Capítulo 19: Lluvia de Primavera

557 53 9
                                    

DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 19: "Lluvia de Primavera"

La vida en el castillo era apacible y tranquila. Eso pensaba ella cuando se paraba en la torre más alta y observaba el atardecer caer lentamente sobre ellos. Era un lugar en donde en cada instante descubría algo nuevo, por ejemplo, un día, en el amplio jardín descubrió un rosal de una variedad que jamás había visto en su vida. "Son rosas chinas, el rosal ha estado aquí desde que nació el castillo" dijo Inuyasha. Nunca había visto rosas con tantos pétalos y que fueran tan perfumadas y dulces como esas.

Los terrenos de Taisho Park eran inmensos y hermosos, entendía perfectamente porque eran tan codiciados y admirados por todos. Muchas veces él la llevo a caballo por los alrededores y un par más por el bosque, aunque Inuyasha siempre repetía que más allá, donde el riachuelo se vuelve un río, cerca de las montañas, los lobos tenían su territorio, así que jamás de los jamases se lo ocurriese ir por allá.

- Nunca lo haría- Respondió Kagome frunciendo levemente el ceño. No era de esas que anduviera buscando el peligro, menos ahora, que era tan feliz al lado de ese hombre tan bueno.

Pero su curiosidad por explorar el lugar no aminoró, aunque siempre manteniéndose alejada del peligro.

Una tarde, la joven decidió que era tiempo de recorrer más allá de los límites del castillo, así que caminó lentamente sin nada específico en mente, sólo recibiendo la brisa tibia de la primavera.

Caminó por casi una hora en dirección al sur, o sea, el lugar al cual nunca había ido pues el norte correspondía al bosque y su ciudad, esos lugares ya los conocía, pero la parte "trasera del castillo" era su curiosidad. Cuando atravesó la explanada de suave pasto verde, bajó una pequeña loma y saltó un arroyuelo, para luego llegar a una hilera de abedules que se mecían al compás del viento. Kagome vio, desde donde estaba, una casita pequeña de techo bajo y paredes de piedra, con una chimenea de la cual salía humo y que llamó su atención. La joven frunció el ceño ¿Quién podría vivir allí? Entonces se dio cuenta que, siendo Taisho Park un casi "feudo", era obvio que debían haber algunas personas que arrendaban partes de esas tierras y que vivían bajo el ala protector del dueño, en este caso, Inuyasha.

Sería buena idea ir a visitarlos... después de todo debía conocerlos, ya que serían sus "inquilinos".

El jardín estaba desordenado y algunas gallinas se atravesaron en su camino, Kagome se acercó más y se dio cuenta de que todo parecía descuidado, antiguo. Había una vieja carreta sin ruedas afirmada contra un cerco derruido de piedra, una pequeña choza en donde se apilaba algo de leña de forma desordenada, un par de objetos más cubiertos de polvo y moho, se notaba que hacía años no se habían utilizado. Entonces de pronto la joven vio a una anciana encorvada y muy delgada saliendo de un mal construido gallinero, la mujer musitaba algo a las gallinas, venía de su recolección de huevos del día pues llevaba sobre sus manos huesudas y blancas un canasto pequeño de paja con huevos blancos como las nubes. Cuando la anciana vio a Kagome abrió los ojos con sorpresa, luego frunció el ceño y se acercó a ella, la joven también se acercó.

- Lo... lo siento, buenas tardes señora, mi nombre es Kagome Higurashi.

La anciana la miró con cierto recelo. Tenía el cabello blanco y largo y lo llevaba amarrado completamente y adosado a la nuca, sus ropas eran antiguas y muy descuidadas, era huesuda, casi desnutrida, en el rostro se perfilaban horrendamente sus huesos faciales, los ojos eran oscuros, pero saltones, a Kagome aquella mujer le produjo un escalofrío en todo el cuerpo... y si no fuera porque sabía que no existían, juraría que la anciana parecía una bruja.

Atrapado por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora