Agradecido con el villano (Aizawa Shouta X Reader) [Terminada]

David

Al llegar a casa lo primero que veo es al minino, le doy de comer, me pongo algo más cómodo que lo que traía puesto y comencé a hacer la cena para mantenerme ocupada, aunque solo me mantenía pensando en mi hermano y lo sucedido en casa. Entonces recibí una llamada, un número desconocido.

-¿Aló?

-(T/N)______ me enteré de lo que pasó con Matías. Estoy en el aeropuerto y me voy a quedar en tu casa.

-¿Quién habla?

-¿Me vas a decir que ya se te olvidó como suena mi voz? Soy el único que aún tiene tu número y me olvidaste- trato de bromear, entonces lo reconocí.

-David- hablé sorprendida luego de un rato de asimilarlo- N-no, no vengas. Ya me estoy haciendo cargo- suspiró del otro lado de la línea y luego se escuchó la voz típica del aeropuerto avisando un vuelo.

-No sé si escuchaste, pero ese es mi vuelo. Espero que registres mi número otra vez, porque al parecer lo perdiste o borraste- parecía algo molesto- envíame la ubicación de tu casa por mensaje, tengo que colgar. Nos vemos.

Cortó la llamada dejándome un amargo sabor de boca. David es mi primo, y sabe todo, lo que quiere decir que probablemente sus padres lo sepan también. Ahora él está viniendo a Japón a ayudar y piensa quedarse en mi casa. Pero yo ya no tengo casa. El sonido del horno me saco de mis pensamientos.

Luego de morir mis padres, mis tíos trataron de adueñarse del dinero, pero como los dejé me las tuve que ver duras. Aunque siempre conté con el apoyo de David, al menos hasta hace unos años, que me infiltré entre los yakusas y como él lo dijo, perdí su número, por lo que también perdimos contacto alguno.

Antes de que se me olvide guardo su número de contacto y en un mensaje corto pero específico le digo que valla a un hotel, que allá le cuento todo.

-¡Llegue!

-¡Estoy en la cocina! -entro deshaciéndose la corbata, sonreí y me acerque luego de terminar de poner la mesa- ¿Me abrasas? -se desconcertó un poco, pero finalmente lo hiso.

-¿Todo bien amor? -reí bajito escondiéndome en su pecho.

-Te hice decir una cursilería- elevé la mirada, encontrándolo algo sonrojado tratando de que no me diera cuenta- me encanta- lo besé- me encantas.

Me separé y comencé a servir la cena escuchándolo suspirar.

-Y tú a mí me confundes.

-Fuiste tu quien dijo que en realidad nunca rompimos oficialmente ¿no?

-Tienes un orgullo impresionante, pero no me quejo- me ayudó a llevar los platos a la mesa y me besó.

-Voy a salir dentro de unas horas.

-Te acompaño.

-¿Seguro? -asintió.

-¿Dónde vamos?

-Al aeropuerto- me miró- vendrá un familiar y voy a recibirlo, solo lo acompañaré a su hotel y hablaré con él mañana.

-¿Es por lo de Matías? -asentí. Se quedó en silencio el resto de la cena hasta que terminamos y aseamos hasta que se hiso la hora de arribo del vuelo.

Subimos al auto y comenzó a manejar hacia el aeropuerto en silencio hasta detenerse en un semáforo en rojo. Puso la mano en mi muslo y habló.

-Llevo un rato pensándolo, y no encuentro manera en que suene bien, pero, ¿no era que no tienes familia?

-Pues... se supone que, si la tengo, pero nunca fue como si la tuviera, siempre fuimos Matías y yo, nada más. Aunque, Oscar, mi amigo, siempre estuvo al pendiente de nosotros. Y David, mi primo, a quien vamos a ver ahora, trataba también de estar cerca, pero sus padres, mis tíos, sacaban provecho de ello- arranco de nuevo poniendo la mano en la palanca de velocidades.

-No entiendo.

-Ellos querían el dinero de la herencia, no lo permití, se deshicieron de mi en venganza y al ver que en vez de quedar en la ruina generé más por mi hermano, enviaron a mi primo a hablar conmigo para que regresáramos a vivir con ellos. Y así fue durante varios años- comencé a jugar con los dedos de su mano, que había vuelto a mi pierna- a veces hablábamos sobre nuestras vidas y todo iba bien, hasta que insinuaba el ir con sus padres y terminábamos peleados.

-¿Por eso nunca hablas de ellos?

-Con esfuerzos diría que solo David es parte de mi familia, pero a sus padres los desconozco. Les había perdido la pista unos meses antes de venir aquí por primera vez, pero ahora, de alguna manera David se enteró, lo que quiere decir que ellos también lo saben.

-Al menos esta vez no tendrías que lidiar con ellos sola- besó mis nudillos y terminó de aparcar el auto. Bajamos y fuimos al andén correspondiente.

A lo lejos pude ver su distintiva cabellera amarilla de raíces negras teñida. Iba tomada de la mano de Aizawa, así que solo comencé a caminar guiándolo a mi lado.

-David- dije a modo de saludo cuando ya estábamos cerca llamando su atención.

-(T/N)______- pareció primero asimilar que me tenía en frente- estas... viva- sí, estaba digiriéndolo. Me abrazó con fuerza llevándome un poco hacia atrás y haciendo que soltara la mano de Shouta- que alegría verte- se separó un poco- y en tan buen estado- volvió a abrazarme con fuerza.

-Si, también es bueno verte- le medio devolví el gesto- te presento a mi pareja, Aizawa Shouta- lo separé con algo de esfuerzo.

-Un gusto, David (T/A)_____- me soltó para poder presentarse como es debido.

-El gusto es mío, Aizawa Shouta- su teléfono sonó y se alejó un poco para contestar- disculpen.

-Te aparté una habitación de hotel, solo vamos a llevarte allá y hablaremos después de lo que quieras, por hoy ya es tarde y nosotros estamos cansados, aunque tú tengas el horario de (T/p)_____ nosotros estamos acostumbrados al de aquí. Te buscaré en tu hotel mañana a la hora del almuerzo, comemos juntos y hablamos lo que quieras.

-Que seca. ¿No te alegra verme?

-Claro que lo hace, pero sé que mis tíos te enviaron para algo

-Pues te equivocas, ellos no saben porque estoy aquí, tuvieron que enterarse a donde venia por los estados de cuenta, pero de no ser por ellos ni siquiera sabrían que salí del país.

-¿Aún manejan tus cuentas? -asintió- ¿Qué no vives por tu cuenta?

-Trato, pero sabes como es mamá, me quiere tener pegado a ella- le solté un golpe en la nuca.

-No te estés quejando de tu madre, aunque sea como sea, no lo hagas. Al menos no en mi presencia- supongo que en ese momento algo hiso click en su cabeza y asintió agachándola.

-¿Nos vamos? -asentí volviendo a tomar su mano e hicimos justo lo que le dije a David.

Mañana tendríamos que comenzar la mudanza a las residencias de la U.A. y yo tendré que ir y poner al corriente a David con todo lo que esta pasando últimamente en mi vida, a ver con que cosa me sale cuando le pregunte por la suya.

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-Alex.