Inevitable

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—Llegué —dijo mientras cerraba la puerta.

Estoy en la cocina hijo —escuchó a lo lejos.

—Luego voy —subió las escaleras y caminó hacia su habitación.

—Amor ¿ya está lista la comida? —Mark rio y caminó dentro de la oficina de su padre.

—Soy yo.

—Oh —se bajó sus lentes y miró a Mark—. ¿Todo bien?

—Sí, bastante... voy a ordenar mis cosas y hablamos.

—Claro —le sonrió y volvió a lo que estaba haciendo.

Mark entró en su habitación, tiró su bolso donde cayera y se lanzó a su cama. La extrañaba.

Soltó un pequeño suspiro y se dio vuelta a mirar el techo de su habitación.

¿Realmente había pasado todo lo que pasó?

Vació su bolso en el cesto de la ropa sucia y fue a ducharse.

Después de quedarse mirando en el espejo como si fuera la misma Afrodita bajada a la Tierra, decidió salir a vestirse y bajar a comer.

—Jjajangmyeon —le dijo su madre mientras ponía la mesa—. Supongo que extrañaste la comida de casa.

—Bastante —miró los distintos platos que estaban servidos, ni siquiera se había dado cuenta de que tenía hambre.

Después de comer, junto a su padre retiraron la mesa y se quedaron conversando los tres juntos.

—¿DongHyuck no fue contigo? —Mark se quedó en silencio un momento, era la última persona de la que quería hablar.

—N-no.

—Lo vi con unos chicos el sábado por la mañana, me sorprendí bastante porque pensé que había salido contigo.

—N-no... él... prefirió quedarse.

—Vale... —asintió poco convencida—. Y ¿qué pasó el viernes?

—Nada... mamá, necesito hacer unos deberes para mañana ¿sí? —le sonrió y subió a su habitación.

Estuvo a punto de cerrar la puerta de un portazo, pero logró detenerla antes de que se azotara.

No había pensado en que si iba al instituto tendría que ver a DongHyuck de igual manera.

Lo de los deberes era obviamente mentira, los exámenes habían terminado hace poco y no podían mandarle tarea de algo que no había aprendido.

Sin embargo vio los libros de DongHyuck puestos al lado de los suyos, una carpeta con un par de letras que había escrito separaba los libros de ambos. Los iba a necesitar, se los tendría que pasar pronto.

Se giró hacia su pared, no quería seguir viendo cosas que le recordaran a DongHyuck; por más que todo se lo recordaba.

Al final el sueño lo terminó venciendo.

[...]

Dos de la mañana.

Se despertó a las dos de la mañana, la verdad se sorprendió de no haberse despertado antes, ya no recordaba lo que era llegar cansado de un viaje.

Subió su cortina y vio hacia fuera. Su habitación era iluminada sólo por la luz de la calle.

Lágrimas empezaron a caer por su rostro ante la nostalgia, parecía ayer cuando había visto a DongHyuck desde ese mismo lugar.

Lo extrañaba tanto pero no podía ignorar todo el daño que le hizo.

Se miró al espejo y se sonrió, tenía ganas de ir a abrazar ese Mark de 13 años que estaba solo frente al mundo.

「✁」FobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora