Sentimientos

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El camino de vuelta fue en silencio. Era extraño porque no era ese silencio incómodo que esperaba Mark en un principio, pero tampoco llegaba a ser agradable (como solía serlo).

Donghyuck caminó todo el tiempo con la mirada baja y Mark estuvo viendo las calles en todo momento. Donghyuck había estado viviendo en ese lugar más que Mark, pero eso no era excusa para que uno se supiera el camino de memoria y el otro pareciera que no estuviera en su ciudad. Que Donghyuck lo estuviera prácticamente guiando de vuelta a su casa le recordó que por más que nada justificara lo que le hizo, la cantidad de años que el menor prácticamente cuidó de él hacían que no pudiera estar del todo enojado.

Aunque estaría mintiendo si dijera que no le hervía la sangre cada vez que el menor emitía un comentario homofóbico, porque ya no lo estaba ofendiendo a él, sino que también a sus amigos, quienes habían estado para él este último tiempo.

De igual forma le dolió que Jeno supiera más que él sobre Donghyuck en estos momentos, tener que enterarse sobre lo que estaba pasando en casa de Donghyuck por parte de una persona con la que casi ni hablaba, le incomodó más de lo que se esperaba. Y es que nunca nadie había sabido más de Donghyuck que él mismo.

Pero las cosas habían cambiado.

Sintió la mano de Donghyuck rozar con la suya un par de veces, pero ambos estaban caminando y era natural que se moviera el cuerpo, ¿no?

Cuando llegaron a su casa todos notaron como Donghyck tenía el labio claramente roto, sin embargo, nadie dijo nada. A veces, por más que doliera, había que quedarse callado e intentar ignorar la realidad.

Yuta ya no estaba, Taeyong le dijo a Mark que Sicheng había vuelto y que cuando Mark les dijo que había encontrado a Donghyuck, Yuta no tardó en ir donde su novio.

Yuta y Sicheng ya eran novios.

Y Yuta no le había dicho.

Fuera de lo que se esperaba, no se sintió celoso, aunque no pudo evitar sentirse como una carga para el mayor.

Cuando todos se fueron, (incluyendo a su madre, quien había salido a cenar con su padre) no se pudo sentir más culpable.

Pareciera que ya se le había hecho una costumbre el sentirse culpable frente a cosas que no estaban bajo su control.

Era prácticamente ilógico sentirse culpable porque Donghyuck se había escapado de su casa, pero sus amigos habían dejado de hacer lo que estaban haciendo por Mark, no por Donghyuck.

Y eso era lo que le hacía sentir culpable, no se sentía merecedor de ellos. ¿Qué les estaba dando a cambio?

Se dio cuenta que se había quedado quieto en su sillón, mirando fijamente a uno de los muebles que estaban ahí. Se restregó los ojos y se levantó de ahí, vio como en una de las sillas del comedor había un hoodie que no era suyo y se acercó a tomarlo.

Olía a Yuta.

Lo dobló y lo dejó en el sillón para que no se le olvidara devolvérselo.

Subió a su habitación e hizo su cama, bajó las cortinas y sin pensarlo movió su velador y sacó la cama que había debajo de la suya, la miró unos momentos, seguía como la había dejado Donghyuck la última vez. Se agachó y se tiró en ella, se dio vuelta quedando boca abajo y respiró el aroma del menor. No sabía que era lo especial que tenía que hacía que se calmara tanto. Era una mezcla de la colonia y el jabón que usaba, algo que Mark podría estar oliendo por horas. Se sentía protegido pero también tenía la necesidad de proteger.

Se levantó a buscar su celular cuando escuchó un par de notificaciones de este, quizás era su padre pidiéndole que le preparara algún té o algo para cuando llegara.

「✁」FobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora