Capítulo 29: La Equivocación de Kagome

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DISCLAIMER: Los personajes son de Rumiko Takahashi pero la historia es mía, por lo que NO AUTORIZO para que este se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 29: "La equivocación de Kagome"

La besaba con locura, hambriento de sus besos, la estrechaba más contra sí, creyendo que quizás era un sueño y que en cualquier momento iba a despertar. Ella sentía la fuerte pasión con que él respondía a sus besos y caricias. Esto era tan diferente, ni siquiera la primera noche de bodas había sido así, tan... tan apasionada, ardiente. Fue extraña y placentera la sensación que tuvo cuando Inuyasha deslizó su mano bajo la camisa de dormir y tocó sus piernas con suavidad, con el simple toque de sus yemas era capaz de consumirse en fuego. Kagome apartó la boca de la suya y jadeó, miró a Inuyasha algo impresionada, lo tenía muy cerca suyo, su nariz tocaba la de él, sus labios aun eran rozados por los de su esposo, ansioso aún.

- Dijiste...- Y su voz apenas fue audible debido a la enorme agitación que sentía, casi se quedaba sin aliento. Frunció el caño y sonrió apenas-... dijiste que me ibas a dejar descansar...

Entonces Inuyasha se apartó sólo un poco para contemplarla. En principio su rostro lucía preocupado, pero cuando vio la sonrisa de Kagome, él también sonrió.

- ¿Quieres que te deje dormir?

- ¡No!

Y ella lo acercó fuerte a su rostro y lo besó. Aquello lo sorprendió pero luego la abrazó deslizando sus manos tras su espalda y acercándola a él. Otra vez comenzó el juego de besos hambrientos y caricias ardientes, nunca ninguno de los dos se había dejado llevar tanto por la pasión como ahora, era como si de pronto sus cuerpos actuaran de forma incontrolable, que el simple echo de estar cerca o el roce del otro provocaba el más infinito placer, ardor y descontrol.

Hicieron el amor hasta el amanecer, en el preciso instante en que ambos se separaron, Kagome observó los primeros rayos del sol que aparecieron tras las montañas. Se quedó quieta, casi hipnotizada por los colores anaranjados, amarillos, rojos y púrpuras de las nubes que revoloteaban junto al sol que recién salía. Se sentía tan tranquila ahora, después de todo lo que había sucedido, del miedo horrible que había experimentado por semanas en su mansión, sola, de sentirse enferma, con malestares. Frunció el ceño. Qué extraño. Ahora ni siquiera tenía nauseas... ¡oh! Quizás era porque no había desayunado... el veneno ¡Dios del cielo! ¡El veneno! ¿Quién podría estarla envenenando? Sus mejillas enrojecieron aun más y tembló de miedo, acurrucándose de forma fetal en la cama.

La observó y de inmediato supo que ella se había sumergido en sentimientos de terror y preocupación. Se acercó tras su espalda y deslizó sus manos por su cintura, enlazando sus manos contra su vientre. Él estaba en su espalda ahora, apegado a ella, dándole besos suaves en el cuello intentando calmarla.

- Dime que es lo que te preocupa...

De inmediato Kagome volteó y se encontró con el fulgor del ámbar de su mirada. Aunque se dio cuenta que había arruinado el momento, no pudo evitarlo y se lamentó internamente despertar a la amenazante realidad. Bajó la vista y suspiró fuertemente.

- No puedo... no puedo evitarlo...- Alzó la mirada aprehensiva a él-... y... si...- Jadeó-... si algo pasa... – Lo vio arrugar la frente y palidecer de preocupación, la muchacha tragó con fuerza-... si... si estoy enferma...

Inuyasha posó su mano cálida en la mejilla, Kagome sintió otra vez aquel nudo doloroso en la garganta y las lagrimas que se agolpaban en sus ojos. La verdad es que sólo imaginar que pudiera pasarle lo que le sucedió a su madre la aterraba, pero más que aterrarla, le dolía... porque eso significaría morir y no ver jamás el rostro de Inuyasha, ni sentir su calor, ni sus caricias, ni su ronca y potente voz... y justo ahora... ahora que sabía que la amaba, que ya no tenía dudas ¿por qué el destino era así, tan injusto? Si tan solo no lo hubiera conocido... quizás así ahora no sufriría tanto por la pérdida...

Atrapado por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora