Solo tenemos dos coches delante así que no tardamos mucho en recoger nuestra comida y pagarla. Cuando ya la tenemos Dylan estaciona el coche en el parking del restaurante y sacamos la comida de las bolsas.
- Como me manches el coche, te mato - afirma mirándome serio, pero al ver mi cara de preocupación añade -. Es broma, pero intenta no hacerlo - le da un mordisco a su hamburguesa y gira su mirada hacia el parking.
- Tranquilo, tendré cuidado - afirmo y él asiente y yo comienzo a comer las patatas fritas -. A demás, nunca me pongo salsa en nada, no me gustan - afirmo y le doy un bocado a un Nugget.
- No te gustan las bebidas con gas, no te gustan las salsas…. Se encoje de hombros divertido -. Al final voy a tener más razón de la que creía, eres una chica rarita - repone él y yo solo me encojo de hombros.
- Cada cual es como es y tenemos los gustos que tenemos - me vuelvo encoger de hombros -. Pero deberías alegrarte, no voy a manchar tu flamante coche - Dylan me mira sonriente sin añadir nada más y yo sigo con mis Nuggets.
- Totalmente de acuerdo - dice quitándome uno de mis nuggets, y yo le miro mal -. He pagado yo - dice en defensa propia provocando que me ría, ya que casi se atraganta.
- El Karma - digo sonriente y él niega.
- Típica frase que diría, tu ahora gran amiga, Mad - dice riéndose.
- ¿Os conocéis de hace tiempo? - pregunto y él asiente.
- Mad se mudó a la ciudad cuando tenía seis años, y la conozco desde entonces - se encoge de hombros con una sonrisa.
- Sí, ya nos contó a Cami y a mí que ella antes vivía en un pequeño piso - le explico comiendo algunas patatas y él asiente.
- Y yo también - admite y yo le miro sorprendida -. No nací en la familia adinerada que es ahora - explica, pero noto como se pone tenso.
- Yo vivo en una pequeña casa de pueblo, que tiene lo justo - admito negando.
- A veces lo pequeño es muchísimo mejor que lo grande - asiento dándole la razón, porque yo también lo pienso.
- A veces tu casa me sobrepasa un poco - le digo y él suspira.
- Me pasa hasta a mí, y llevo en ella desde los cinco años - admite y yo sonrío -. Pero la casa la escogió mi madre, así que, me quedaré en ella el máximo tiempo posible.
- Ahora tienes un gimnasio menos - bromeo y él se ríe.
- Si, me lo han cambiado por una chica un poco insoportable - bromea él conmigo y hace que me ría -. No sé si la conoces, debería presentaros porque estoy seguro de que os llevaríais bien - niego riéndome y él se ríe conmigo.
- Estaré encantada de conocerla - le sigo el juego y él se ríe.
- Oye, ¿Y con Jordan que te traes? - pregunta revolviéndose en el asiento y yo le miro confundida -. Ya sabes, como estabais tan juntos en la fiesta del otro día...- añade y yo niego.
- Es simpático, y creo que es de los pocos que se ha dignado a conocerme un poco - digo encogiendo los hombros y restándole importancia.
- ¿Te gusta? - pregunta y yo frunzo el ceño.
- Es atractivo, pero ahora mismo no pienso en encontrar a alguien de esa manera, por mucho en que Mad se empeñe - explico y Dylan se tensa un poco.
- No sé en qué momento me pareció buena idea presentársela a Justin - dice relajándose y riéndose -. Desde entonces están los dos muy pesados, todo el día juntos.
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My Destiny
Teen Fiction[EDITANDO] Dejar toda mi vida a un lado, para ir a vivir a California a casa de mi tía y su nuevo marido, no me parecía buena idea, porque no los conocía a ninguno. Dejar a mi madre sola en casa, tan lejos de mí después de todo lo que vivimos junta...