—¿No se te queda nada? Igual no te preocupes si te olvidas de algo, te lo pasaré mañana.
—Creo que no se me queda nada, tampoco es como que hubiera traído muchas cosas... mejor me voy —señaló a Yuta quien lo miraba atentamente desde su auto—. Nos vemos mañana —se despidió de los chicos y se subió al auto de Yuta.
—Puedes dejar tu mochila atrás —Mark tomó su bolso y lo dejó en los asientos traseros.
—¿Sabes dónde es?
—Sí, la novia de Shotaro vive en la cuadra de Donghyuck, vives cerca de él ¿cierto?
—Vivo al frente suyo.
—Oh...
—Sí... —tomó su cinturón y se lo puso. Se acomodó en su asiento y Yuta tomó su mano para dejarla en la caja de cambios y luego dejar la suya encima—. ¿Qué pasa entre tú y Sicheng? —El mayor rio mientras giraba en la calle.
—Somos amigos —Mark asintió y se giró a mirar por la ventana—. No me crees, ¿no?
—No, no, sí le creo, hyung.
—Hmm... dime la verdad, pequeño.
—N-no sé... no parece una amistad.
—¿Por qué lo dices?
—No... por nada.
—Los chicos hablan de nosotros, ¿cierto? —Mark se quedó en silencio—. Tomaré eso como un sí.
—Siempre dicen cosas como «Yuta está con Sicheng, como de costumbre» y no sé... quería saber si había algo más entre ustedes.
—No, somos sólo amigos.
—Vale.
—Aunque terminé con mi novio por él.
—Oh... hyung, si no quiere hablar de eso, está bien.
—Sí quiero hablar de eso. Quizás el viernes aún me dolía el tema, pero ahora estoy con la cabeza fría.
—Lo escucho.
—Él estaba celoso de que estuviera tanto tiempo con Sicheng, ya habíamos estado un par de semanas sin vernos por los exámenes y cuando nos veíamos él no me dejaba ni besarlo. Viéndolo desde fuera, era notable, pero al final me dijo «dejas de ver a Sicheng o terminamos» y no pensaba dejar de verlo.
—¿Por qué pasabas tanto tiempo con él?
—Porque me gusta —frenó en el semáforo y se giró a ver a Mark—. Suena muy mal si no tienes en cuenta que soy poliamoroso.
—Oh...
—Me gusta Sicheng y me seguía gustando mi ex, por eso no terminaba con él. Aunque no le fui infiel, ni siquiera la mano le di a Sicheng. Siempre respeto los límites que me ponen mis novios.
—¿Sólo hombres?
—Lamentablemente... si te incomoda tener tu mano ahí, la puedes sacar —levantó su mano de la caja de cambios y Mark sacó su mano. Yuta bajó su mano, algo desilusionado por la rapidez del menor en separarse de él; sin embargo, una notable sonrisa se posó en su rostro ante la inesperada acción del menor: puso su mano de nuevo, pero esta vez encima de la suya— . ¿Qué pasó ayer, pequeño?
—¿Ah?
—No te hablé de la forma más amable del mundo... no sé, en esos casos sería normal que te alejaras, no que te quedaras conmigo y me dejaras besarte —Mark sacó su mirada sobre Yuta y la llevó a sus piernas, sacó su mano lentamente, intentando hacer menos notable lo incómodo que se había puesto, aunque por más lento que se moviera, Yuta lo iba a notar igual—. Perdón, tuve que haber pensado que te ponía incómodo —se apartó de la calle y estacionó un momento—. Mark, necesito que me hables, no soy un adivino que sabe lo que estás pensando y cómo te sientes —dejó su mano encima de la de Mark y la acarició—. No estoy enojado contigo, ¿sí? Pero no puedo estar adivinando si estás incómodo, si quieres saber algo, si quieres hacer algo. No tengo telepatía, no puedo escuchar lo que piensas.
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「✁」Fobia
FanfictionEnero de 2012, Mark Lee se muda a Corea después de haber desarrollado agorafobia en su país natal gracias al constante acoso recibido por parte de sus compañeros. Al inicio siente que de esa forma logrará evadir los problemas, pero quizás ese grupo...