Viaje sin retorno

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Estaba preparando algo de café cuando escuche que mi hermano bajaba las escaleras riendo. Ayer luego de leer la respuesta de la academia me fui a dormir, pero recordé algo, un detalle de el primer correo: Me contactaron por recomendación de alguien que trabaja para ellos. ¿Quién me recomendó?

-Buenos días.

-Hola. Desayuno. Pon la mesa.

-Sip.

Le hice huevos con tocino para desayunar, el tomo jugo de naranja y yo café. Se baño, se cambio y salimos. Esta vez usamos el auto porque el consultorio no estaba tan cerca, él iba en el asiento del copiloto viendo por la ventana, estaba muy feliz, se le notaba a kilómetros. Y como no estarlo después de años de estar confinado en un hospital con vendas tapando sus ojitos.

-Buenos días- dije entrando a la pequeña salita de estar en la cual había un mostrador con una mujer detrás- tenemos cita con el doctor Moon.

-Ah, claro, síganme. ¿Es para usted la cita?

-No, es para mi hermano- estaba casi escondido atrás de mí- saluda.

-Buenos días- miraba al piso tímido.

-Pero que muchacho tan guapo, y te vas a ver mejor aún con un armazón adornando esa bella cara tuya- la mujer era algo grande, me recordaba a una cariñosa abuela- suerte, y no tengas miedo.

Entramos al consultorio privado del doctor, mi hermano se aferró a mi blusa temeroso. Me habían dicho que algunos niños pueden asustarse al hacer el examen de la vista, pero yo también uso lentes, aunque solo son de lectura también pase por este examen de pequeña.

-Tranquilo, será rápido y no duele nada- dije lo suficientemente bajo para que solo él me escuchara.

-Buen día señorita (T/A)_________.

-Buen día Doctor Moon- estrechamos manos y nos invitó a sentarnos.

-¿Cómo te llamas? -mi hermano me miró y yo le di la mano sonriente para que no se sintiera tan nervioso.

-Matías (T/A)_________.

-¿Cuántos años tienes Matías?

-13.

-¿Alguna vez has hecho esto antes?

-No.

-Tranquilo, no duele y si te relajas podría incluso ser divertido- él le sonrió.

Hicieron todo el proceso mientras yo veía de lejos. Luego le pidió a Mati que saliera para hablar a solas conmigo.

-El doctor Narváez me hablo sobre las complicaciones en los ojos de su hermano. ¿Cómo lo llevan?

-Según me ha dicho él se siente bien, al día le aplico dos o tres veces las gotitas para los ojos, pero más por prescripción medica que por molestia suya.

-¿Y usted como lo lleva?

-Bien, cuando murieron mis padres él tenía solo cinco años y yo me hice cargo de él.

-¿Cuántos años tenía usted? Perdón si me estoy entrometiendo demasiado, pero Narváez me hablo de su situación y podría hacer un par de descuentos o algo.

-No, esta bien, yo tenía 15 en aquel entonces, pero no teníamos a nadie más así que no quedó de otra que apoyarnos entre nosotros. Y por el dinero no se preocupe, por suerte mis padres habían abierto una cuenta a mi nombre donde depositaron el dinero que necesitamos para vivir por otros diez años después de que murieron, y yo comencé a trabajar mucho antes de que se acabara ese dinero, así que no tenemos esa clase de problemas- finalice con una leve sonrisa.

Agradecido con el villano (Aizawa Shouta X Reader) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora