Capitulo XIX; Recreando su mirada

603 30 0
                                    


 No había pegado casi ojo después de estar todo el día dándole vueltas a cada cosa que me había estado pasado últimamente, leer parte del diario de Derek, solo me había dejado claro que disfrutaba jugando al mismo juego que yo, que le gustaba del mismo modo que a mí.

Pero, aun así, había cosas que no me cuadraban del todo, el he cho de haberme dado el mejor cumpleaños de mi vida, el hecho de hacerme sentir de esa forma, tan solo por un juego...

Algo que no llegaba a comprender, para mí era mucho más que eso, algo que deseaba con todas mis fuerzas, tener a alguien a quien jamás quería perder de ninguna manera, pero yo misma me había metido en otro asunto el cual había más personas involucradas.

Gente que aislada de la realidad que ocupábamos Derek y yo, iba a perjudicar de una manera enorme. Algo que si llegaban a enterarse sería devastador en todos los sentidos.

Estaba desayunando más callada que nunca, cuando el ruido del motor de un coche hacia quedarme en silencio. Observe por la

ventana que era el coche de mis padres. Sabía que Derek estaba ahí dentro ya que mi corazón empezaba a latir a mil por hora.

Estaba nerviosa de pensar en cómo actuaria, que es lo que me diría y como afrontaría todo esto.

—Derek, cariño. ¿Qué tal estas? —Corrió mi madre a saludar dejándole un sonoro beso.

—Bien, mama. Ya hablaremos, ¿Qué tal por aquí?

—Bien hijo, ya sabes...—Agrego seguramente refiriéndose a mí.

—Me imagino—Dijo sin preámbulos.

Escuche sus pasos acercarse a la cocina donde yo me encontraba. Dejo su bolsa caer sobre la baldosa. Abriendo directamente la nevera, ni siquiera me había plantado a mirarle directamente.

—Hola Ash—Saludo pegando un trago de zumo.

—Hola—Respondí de la manera más seca posible.

—¿Qué tal todo? —Preguntó.

—Genial, ¿y tú de campamento?

—¿De campamento? Demasiado bien.

—Me alegro.

—Sabía que tendrías esta actitud.

—¿Yo? Para nada—Ironice.

—Me lo imaginaba.

—¿Acaso me lo vas a contar?

—Sí, claro que lo hare, pero no ahora, cuando sea el momento— Me informo.

—¿Y de qué momento se trata?

—De uno que no es ahora.

—Muy bien Derek, sigue igual ya total me da lo mismo. Ni si quiera ya sé si quiero saberlo.

—¿A si? ¿Esas tenemos?

—Sí, las que tú has querido tener mi querido hermano.

—ja, ja, ja, no seas condescendiente.

—¿Y tú que has sido? —Pregunté arrastrando la silla.

—¿Podrías dejar de comportarte por una vez como una niñata?

—Lo sé, eso es lo que soy para ti una puta niñata.

—Pero que—Pudo decir antes de que me fuera corriendo a mi habitación—Paso—Grito desde las escaleras.

Muy bien Derek, yo también pienso pasar de ti, pero de una manera que nunca has conocido proveniente de mí. Estaba contenta porque hubiera vuelto y no hubiera sido algo que ni se de cuantos días pudiera tratarse, pero, aun así. ¿A qué momento se refería?

Un sabor agridulce ♀ (Libro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora