「✁」Fobia

Primera y última vez

Caminaron juntos a la casa de Mark, hubieran estado en completo silencio de no ser por el bullicio que se formaba gracias a las diferentes conversaciones de los estudiantes que caminaban por ahí devolviéndose a sus casas. Donghyuck se sabía el camino de memoria y los dos giraron por inercia frente a la casa del mayor, Mark sacó sus llaves de su mochila y abrió, dejando pasar a Donghyuck para luego cerrar la puerta.

Ambos subieron a la habitación de Mark y dejaron sus cosas cada uno en su escritorio. 

—Quiero retomar lo del sábado —dijo Mark después de sentarse en el borde de su cama—, no tuve que haber cortado la conversación así, lo siento —la seriedad en el tono de su voz llegaba a sorprenderle a sí mismo (por más que evitó demostrarlo), y es que esa era verdaderamente la primera vez que hablaba de esa forma con Donghyuck.

—Yo tampoco tuve que decir que... bueno, lo último que te dije; no venía al caso.

—Quizás sí, quizás sí tenía que ver con todo lo que pasó.

—Lo siento mucho hyung, de verdad que no entiendo cómo pude llegar a hacerle daño de esa forma sin darme cuenta, no entiendo cómo no lo pensé antes. Todas las veces que usted se quedaba callado frente a mis comentarios y como prefería no opinar al respecto de la comunidad tuvo que haberme alertado de algo. Se me fue de las manos y comprendo completamente que estés enojado conmigo, nunca tuve que haberte dañado de esa forma.

—No es todo tu culpa, también entiendo tus actitudes Donghyuck, de haber tenido tu padre quizás hubiera hecho lo mismo.

—Pero no por mis complejos tenía que dañar a los demás, de verdad que no puedo estar más arrepentido.

—No sabías que me estabas dañando. No lo hacías con esas intenciones y... que te hayas disculpado con Jeno y Jaemin, y luego hayas venido a hablar conmigo demuestra que... de verdad te diste cuenta de lo que estabas haciendo, ¿no?

—Sí... me duele que... quizás haya aportado de cierta forma a los problemas que usted ya tenía yo- yo de verdad hyung yo-

—Está bien Donghyuck...

—Entiendo perfectamente que no me hayas querido ver después de haberte dicho que me gustabas —Mark se quedó en silencio con la mirada en el suelo, Donghyuck lo miraba preocupado apoyado en su escritorio.

—Entonces es verdad... no lo dijiste por...

—No hyung, no lo dije ni para hacerle pasar un mal rato ni para asustarle ni nada de eso... yo —suspiró y se llevó sus manos a su cabello—, intenté no decirlo, pero de verdad que no podía seguir guardándome eso, no después de todo lo que había pasado y que probablemente —calló un momento y tragó fuertemente—, n-no tendría otra —volvió a guardar silencio—, otra oportunidad de hablarle, i-incluso de verlo —Mark levantó su mirada hacia Donghyuck, quien lo miró con la cabeza baja—. Perdón —dijo llevándose las manos hacia sus ojos, secándose las lágrimas antes de que salieran.

—No va a pasar eso, no voy a dejar de verte para siempre sólo por enojo, no después de todo lo que hemos pasado juntos —se inclinó hacia adelante, intentando hacerse lo más claro posible—. ¿O aún no te entra en la cabeza que por mucho tiempo fuiste mi único amigo? —se levantó hacia su escritorio, abrió uno de sus cajones y sacó un cuaderno que ya estaba algo gastado—. Dime qué es esto, lo conoces ¿no?

—Sí, lo conozco hyung.

—Dime qué es.

—El cuaderno en el que usted escribe.

—¿Y por qué crees que escribí la gran parte de esto? ¿Sacaba la inspiración de la luna acaso? —respiró profundamente para calmarse—. Lo hacía gracias a ti Donghyuck, cuántas cosas habré liberado aquí gracias a que tú me insistías con que querías que te escribiera letras para que cantaras.