Realidad

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Le costó hacerse la idea de volver al instituto, pensaba que iba a ser igual que la vez pasada, pero no fue así. Esa mañana se vistió con la misma ropa que llevó el primer día, pero algo se sentía diferente; sus movimientos se sentían más rápidos, su cuerpo ya no le pesaba, se sentía ligero. Y esa mirada seria que siempre se apoderaba de su rostro cuando salía, ya no estaba. No podía sacarse de la cara esa sonrisa que comúnmente la tenía por su hermano, pero ahora la tenía porque ya no le preocupaba lo que vieran los demás, porque lo que podían hacer ellos, ya lo hizo él.

Se despidió rápidamente de su madre y caminó hacia el instituto por el camino que se había aprendido hace una semana. Cuando llegó se sintió extraño al no sentir esa amenaza desde la multitud que ocupaba lugar en la entrada del instituto, y después de avanzar lentamente entre los estudiantes, subió a su sala de clases.

Doyoung se encontraba conversando con Taeyong y Jungwoo le estaba mostrando algo a Yuta en su celular.

—No si eso pensé cuando lo dijo el señor Lee —mencionaba Taeyong mientras jugaba con el cabello de Doyoung y lo miraba a los ojos—, pero creo que dijo que no sería lo mismo para los dos cursos, igual puede que... —dejó de hablar mientras veía hacia la entrada del salón—. Broma —sonrió mientras veía incrédulo a Mark, Doyoung miró hacia donde estaba mirando su novio y sonrió de igual manera.

—Mark —dijo Yuta mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia el menor—. Hey —le susurró una vez llegó a su lado—. ¿Cómo salió todo ayer? ¿Estás bien? —Mark le sonrió, asintió y llevó su rostro ligeramente hacia adelante—. ¿Estás seguro? Hay gente pasando por los pasillos, hay gente en el salón —Mark tomó a Yuta del mentón y lo acercó para dejarle un casto beso sobre sus labios.

—No me importa la gente.

—Bien, bien, wow —suspiró Yuta y sonrió—. Vamos a tu puesto y ordenas tus cosas —ambos caminaron de vuelta hacia el fondo de la sala y Mark acomodó su mochila para luego sacar un cuaderno y dejarlo encima de su mesa.

—Qué bueno que viniste —le sonrió Taeyong.

—Te echaba de menos —Jungwoo le desordenó el cabello—. ¿Alguna novedad?

—Se me declaró Donghyuck.

—¿Que se te qué quién? —preguntó Taeyong por más que hubiera escuchado perfectamente.

—Que se me declaró Donghyuck.

—¿Cuándo? ¿Ayer?

—El sábado.

—¿El sábado? A la noche supongo.

—Fue antes de que me pidiera ir a su casa —dijo Yuta—, Donghyuck se le declaró y después me llamó.

—Oh...

—No supe qué decirle a Donghyuck y le pedí que habláramos otro día, se fue y vi el hoodie de Yuta... entonces, bueno, lo llamé.

—O sea, igual está bien, tipo, con Donghyuck las cosas no están bien, no sé qué se esperaba —dijo Taeyong y Yuta asintió.

—Hubiera estado bien si mi padre no nos hubiera encontrado a los dos sin ropa... —Jungwoo instantáneamente levantó su mirada hacia Mark y dejó su mano en el hombro del menor.

—¿Todo bien?

—Sí, sí, al final decidí salir del closet con mis padres y ambos reaccionaron bien, bueno, mi padre me dijo que no le importaba y mi madre no me dijo nada, sólo me abrazó, pero ella nunca ha sido de palabras realmente.

—Woah, eso es increíble Mark —dijo Taeyong.

—Sí, bueno, como había salido del closet con mi hermano el jueves, supongo que eso puso la base para poder decirle a mis padres —Jungwoo sacó su mano de encima de Mark y Doyoung miró atentamente a Jungwoo.

「✁」FobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora