C23| KISS

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(***)

"Está rotundamente prohibido sálir de tu cuarto"

You wish, idiota.

No esperaba que le obedeciera ¿no?

Él me había declarado la guerra; se había burlado de mi supuesta debilidad y me había manejado a su antojo aprovechandose de su poder.

Pero -siempre hay un pero- jamás voy a obedecer sus caprichos.

No puedo ahora, conozco mis limitaciones; no puedo caminar y no conozco este lugar, soy ignorante a todo lo que hay fuera de esta habitación o dentro de cada puerta que logré divisar en la penumbra del pasillo.

Sin embargo, no me hago la tonta respecto a mi situación; no quiero perder tiempo jugando a fastidiar la paciencia de un guardian cuando tengo asuntos pendientes.

Asmodeus me explicó que tengo que volver en calidad de fantasma, eso significa que nadie me verá pero los veré a todos. Sí, es muy probable que los vea sufriendo por mi prematura muerte, que los vea preguntandose el porqué de mi partida y que me aferre más a ellos que al motivo por el cual me veo obligada a regresar.

Hice algo que me me condenó y lo hice de la manera más inocente posible: escribiendo en mi diario infantil.

Cuando tenía 6 años mi colegio planeó un viaje estudiantil a Delamort; es un pueblo mágico al norte de Highland, es famoso por su clima gélido y sus paisajes; desde cualquier punto se pueden apreciar los picos de sus montañas espolvoreadas con nieve y en las épocas altas reciben gran número de visitantes gracias a esto. En diciembre de 2011 visité el lugar junto a un grupo de 20 niños y sus padres, todos se volvieron locos comprando recuerdos y mi madre no fue la excepción; compró abrigos, adornos para el hogar y un diario con aspecto antiguo que luego me obsequió.

Estaba fascinada con mi nueva adquisición, tenía la cubierta de un material peludo y era blanco como la nieve que adornaba el pueblo; lo llevaba siempre conmigo, no importaba si era una cena familiar o una salida dominguera, siempre llevaba el bendito diario a todas partes; si ahora preguntan qué llegué a escribir en él no podría responder, sé que muchas cosas pero ninguna que recuerde en específico. Cuando escribí la última página sentí un vacío que núnca se llenó; tuve muchos diarios después de ese, por ejemplo el que usé para escribir mis pesadillas y que luego fue saboteado por Agares; tuve muchísimos pero ninguno se igualó a ese diario, por eso lo guardé bajo llave en una gabeta oculta en mi armario. Lo sé, demasiado dramático pero así fue.

No sé por qué algo como eso podría mantenerme atada; no tiene sentido que algo tan estúpido como eso me retenga. Es decir, no quiero saber lo que pensarían otras almas en pena del motivo por el cual aún estoy aquí, seguramente se burlarían.

¿Qué será de Medd? ¿Estará bien?

La última vez que vi a Medd estaba sentada a mi lado, atencionando la pelicula que mi abuela había elegido haciendo trampa; recuerdo que tuve un impulso por tomar su mano y que su cercanía no se sintió igual que las veces anteriores. Había algo ahí, entre nosotras, algo que terminó antes de empezar, bueno, almenos de mi parte existieron las ganas. Ella parecía bastante tranquila ante mi presencia, mi cercanía no le provocó nada fuera de lo normal. Aún así, sabiendo que iba a morir tan sólo unas horas después y a pesar de lo absurdo que suene sentí algo que tarde o temprano iba a sentir.

<<Deseo.>>

Por increíble que suene sentí deseo; me sentía intranquila, mi cuerpo ardía en lujuria y sus manos que estaban a tan sólo centímetros de mi piel se volvieron algo que anhelaba con locura. Tenía la sensación de ser un león enjaulado, sabía que sentir aquello era algo inapropiado, incluso irrespetuoso. Mi madre y mi abuela estaban cerca, estabamos en el salón y la película era más triste que nada, era ridículo el sentirse así... pero yo sólo quería que sus manos de dedos largos apretaran mis piernas y sus labios volvieran a los míos como ya lo habían hecho una vez.

INUSUAL - [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora