Capítulo 25: La Confesión de Inuyasha

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 25: "La Confesión de Inuyasha"

Aun estaba en shock, eran demasiadas cosas, tantas... que la turbaban y le dolían... la conversación de Inuyasha con "ella"... enterarse que esa mujer era su "media hermana", que quería adueñarse de su herencia al igual que Inuyasha... y acabar con su vida... y ahora... ahora saber que ni siquiera podía mover las piernas... ¿cómo iba a salir de Taisho Park así?

- Kaede... ¡oh! Kaede, ven, por favor...

La anciana venía entrando con una bandeja de comida, caminó hasta la muchacha y dejó las cosas sobre la pequeña mesa junto a la cama, la joven le tomó las manos desesperadas, la miró a los ojos ansiosa, tenía la mirada enrojecida de tanto llorar, la piel estaba algo helada, el cabello desordenado le caía sobre su pecho, temblaba por completo, la anciana supo que debía tranquilizarla o colapsaría.

- ¿No puedo caminar? Eso fue lo último que escuché al doctor ¿no puedo? ¡Dímelo!

La anciana soltó una mano y le acarició el flequillo de forma casi maternal.

- Tranquila pequeña... el doctor dijo que... no tienes fracturada tu columna así que... este estado en el que estas es sólo temporal... debes tranquilizarte y cuando te sientas mejor... intentar ponerte de pie otra vez... eres una muchacha fuerte...

Kagome aun respiraba con fuerza, apartó los ojos de la anciana y se echó casi en la cama.

- Él quiso matarme Kaede... siempre ha querido deshacerse de mi...

La criada suspiró pesadamente.

- Yo... no creo que sea así, mi niña... fue un accidente...

La muchacha esta vez la miró impresionada, de pronto, sus mejillas se habían puesto rojas de rabia.

- ¿¡Cómo puedes decirme eso!? ¡Pero Kaede! ¡Lo escuché! – Recordar nuevamente todo hizo que se le formara un nudo en la garganta, los ojos se llenaron de lágrimas pero las reprimió intentando controlarse-Él... ha estado confabulado... con ella...

La anciana criada miró fijamente a la joven. Notó el miedo y el dolor en sus ojos, en sus palabras que de pronto sonaron debilitadas y a punto del sollozo.

- Yo... es cierto que desconfiaba... desconfío de él, mi niña pero... no al extremo de que el señor quiera acabar con tu vida... si fuera así, no te hubiera salvado de los lobos ¿recuerdas? Me lo contó todo...

Kagome iba a protestar, pero se atragantó. El recuerdo volvió a su memoria, aquella loca y desquiciada carrera en el bosque oscuro, la lluvia espesa y fría que caía por doquier, los lobos ladrando y aullando siguiéndoles el paso, su caída al suelo... el hocico rojo y babeante de la bestia... el trueno... no había sido un trueno... un disparo...

Miró a Kaede y no supo qué decir... aun así, a pesar de esa evidencia que no podía refutar, no se convencía del todo de que él la hubiera salvado... quizás... quizás... deseaba acabar con su vida él mismo ¿no?

- Tal vez...- Musitó al fin, sabiendo que ni a ella misma le convencía el pensamiento-... tiene otros planes para matarme...

- No seas tan terca pequeña... si quisiera matarte, creo que ya lo hubiera hecho anoche, llegaste muy grave y pensé que morías, el señor llamó al médico y no se despegó de ti un buen rato...

Atrapado por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora