「✁」Fobia

Orgullo

Cada vez que escuchaba el tono, sentía como una cadena le rodeaba su garganta y le era fijada con un candado.

—Como sea una de tus mierdas, voy a bloquear tu contacto —fue lo primero que escuchó de la otra parte de la línea.

Se quedó unos segundos pensando en qué decir, las palabras no lograban salir de su boca.

—Voy a colgar.

—E-espera.

—¿Puedes ser más rápido? ¿O tienes la misma capacidad de hablar que un niño de 2 años?

—Ne-necesito hablar contigo.

—No tenemos nada de que hablar.

—D-de ver-verdad... por favor —hubo silencio de la otra parte—. ¿Pu-puedes venir aquí? Quiero hablar contigo... por favor —Jaemin se mantuvo en silencio, se escuchó que arregló un par de cosas y que cerraba su puerta.

—Vives cerca de Renjun, ¿cierto?

—Sí.

—Iré, haz que valga la pena —Donghyuck no agregó nada, y por más que hubiera querido, el menor ya había colgado.

Esperó impaciente su llegada. Vio desde su ventana que él se encontraba por su calle y bajó rápidamente a recibirlo.

—Podemos ir a mi habitación, es más acogedora —Jaemin asintió y siguió a Donghyuck.

El celular de Jaemin sonó y él respondió al instante.

—¿Qué pasa amor? (...) Estoy donde Donghyuck

—¿Qué haces ahí? —se alcanzó a escuchar por el fuerte tono de voz.

—Tranquilo, si quieres puedes venir, me dijo que quería hablar. (...) Claro, te espero. (...) Yo igual te amo —guardó su celular en su bolsillo y entró en la habitación de Donghyuck.

Se miraron unos segundos, Donghyuck hacía cortos pero continuos movimientos con su boca, demostrando lo nervioso que estaba. Por otra parte Jaemin no le sacaba los ojos de encima, impaciente de que dijera algo.

—Perdón —dijo luego de debatir todos los posibles escenarios que esas palabras provocarían. Se sentía débil e indefenso frente a Jaemin, y sobre todo se sentía patético ya que él era mayor. ¿No debería ser al revés?—. De verdad, perdón por todo —Jaemin lo miró en silencio unos momentos y asintió. Cuando había llegado a su casa, notó los ojos hinchados del mayor. Supuso que algo tuvo que haber hecho que cambiara de opinión.

Escucharon golpes en la puerta.

—Vo-voy a abrir la puerta —dijo Donghyuck, aprovechando de evadir la incomodidad que estaba sintiendo y dejando a Jaemin solo en su habitación. Una vez abrió la puerta, hizo subir a Jeno igualmente.

Jaemin los esperaba sentado en el borde de la cama.

—¿Tus padres no han llegado? —Donghyuck miró al piso y evadió la pregunta.

—Yo... de verdad lo siento mucho...

—Sólo quiero saber por qué —dijo Jeno—. De verdad, la única razón por la que te conocemos es por todo lo que has hecho.

—Es algo larga la historia...

—Te escuchamos —Donghyuck levantó sus ojos hacia Jeno, preguntándole con la mirada si de verdad le iba a escuchar. De alguna forma el menor le entendió y asintió.

—Eh... —se llevó una mano a la cabeza y se la rascó mientras miraba hacia un lado—. Recién preguntaste por mis padres... mi padre no está, mi madre trabaja hasta tarde —Jeno se dio cuenta por qué había evadido la pregunta.