Las últimas semanas se pasaron rápido, se decidió que Eri quedaría a disposición de la academia mientras conseguía saber si es o no es familia de mis fallecidos amigos.
Nezu me había dado el permiso para que cuando estuviese todo listo, vivir por mi cuenta en vez de vivir en los edificios de la U.A. mi excusa fue que solo soy una maestra de apoyo, no titular, y aunque quería quedarme ahí con mis amigos, mis alumnos y Shouta, la prioridad era mi hermano.
Entonces, luego de que le dieran el alta a Matías, regresamos a la casa que había comprado, y que ahora estaba terminada de remodelar. Todos los días iba a clases y trataba de pasar el más de tiempo posible con Eri.
Ella no recordaba nada de su mamá, ni de lo que le pasó antes de llegar a las manos de Chizaki. Shouta se comprometió a ayudar con su entrenamiento al ser el único capaz de calmarla en caso de que su kosei se descontrole y yo no esté ahí para ayudarlos.
David vino un par de veces a ver a Mati y luego se desapareció unos días. Ahora estoy en la sala de mi casa, sentada entre Matías y Shouta, que había traído a Eri para comer los cuatro juntos, y la pequeña albina esta sentada entre mis piernas mientras la abraso como tratando de protegerla.
En el sillón frente a nosotros, están sentados el hermano de papá, su esposa y David, su hijo. Meredith me miraba fijamente y luego a la pequeña Eri, que trataba de esconderse entre mis brazos, luego dio un par de miradas a Aizawa, para terminar en Matías.
-¿Entonces?
-No te quiero en mi casa, ni a ninguno de ustedes- le dije directa y sin escalas, sin parar de verla directo a los ojos.
-(T/N)________- trató de reprocharme, pero lo paré antes de que dijera nada.
-No tienes derecho ni siquiera a pronunciar mi nombre- Shouta puso una mano en mi espalda sin dejar de mirarlos. Yo estaba sumamente enojada y era obvio que él también se molestó- salgan de aquí.
-No hasta que hablemos.
-Yo no tengo nada que hablar con ustedes, y tú- miré a David- mejor que no te vuelvas a aparecer por mi vista.
-No nos vamos a ir, hazle caso a tu tía y hablemos- David no despegaba la mirada del suelo. Miré a Aizawa de reojo.
Narrador omnisciente
-Vamos Eri- tomó a la niña en sus brazos- Mati, ¿nos acompañas? -este se puso de pie no sin antes susurrar.
-No dejes que hagan nada- asintió disimuladamente- ¿en serio la dejaras aquí sola? -le susurró al mayor.
-No, no sé quienes son o que quieren, pero no la voy a dejar así. Solo vallamos arriba y dejemos que hablen un poco- le susurró de vuelta. Los otros esperaron a que ellos tres subieran las escaleras y salieran del rango de conversación.
-Al grano Francisco- le habló al mayor- ¿Qué quieren y por qué se aparecen ahora?
-Háblanos con respeto niña, somos tus mayores.
-Yo a ustedes no les debo nada, mucho menos respeto. Ese lo perdieron hace años. ¿Qué quieren?
-Venimos por Matías.
-Pues se pueden ir yendo, pero sin él. Háganse a la idea, ese muchacho no se va de mi lado sin importar lo que hagan.
-Lo dudo mucho querida, contigo ya lo secuestraron y lastimaron más de una vez. Créeme, será mejor que nos dejes llevárnoslo por las buenas.
-Pues no querida- la imitó con burla y molestia- él es mí hermano, y no dejaría que se lo lleven. ¿Por qué mejor no me dicen de una buena vez que es lo que buscan? -la mujer frente a ella suspiró y se cruzó de brazos.

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Agradecido con el villano (Aizawa Shouta X Reader) [Terminada]
FanficHas llegado a Japón gracias a tu trabajo, pero, por culpa del mismo ahora tienes serios problemas. No te preocupes demasiado, cierto héroe te va a ayudar, e incluso hará más que eso. Mucho más que eso. Sus caminos podrían separarse, así que ten cuid...