salió de los cojones. Cuando íbamos en el coche camino al restaurante, mi madre estaba feliz con la noticia que iba a darle a mi padre, pero de repente un camión apareció de la nada e impactó con el coche. Normalmente yo me siento detrás de mi madre, pero ese día me senté detrás de mi padre para ver la felicidad de mi madre. Lo siguiente que recuerdo es despertar en mi casa y escuchar a gente llorar.- Una lágrima le cae por las mejillas y yo noto como mis ojos se llenan de ellas.- Mi madre murió en ese accidente, y yo también debería haber muerto con ella.
¿Os esperabais esto? Tiene que ser duro vivir con eso... Ahora entiendo muchos comportamientos de Dylan con su padre...
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My Destiny
Teen Fiction[EDITANDO] Dejar toda mi vida a un lado, para ir a vivir a California a casa de mi tía y su nuevo marido, no me parecía buena idea, porque no los conocía a ninguno. Dejar a mi madre sola en casa, tan lejos de mí después de todo lo que vivimos junta...