Un sabor agridulce ♀ (Libro)

CAPITULO X: LA CENA

Un nuevo día daba la bienvenida con el regreso de mis padres. Sus voces invadían de nuevo nuestra unidad familiar.

—Hijos míos, ya estamos de vuelta —volví a escuchar.

Salí de mi habitación peinándome el pelo un poco con los dedos, al hacerlo, me junté de frente con Derek que había optado por lo mismo que yo.

—Buenos días hermanito. Supongo que habrás dormido relajado —insinué.

—Bueno... se podría mejorar —burló el maldito de él. Lanzándole una mirada fulminante.

—Por lo menos tuve resultado...

—¿Vais a bajar de una vez? —quejó irritante mi madre.

—Si —grité, bajando a abrazar a mis padres.

Después de varios abrazos y besos por parte de ambos y preguntas innecesarias, nos obligaron a ver todas y cada una de las fotos con anécdota que sacaron en su miniviaje. Yo miraba a Derek pensando en que podíamos matar el tiempo de otra forma, pero él ni siquiera tenía los ojos puestos en mí, parecía interesarle más las fotos que lo demás. Nos dieron unos suvenires, un precioso collar y un frasquito de colonia era lo que me habían asignado. A Derek en cambio, otro perfume mucho más grande y un pequeño bote de esencia. ¿Acaso mis padres sabían qué hacía después con esos frascos?

—¿Y no queríais quedaros un par de días más? —pregunté viendo lo felices que estaban.

—No cariño, ya queríamos estar con vosotros.

—Habíamos pensado en cenar en casa los cuatro —dejo caer mi padre quien estaba tras el sofá mirando desde ahí.

—¿Podemos traer invitados? —preguntó con una falsa inocencia Derek.

—¿A quién? —Devolvió curiosa.

—A Brooke, por ejemplo —sonrió desviando su mirada hacia la mía.

—¿Quién es Brooke?

—¡Oh claro! es mi novia. Sí mama, por fin he sentado cabeza —confirmó Derek, mientras a mi madre se le iluminaban los ojos.

—¿Cuándo pensabas presentárnosla? —interrogó una madre ilusionada, acariciando el rostro de mi hermano.

—Llevamos poco tiempo, por eso creo que hoy es el mejor momento.

Por suerte para ellos, ni siquiera conocían a la chica que rompió en pedazos el corazón de su hijo.

—Que bien hijo. Prepararemos comida, haremos algo y será mejor que le preguntes que le gusta de comer y... —Incoherencia verbal por la emoción de mi madre.

—Claro —contestó Derek mirándome con una sonrisa burlona.

—¿yo también puedo invitar a alguien? —Me adelante.

—No. ¿Tú también tienes novio? —preguntó mi padre con ojos preocupados.

—Papi tranquilo, solo quiero invitar a Nathan es como de la familia —hablé notando un gratuito codazo por sutileza de Derek.

—Nathan por supuesto, ya me había asustado —relajó mi figura paterna.

—Sera una velada fantástica —concluyó mi madre manteniendo sus manos agarradas.

—¿Pero y por qué Nath? —devolvió la pregunta Derek.

—Es el invitado de Ashley. Además, sois amigos de la infancia y por lo que veo sigue llevándose muy bien con tu hermana —replicó con una sonrisa.