Game over

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Mark esa noche definitivamente no iba a dormir bien.

Y así tuvo su ya conocido despertar con sudor frío, respiración acelerada, escalofríos.

La diferencia era que llevaba meses sin tener pesadillas

—Donghyuck... Mierda —susurró mientras se cubría los ojos.

Tenía miedo, por más que supiera que no era real, lograba escuchar las palabras de aquellos chicos, que lo habían amenazado por años.

Aunque qué eran esos niños, más que una vil excusa para tapar sus verdaderos problemas y las verdaderas razones por las que se había despertado de esa forma, luego de tanto tiempo de haber sufrido a manos de la crueldad más pura e innata del ser humano. Y es que a esas alturas aquellas criaturas ya no deberían significarle nada en su vida diaria, y así era. Pero le costaba aceptar que el problema que tenía ahora mismo no tiene el mismo peso que lo que le pasó hace años. Y que ya había superado hace tiempo.

Porque ya habían sido años desde la última vez que se preocupó sobre la imagen que ellos tenían de él.

Pero sólo una cosa no le había dejado de dar vueltas.

Y sentía que nunca iba a dejar de hacerlo.

Si ninguno de sus ahora amigos tenía problemas con su sexualidad, ¿por qué no dejaba de sentir asco sobre si mismo?

Bajaba por sus contactos, leyendo los que alcanzaba a procesar, la desesperación le estaba ganando. «Yuta» sus ojos enfocaron bien su nombre. Fue la primera persona en la que pensó correctamente. Obviamente, después de Donghyuck.

Tomó su celular entre sus temblorosas manos y marcó el número del mayor.

—Hyung...

¿Mark? ¿Estás en tu casa?

—S-sí...

Estoy cerca, voy en camino, no me cuelgues.

—Hyung... —sollozó.

Tranquilo, inhala, exhala, ¿sí? —Mark asintió, por más que el mayor no lo podía ver. Apretaba sus ojos fuertemente como si eso fuera a calmar su llanto. Mantenía sus labios juntos y tensos, reprimiendo todos sus sollozos—. ¿Mark? ¿Sigues ahí?

—E-estoy a-aquí, hyung.

Toca tu ropa, siéntela —Mark llevó una de sus manos a su ropa, pero no lograba dejar de pensar en todo, en nada, en las personas, en él, en Donghyuck, en sus amigos, su hermano, ¿su hermano? ¿Qué diría su hermano? ¿Si sus padres no lo hubieran puesto en esa escuela, hubiera tenido que pasar por todo esto? ¿Y si Donghyuck no hubiera sido así, se sentiría como se siente ahora? ¿Y por qué Donghyuck estaba faltando a clases? ¿Le habrá pasado algo? ¿Y si él hubiera ido al instituto se hubiera dado cuenta del por qué estaba faltando? ¿Y si-? ¿Exactamente sobre qué estaba pensando? ¿Siquiera se estaba cuestionando algo? ¿Cuál era el fondo de todo esto?—. Mark, responde.

—Apúrese...

Estoy cerca, voy lo más rápido que puedo. Mira a tu alrededor, dime qué ves —Mark levantó su mirada pero todo era borroso y aunque lograra enfocar lo que estaba cerca, su cerebro no lo procesaba, no le quedaban energías para eso. Su hermano iba a venir a verlo, después de tantos años. Lo vio crecer a la distancia, Mark se convirtió en un hombre lejos de él. Y todo por su culpa, si tan sólo hubiera sido más fuerte y hubiera sido capaz de soportar lo que le pasó como una persona normal. Y si no se hubiera afirmado en los demás y no hubiera dependido de lo que pensaban y—. Mark, dime qué ves.

「✁」FobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora