Sexualidad

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—Acompáñame a mi habitación y te paso un polerón mío —Mark asintió y siguió a Taeyong—. ¿Te gusta este?

—Cualquiera está bien, hyung —se sacó su polerón y tomó el de Taeyong entre sus manos.

—Esto... —dijo mientras pasaba sus dedos sobre las marcas que habían entre el cuello y las clavículas del menor—. Yuta... —rió suavemente. Mark lo miró extrañado y se puso la prenda que le había pasado—. Supuse que había pasado cuando vi a Yuta durmiendo contigo, pero no lo pensé realmente.

—Perdón.

—¿Por qué? Yuta está soltero y tú igual, a no ser que Yuta hubiera estado muy ebrio, no hay razón para que te disculpes.

—Pensé que estaba molesto.

—No lo estoy... Mark, eres el menor entre mis amigos, eres como mi hermano pequeño; nunca estaría molesto contigo.

—Hyung...

—Siéntate por favor —le señaló la cama y Mark siguió su orden. Taeyong se sentó a su lado y le habló—. Fue tu primera vez si mal no me equivoco.

—S-sí.

—No te avergüences —le sonrió—. Tus mejillas rojas te hacen ver más tierno de lo que ya eres. Eres afortunado de haber tenido tu primera vez con Yuta.

—¿Sí?

—Sí... Yuta... no tiene un pasado muy lindo.

—Me habló de eso... me dolió solamente escucharlo, no me imagino como tuvo que haberse sentido.

—Precisamente por eso es que me alivia que las cosas hayan pasado de esta manera. Dudo que alguien sea tan cuidadoso y considerado como él... Hablemos de ti. ¿Todo bien?

—Sí, la verdad estoy mejor de lo que me esperaba.

—Bien ... Mark, te aprecio mucho, y no quiero que te pase nada. Eres algo hermoso, pequeño.

—Hyung...

—Espero que te lleves bien con mis amigos —le dejó su mano en su hombro—. Vamos —Mark asintió y ambos caminaron fuera de la casa.

—Amor —habló Doyoung.

—¿Sí? —le respondió Taeyong acercándose a él—. Mark, anda con los demás, ya te alcanzo.

—Vale —se alejó escuchando por encima la conversación de sus mayores.

—Por favor bebé.

—Doyoung...

—Venga, vamos.

—Ahora no.

—Taeyong...

—Doyoung, no.

—Perdón.

—Tranquilo...

Mark, ¿quieres? —le preguntó Jungwoo, mostrándole una botella de cerveza.

—Sí, gracias —la recibió y se fue con los demás.

—Dongsaeng, ven aquí —le dijo Yuta, haciéndole un espacio—. ¿Tienes frío?

—Está fresco, pero está bien —Yuta asintió y pasó uno de sus brazos por los hombros del menor y lo acercó a él—. ¿Quieres? —le ofreció lo que quedaba en su botella y el mayor asintió, tomando de esta.

—¿Estás bien, pequeño?

—Por el momento —Yuta tomó su mano y la acarició—. No me hagas llorar —suspiró.

「✁」FobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora