Agradecido con el villano (Aizawa Shouta X Reader) [Terminada]

Mini Shouta

Me sorprendió escuchar su voz. Me sonrojé al tiempo que alzaba la mirada.

-Idiota, le decía al gato- traté de verme seria, pero no pude evitar la risa cuando volví a hablar- ¿Hace cuánto estas aquí?

-Desde que vi al gato tocar la puerta.

Que boba soy, es lógico que el trajo al gatito. Se que Aizawa puede llegar a ser muy frio, pero a veces bromea un poco conmigo.

-¿Es tuyo el gatito?

-No. Es tuyo. Si lo aceptas- ahora es él quien se sonroja.

-¡¿Qué?! No tenías...

-Esta bien, lo adopté así que no me costó nada.

-¿Y esto? -alce una ceja con una sonrisa en la cara- ¿tampoco te costó nada?

-Cuando venía para acá lo vi y recordé que me dijiste que te gustaban los gatos tanto como a mí y lo adopte para ti.

Él solo evito la mirada y se llevó la mano a la nuca.

-¿Quieres pasar? -me hice a un lado y él entro a la casa. Aproveche que estaba de espaldas para abrir la pequeña cajita. Eran un par de aretes en forma de estrella- están preciosos, gracias- lo abrace efusivamente.

-No sabía que traerte, y como siempre llevas aretes, pensé en eso.

-Pues me encantan. Gracias- tenía razón. Hace muchos años, antes de que mis padres murieran me habían regalado un par de aretes y un collar a juego, jamás me los quito.

Él estaba parado en medio de la sala, y el pequeño gatito se restregaba en sus piernas, mientras ronroneaba.

-Creo que te quiere más a ti.

-No, pronto te querrá más a ti. La gente siempre termina queriéndote mucho- yo solo sonrió.

-Y ¿Cómo se llama?

-Aún no tiene nombre, preferí que se lo pusieras tú.

Mire al gatito en mis brazos y me causo gracia su gran parecido con Aizawa.

-Shouta.

-¿Qué?

-Se llamará Shota- él hizo su típica cara de desagrado- ¿Qué tiene? – reí un poco- se parece mucho a ti, míralo, el cabello largo negro, los ojitos pequeños y la cara de malhumorado. Son como gemelos- finalice con una gran sonrisa y dándole al gatito en sus manos-Por cierto, no tengo comida para gato, ¿vamos a comprar un poco?

-Claro.

Salimos del apartamento luego de que Shota me convenciera de que el gatito estaría bien solo. Fuimos a comprar la comida mientras conversábamos un poco.

-¿Te invito a comer?

-¿Por qué lo harías?

-Porque si, me trajiste un compañero y un par de aretes. Deja que te cocine algo -sin darme cuenta comencé a caminar delante de él. De repente volví a sentir esa extraña tensión que no se definir. Siento como su mano se pone en mi cintura y me voltea al tiempo que me atrae hacia él. Poco a poco se acerca a mí, y yo, inconscientemente, me acerco también. A esta cercanía puedo definir más sus facciones, sus ojos como apagados, el mechón de cabello que cae sobre su cara, y la ligera barba que le queda tan bien. Pero cuando nuestros rostros están a punto de unirse, un golpeteo me saca de trance. Enseguida miro hacia abajo dándome cuenta que deje caer la bolsa con la comida para gato. Cuando vuelvo a levantarme me doy cuenta que está muy rojo, probablemente yo este igual.

-Perdón, no sé porque lo hice.

Ni siquiera le conteste, ambos nos evitábamos la mirada. Como pude junte valor y le di otro beso, él me lo siguió. Pero por desgracia tuvimos que separarnos por falta de aire, luego comenzó a llover, reí mientras corríamos para refugiarnos de la lluvia. Por suerte el minimercado estaba cerca, así que llegamos casi sin mojarnos.

-Hola precioso, mira lo que compramos- me agache para acariciarlo luego de secarme las manos. Tomé un par de trastes y le serví algo de atún y agua.

-Me alegra que hayas podido conseguir casa tan pronto. Y en esta zona.

-Gracias a ti que me ayudaste- sonreí- pero ¿Por qué lo de la zona?

-Tu casa está prácticamente en medio de mi casa y mi trabajo, podemos seguir viéndonos seguido. Si tú quieres.

-Me encantaría, de hecho, quizá podrías venir aquí cuando necesites volver pronto a trabajar, así no tienes que ir hasta tu casa.

Él sonríe y luego suspira.

-Bueno, tengo que irme, mañana tengo que trabajar.

-Claro. Ve con cuidado.

Jugué un rato con el pequeño Shouta, pero luego recibí una llamada.