Eri

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-¿Crees que puedas? -la pequeña asintió- Vamos por la tarde entonces, papá Aizawa nos acompañara- finalicé con una sonrisa.

No sabía cómo decirle a Eri que fuéramos al hospital para hacerle un análisis de sangre. La agencia para la que trabajó Oscar tenía entre sus reglas una que decía que se tenía que guardar una prueba de sangre cada cierto tiempo por si llagaba a necesitarse.

Por suerte, luego de llamar me dijeron que aún no desechaban su prueba de sangre y sin problemas accedieron a enviármela. Así que ahora llevaría a Eri a que le saquen algo de sangre para confirmar que son familia.

Pero no quería asustar a la niña o que en algún momento reviviera lo que pasó con la yakuza, por suerte se lo tomó bastante bien. Después de lo que pasó el otro día en mi casa tuve que hablar con ella y preguntarle si quisiera que fuésemos familia, si ella contestaba que no, no iba a pelear por ella, solo me aseguraría de que le consiguieran un buen hogar, pero dio que sí, lo que fue un alivio, tanto para mí como para Shouta.

Además de eso estuvimos tratando de ayudarla a manejar su kosei. Matías volvió sin problemas a la escuela. Comencé a entrenar con Mirio entre semana luego de la escuela y a veces nos acompañábamos a hacer ejercicio los fines de semana. Mi relación con Shouta iba vela en popa y siempre que podíamos salíamos con Hizashi y Nemuri a tomar un rato y desestresarnos.

Hoy yo no tenía que dar clases, así que me quedé en casa con Eri que se había quedado también aquí en lugar de quedarse en las residencias de la U.A.

El hecho de que Mirio viniera a veces ayudaba también a que la pequeña conviviera más con más personas. Además de que a Mirio se le dan muy bien los niños y se divierten bastante cuando viene.

Ahora tendríamos que esperar a que Shouta llegué de la academia y Mati vuelva de la escuela para ir al hospital a que hagan la prueba de sangre. Mientras tanto yo estaba por la casa buscando entre los papeles el que me avala como tutora sustituta de Eri.

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Una semana después seguía sin noticias de los que por ley y genética son mi familia e iba en dirección al hospital para recoger los resultados de los análisis de Eri, que esta vez se había quedado a dormir en casa de Mirio.

Por la tarde antes de irnos a entrenar, él la dejaría con Shouta en las residencias de la U.A. para que se quedara allá. A veces era difícil, pero sabíamos llevarlo. Vernos de vez en cuando a hablar de lo que hacíamos a veces cuando no estábamos juntos, y hablar o textearnos cuando teníamos el tiempo.

En menos de una hora había llegado al hospital, hablado un poco con la encargada de darme los análisis y recibí el sobre. No quería abrirlo hasta estar con toda la familia en casa. Ya lo había decidido, lo haría luego de la comida.

Luego de terminar el entrenamiento con Mirio le pediré a Aizawa que traiga a Eri a la casa para comer todos juntos y hablar con la niña como es debido. Desde la vez que hablamos sobre hacerle los análisis no he podido hablar bien con ella respecto al tema.

Los fines de semana cuando Shouta la traía íbamos a por helados o a pasear por ahí, le ensañábamos cosas que la pequeña tenia mucha curiosidad o que definitivamente nunca había visto. Jugábamos un poco con ella y la cuidábamos mientras se entretenía con Matías.

Ambos habían logrado una muy buena relación. Lo que me facilitaba bastante las cosas.

En primera instancia temía que no se llevaran bien y si llegaba a quedarme con Eri tuvieran una especie de rechazo. Pero hablé con Mati y parece estar contento de ser una especie de hermano mayor o el tío favorito, y por eso se esforzaba un poquito más para llevarse bien con ella.

Agradecido con el villano (Aizawa Shouta X Reader) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora