Besos

442 60 7
                                    

-¿Crees que All Might me dé un autógrafo?

-¿Para qué quieres un autógrafo de ese tipo?

-No es para mí. Mi hermano me lo pidió.

-Siempre le a gustado llamar la atención, así que si, es probable que te lo de.

-No te cae muy bien ¿verdad? -parecía molesto.

-Lo he tenido que soportar desde la academia, no me gusta su manera de trabajo. Siempre lleno de gente, no sé cómo los aguanta.

-Lo que pasa es que tú eres un amargado.

-No soy amargado.

-Claro que sí.

-Que no.

-Que sí.

-Que no.

-Sí- poco a poco nos íbamos acercando.

-No. Y te lo voy a demostrar- entonces con una mano me tomo del cuello mientras con la otra me abrazaba por la cintura y me besó, me besó de la manera más apasionada que nadie nunca lo había hecho. Enseguida le seguí el beso y llevé mis manos atrás de su cabeza para profundizar aún más el beso. Choqué contra una pared y sentí como lentamente bajaba su mano hasta mis muslos, y cuando trató de cargarme solté un gemido de dolor, porque la herida ahí aún era algo reciente.

Gracias a mi reacción Aizawa se detuvo poniéndome de vuelta en el suelo, nos separamos completamente rojos y con las respiraciones agitadas. Mis manos seguían en su pecho y las suyas en mi cadera. Levanté la vista encontrándome con la suya, la tención sexual aún se sentía en el aire y volvimos a unir nuestros labios. Me jaló de nuevo hacia él separándome de la pared y comenzamos a caminar hacia la habitación sin separarnos ni un instante.

Cuando llegamos lo tumbe en la cama cayendo sobre él. Me paré un poco para ayudarle a sacarme la blusa, él se sentó y cuando se deshizo de mi blusa comenzó a besar más abajo. Mordisqueando mi cuello y clavícula con sus manos en mi espalda desabrochó mi sostén y comenzó a hacer lo mismo en esa área. Yo solo me dejaba llevar por sus besos y caricias. Aproveché un momento que se separó de mi para sacarle la ropa también a él. Entre besos y carisias nuestra ropa comenzó a desaparecer poco a poco hasta que quedamos completamente desnudos.

-E-espera- mi respiración estaba muy mal.

-Tranquila, seré cuidadoso. ¿Lista? -su respiración estaba igual a la mía. Yo asentí con la cabeza. Entró lento y delicado, esperó unos segundos para no lastimarme y luego comenzó a mover sus caderas al compas de las mías. Él mantenía sus brazos a mis lados mientras yo le arañaba la espalda por el placer que me producía. Finalmente llegamos juntos al clímax.

-No tienes idea cuanto llevo esperando esto- aún no se le calmaba la respiración.

-No más que yo. Créeme- me acosté sobre su pecho y otra vez, gracias a él, tuve una de las mejores noches de mi vida. Y así fue como perdí aquello que dice es lo más preciado para una mujer, a los 25 años, con la sonrisa más grande que puedo tener y el hombre al que en poco tiempo aprendí a amar.

Agradecido con el villano (Aizawa Shouta X Reader) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora