Habían pasado varios días de eso. Derek apenas podía mirarme a la cara y cuando lo hacia su mirada seguía perdida. Intentaba hablar con él, explicarle la situación de las cosas, pero ni siquiera veía una mínima reacción a que accediera a ello.
Las palabras empleadas en ponerle fin; déjame en paz, habían te nido un fuerte impacto sobre mí. Sentía una mezcla entre desolación y soledad como si lo vivido con el tan solo fuera un recuerdo cercano. Llegándose a convertir en ocasiones en una fantasía.
Nuestro "juego" siempre fue complicado, desde el rechazo por su parte antes del comienzo, pasando por el trato recibido ante su negativa a que algo pudiera pasar entre él y yo. Hasta que por fin la cosa fue fluyendo, no sé si debido a mi insistencia o por que la cosa tan solo prosiguió su curso.
Toda mi valentía e insistencia parecía haberse esfumado, sin tener energía para poder insistir. Podía ser que el hecho de que Derek siempre estuviera con Brooke a la vez que conmigo, hacía sentirme por encima, como si tuviera algo que realmente fuera injusto y que echarle en cara.
Mis impulsos y caprichos me habían llevado a hacer lo que tanto odiaba de él. Cuando puedes tener algo y el camino por fin esta libre siempre una de las dos partes la acaba fastidiando en ese preciso momento.
Ya terminaba el verano y eso solo quería decir que todo volvería a la normalidad. Derek se iba a la universidad del mismo modo que Nathan, siendo así el primer año para mí, separándome por completo de la realidad.
¿Había disfrutado mi último verano de instituto? Yo diría mil veces que sí. No me arrepentía de absolutamente nada de lo que hice con él. Lo quiero y siempre lo hare de una manera o de otra, espero que la tormenta cese y acabemos teniéndonos el uno al otro sea de la forma que sea.
No quiero que Derek deje de formar parte de mi vida en ningún momento de ella. ¿Significaba que tiraba la toalla con él? ¿Debía rendirme tan fácil después de tanto luchar por esto?
Toque la puerta de su habitación, esperando una respuesta. A los minutos de espera decidí entrar. Él se mantenía tumbado sobre la cama con auriculares tapando sus oídos.
—Derek, ¿podemos hablar? No me puedes ignorar toda tu vida.
—Suplique mientras sus dedos subían el volumen de su música.
—Vamos no vas a poder estar así, tan solo quedan tres días para que nos vayamos y no puedo así—Justifique.
No quería separarme de esta forma. Siempre me daba miedo a que nos obligaran a separarnos.
—Por favor— Continúe comenzando a llorar—Tan solo escucha lo que tengo que decirte y después te juro que te dejare en paz para siempre si es lo que quieres.
Observe duramente como bajaba el volumen de sus auriculares, siendo este mi momento.
—Se que la cague y no debía de meter a Nathan en esto, sé que lo que más te duele es que haya sido él. Pero tú tenías a Brooke, te fuiste tan solo dejándome una triste nota, ¿Qué querías que pensara? Sabes cómo soy. Siento si la cague, siento si te hice daño. Me sentía enfadada y frustrada y Nathan bueno siempre está ahí y me hace sentir bien, no fue solo por despecho.
—Yo tenía a Brooke cierto y lo sabías desde el principio, además no creas que yo jugaba con ventaja cuando tú también tenías no vio. ¿Pero Nathan? No Ashley, eso es jugar con mi criptonita.
Ni siquiera recordaba que había fingido salir con Will para dar celos a mi hermano.
—Hay algo que necesito confesarte y quiero que ahora sepas toda la verdad. Will nunca fue mi novio, solo lo fingíamos para ponerte celoso y hacerte sentir lo mismo que tú cuando lo hacías con las chicas o con Brooke— Solté armándome de valor.
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Un sabor agridulce ♀ (Libro)
Teen FictionLos recuerdos que retengo en mi memoria, no son todos aquellos que me gustaría recordar. Pero hay uno en especial, que se mantiene preso, que jamás quiero dejar escapar. Uno que me ha convertido en lo que soy. Junto a él. Junto a Derek...no sé cuánd...