C1| BEGINNING

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Hay un chico que aparece en mis pesadillas.

No logro mirarlo con detalle a pesar de mis esfuerzos, todo siempre sucede muy rápido. Él está aquí y luego no; cuando despierto todo es tan irreal, tan efímero como la desesperación que provoca cualquier pesadilla y que se esfuma cuando vuelves a tu rutinaria vida.

Pero siento que él es diferente.

Él cada vez es más real.

La primera vez sólo vi su espalda, tenía los musculos contraídos y su respiración era sonora, como si estuviera sumergido en la ira.

Él no se había girado hacia mí en ningún momento, sólo estaba ahí, como si esa fuera su propia habitación, como si fuera una especie de lugar donde podía encerrarse y descargar sus sentimientos.

Había intentado hablarle pero la voz no salía de mi garganta, se negaba a sálir como si mis cuerdas vocales fueran totalmente inútiles. Aún así, él parecía saberlo, él parecía leer mi mente. Recordé la amargura en su voz al pronunciar aquellas palabras:

«-Vuelve a dormir.-»

En ese entonces había pensado que era sólo una pesadilla, y aún lo pienso pero cada vez tengo más dudas.

Dicen que soñamos con personas que conocemos, sólo que no las recordamos, que todo está guardado en alguna parte muy recóndita de nuestra mente.

Pero no es así.

Almenos no lo siento así. Él no me da la impresión de ser un simple desconocido. No. Él causa estragos en mí cada vez que aparece y no sólo en mi mente, también desde aquella noche me había sentido extrañamente más débil.

Me pareció en exceso misteriosa su presencia, su energía. Todo. Absolutamente todo alrededor de él.

Pero lo cierto es que, aunque la curiosidad me matara, ya no quería volver a tener esas pesadillas.

Mi cama que había sido mi lugar favorito ahora se veía como el portal que me transportaba a las sensaciones más extrañas y turbias.

Y debo aceptar que, desde que todo empezó había armado todo tipo de teorías en donde al final en todas terminaba en un hospital psiquiatrico a la afueras de la ciudad por alguna enfermedad que había deteriorado mi mente.

Ahora tengo miedo a la oscuridad, le tengo miedo a la hora de ir a dormir y me había empedernido a documentar cada una de mis pesadillas desde la primera, resistiéndome a dormir tanto como me fuera posible. En cierta manera eso es muy cobarde pero es mi única salida.

Me dirijo hacia mi escritorio arrastrando los pies, tengo esa mala costumbre que mi madre aborrece; ella piensa que eso es de flojos. Me tumbo sin cuidado en la silla para buscar una pluma y el diario que encuentro en la primera gabeta a mi derecha. El pequeño cuadernillo lila tiene apenas unas tres páginas llenas, escritas por mí.

Esto no es sólo porque necesito una buena excusa para no dormir, también es un hábito que me ayuda de desahogarme y no terminar contándole a alguien que posiblemente estoy loca.

Sí, necesito desahogarme para retrasar lo que sea que me está sucediendo. Conseguir tiempo hasta confirmar si estoy loca o sólo es un mal momento. Ahora estoy en el mejor momento de mi vida, fuera de mis pesadillas y mi debilidad física,  tengo a quienes quiero conmigo, mis calificaciones han mejorado mucho y por fin decidí a cuál universidad ir.

Grigoryev University.

No lo arruinaré esta vez, no por unas pesadillas tontas que me asustan porque soy una miedosa.

INUSUAL - [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora