Libertad

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Se despertó temprano, entre el calor que tenía por haber dormido al lado de Yuta y la ansiedad que lo consumía por lo que iba a hacer hoy, no se podía esperar dormir más que las escasas 4 horas que tuvo de sueño. Se preocupó de levantarse de la cama sin despertar al mayor y fue hacia su escritorio, volvió a leer la nota que le había escrito su padre y se quedó viéndola en silencio un tiempo. No se esperaba que fuera a reaccionar así al encontrarlo de la forma en la que lo hizo; quizás ya no tenía tanto miedo de decirle a sus padres, bueno, más bien a su madre. Pero la vergüenza de no ser como esperaban que fuera seguía ahí, sin embargo, ¿le habían dicho algo respecto a cómo esperaban que fuera? Simplemente era lo que él pensaba sobre lo que sus padres querían, porque nunca le habían dicho nada al respecto.

Guardó la nota en la última hoja de su cuaderno y lo dejó encima de su escritorio, se sentía extraño que su padre supiera. ¿El padre de Yuta sabía? Sólo mencionó a su madre, ¿y su padre? ¿No vivía con él? Siempre habla de los padres de Shotaro, ¿no eran los mismos suyos?

La reacción de la madre de Yuta le seguía haciendo ruido, y lo que desencadenó eso también. ¿Quién había sido el chico que se acostó con Yuta ese día? Y no habían hecho nada al respecto, supuso que eso fue la última gota que rebalsó el vaso para que Yuta dejara de juntarse con los amigos que tenía antes, ese chico debía formar parte de ese grupo. Aparte iba en la universidad, Yuta había mencionado hace un tiempo que todos los chicos eran mayores que él, todos le sacarían mínimo 3 años. Mark no se imaginaba teniendo amigos con esa diferencia de edad.

Escuchó como sus padres se levantaban y fue a sacarle el seguro a la puerta para luego abrirla y llevar las tazas de la noche anterior a la cocina.

—¿Tu amigo? —le preguntó su madre mientras preparaba el desayuno.

—Durmiendo —le respondió sin siquiera verla y echó las tazas al lavavajillas.

—Entonces será desayuno para tres —Mark asintió y sacó una taza limpia para él.

—Buenos días hijo —le dijo su padre mirando por encima de sus lentes—. ¿Cómo dormiste?

—Bien —sacó un banco debajo de la encimera que estaba al otro lado del lavaplatos y se sentó.

—Cuidado —dijo su padre mientras se acercaba a llenar con agua hervida su taza—. ¿Té? ¿Café? Compré café descafeinado cerca de mi trabajo, mis colegas dicen que es bueno.

—Bueno, café —su padre abrió el frasco y se lo acercó a Mark, quien sacó un poco y luego le echó azúcar. Mark permaneció en silencio el resto del desayuno, su madre atribuyéndole eso a que venía recién despertando, su padre sabiendo por qué estaba así realmente.

Cuando subió a su habitación a buscar su celular, se encontró con que Yuta ya había despertado, el mayor se giró a verlo al darse cuenta que estaba en la habitación y le hizo el gesto con sus manos de que fuera a la cama al lado suyo.

No sé si deba —le dijo mientras se acercaba.

—Yo no debería estar aquí —se sentó y Mark se sentó a su lado—. ¿Estás mejor?

—Creo que sí... estoy algo nervioso porque pienso hablarles hoy.

—Es normal que te ponga así. Por lo menos tienes la seguridad que tu padre lo ha llevado bien hasta ahora.

—Sí, eso creo...

—Yo ahora debería ir a mi casa, a no ser que quieras que me quede.

—No, tranquilo, tendrás cosas que hacer.

—Si necesitas que me quede lo haré.

—Estaré bien solo.

—Si tú lo dices —se levantó de la cama a buscar sus cosas e ir hacia al baño para lavarse la cara y peinarse. Se arregló y Mark lo fue a dejar hacia la puerta, Yuta se despidió de él dejándole un corto beso en sus labios.

Su padre se encontraba en el patio de su casa, podando las plantas y los árboles que estaban ahí.

—¿La mamá? —le preguntó cerrando un poco sus ojos por el sol que le llegaba a la cara.

—Duchándose —se giró a ver a Mark, quien lo vio en silencio.

—Papá sobre lo de... ayer... —miró hacia abajo y juntó sus manos, las cuales le empezaron a sudar—. Me gustaría hablar contigo y con la mamá sobre eso.

—Claro —dejó las tijeras en el suelo y se acercó a Mark, quien mantuvo su mirada baja—. Hijo, a mí me importa que seas alguien humilde y de buen corazón, lo demás son detalles —dejó su mano encima del hombro de Mark—. Dame un abrazo —abrió sus brazos y Mark se escondió entre ellos, apretando el contacto mientras intentaba dejar de llorar—. Sé que te esfuerzas en que estemos orgullosos de ti, y lo estamos. Te queremos mucho Mark —Mark asintió a la vez que apretaba sus ojos al sentir como las lágrimas se deslizaban por su rostro. Su padre subía y bajaba su mano por su espalda mientras Mark se iba calmando, ya había pasado un buen tiempo desde que abrazaba a su padre así.

—Ya —susurró, separó el abrazo y se secó las lágrimas con sus manos.

—Vamos a hacer el almuerzo y después hablamos con la mamá —se sacudió sus manos, se limpió los zapatos y entró junto a Mark a la casa.

Ambos hicieron el almuerzo en silencio, de la misma forma en que se quedó Mark mientras comían, y a esas alturas su madre ya notaba que algo andaba fuera de lo normal con su hijo menor.

—Mamá —le dijo mientras le pasaba su plato ya vacío y ella lo iba a dejar al lavavajillas.

—¿Sí? —le preguntó mientras caminaba de vuelta a la mesa, su padre se fue a sentar a su lado.

—Qui-quiero —se aclaró la garganta—, quiero hablar con u-ustedes...

—¿Qué pasa hijo? —se sentó a su lado.

—Yo... vengo pensando esto hace un tiempo y... y... y yo... lo pensé bastante, le di muchas vueltas y... —su madre tomó su mano entre las suyas y la acarició suavemente—. Llegué a la conclusión que... —sintió como se le tensaba la garganta y una presión se situaba en su pecho—. Me gustan los hombres —se quedaron en silencio y Mark rompió en llanto, cubriéndose su rostro con sus manos. Su madre se levantó de su asiento para abrazarlo y Mark se levantó para devolverle el abrazo más cómodamente. Su padre se levantó de igual forma, y entre los brazos de ambos no se podía sentir más aceptado.

Y escuchó como su corazón volvía a latir, después de todo este tiempo que lo llevaba haciendo en silencio, callado en el fondo de su ser, por miedo a que por la más mínima acción fuera a ser descubierto lo que hasta ahora era su mayor secreto, hasta ahora, porque ya no lo era, ya todos conocían su realidad y ese sentimiento no lo cambiaría por nada.

✦ • °

Cada vez está más cerca el final, cuando termine de escribir el último capítulo me voy a sentir muy vacío😭😭

「Minjunツ」

「✁」FobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora