El agua caliente corría por su cuerpo e iba quitando cada gota de sudor que irónicamente se producía mientras se limpiaba. Pasó el jabón líquido por sus manos e hizo espuma para luego pasarla por su pecho, por su abdomen, por su cuello y por sus brazos, sacó más jabón y lo pasó rápidamente por sus piernas. Se puso bajo el agua y la dejó hacer su trabajo mientras se limpiaba la cara, se pasó las manos por el cabello buscando sacar lo que hubiera quedado del shampoo y luego se pasó las manos por su cara, dejándola completamente libre del jabón. Se preocupó de que no quedara nada de espuma sobre él y cortó el agua. Salió de la ducha, tomó su toalla y se secó el pelo para luego secarse el cuerpo. No se puso la toalla en su cintura para poder ver su cuerpo completo: su piel no había quedado roja, como de costumbre, había quedado blanca y suave.
Tomó la crema que su madre siempre se aseguraba de tener en el baño, porque "Jinhyung no me perdonaría andar con la piel seca," y se la pasó por su cuerpo, y por primera vez en tanto tiempo, no sentía ese ligero ardor que se provocaba en su piel al absorber la humedad de forma desesperada.
Con la toalla desempañó el espejo, haciendo una nota mental de que después lo limpiaría para no enojar a su madre, y se quedó quieto frente a su reflejo.
Su clavícula y su mandíbula se marcaban más de lo normal, sus abdominales ya casi inexistentes hacían su mayor esfuerzo por mostrarse y su pecho plano se posicionaba encima de ellos. Su cintura enmarcaba una curva hacia sus caderas, las cuales también habían adelgazado. Sus piernas no corrían mejor suerte, los huesos de sus rodillas determinaban el contorno y si es que quedaba músculo tonificado en sus muslos era por lo que caminaba dentro de su casa. Y sus brazos que siempre habían sido la parte de su cuerpo que más le costaba ejercitar, se encontraban delgados como de costumbre.
Su cuerpo que se encontraba tan delgado podría ser descrito como angelical.
De hombro a hombro se veía como su clavícula resaltaba, haciendo que su cuello destacara, su pecho blanquecino se encontraba debajo, seguido de sus ligeramente marcados abdominales, una bella curva comenzaba en su cintura y terminaba en su cadera, sus brazos eran delgados y sus piernas estaban un poco más trabajadas.
Pero la verdad era que ya llevaba una semana comiendo mal.
Y más que angelical, era esquelético.
Yuta lo había notado, él lo sabía, esa pequeña pausa que hizo al pasar sus manos por su cintura y notar que era mucho más pequeña de lo que recordaba.
Se envolvió la toalla en su cintura y fue hacia su habitación. Sacó ropa cómoda, aunque llevaba tanto tiempo incómodo que nunca había notado realmente la diferencia. Unos pantalones holgados y una camiseta oversize, y obviamente, una toalla seca en el cuello, como le había acostumbrado su hermano para que no mojara su ropa.
Bajó al primer piso a dejar la ropa sucia en la lavadora y su toalla al sol, y abrió su nevera para sacar la comida que le había dejado congelada su madre. La metió en el microondas y la calentó, sacándola de vez en cuando para revolverla y que no quedaran partes heladas, vio a su hermano hacer eso tantas veces que lo terminó haciendo por inercia.
Sacó sus palillos (que luego se dio cuenta que no eran los suyos, pero siguió comiendo) y empezó a comer. La comida de su madre siempre tenía ese aroma a... seguridad. ¿La seguridad tenía olor? Mark no sabía pero estaba seguro que de tenerlo, era así.
Cuando terminó de comer lavó su plato a mano, porque no iba a prender el lavavajillas para lavar un plato y dos palillos.
Cuando dejó todo limpio y cortó el agua, el silencio empezó a inundarlo. Estaba en la cocina, ¿y en silencio? No estaba la televisión prendida con las telenovelas románticas que veía su madre, ni la radio con la música de artistas que estaba seguro que en su instituto nadie escuchaba, no estaba hablando por teléfono, ni quejándose porque el computador no hacía su trabajo (cuando era ella quien no sabía usarlo), no estaba Donghyuck explicándole que puede traducir las páginas... Donghyuck. Porque a quién engañaba, no estaba Donghyuck, no estaba quien siempre había estado y eso era lo que lo hacía sentirse tan extraño, y tan alerta, como si en cualquier momento algo fuera a pasar.
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「✁」Fobia
FanfictionEnero de 2012, Mark Lee se muda a Corea después de haber desarrollado agorafobia en su país natal gracias al constante acoso recibido por parte de sus compañeros. Al inicio siente que de esa forma logrará evadir los problemas, pero quizás ese grupo...