C26| ALIVE

212 40 169
                                        

Después de que Agares me dejara sola había aplastado mi trasero en uno de los sillones y me había clavado allí como una estaca, sé que él duda de mis palabras y que no meteria las manos al fuego por mí, luego de tantos errores es normal que nadie crea en mi promesa.

Pero lo hice, la cumplí.

No voy a negar que la tentación estuvo en mí, no voy a negar que quise levantarme y registrar cada uno de los cajones y libros de cubiertas extrañas que adornaban la estancia.

Todo allí almacenaba esa energía extraña que siempre desprende Agares, es como si en realidad en su ausensia, él siguiera ahí, como si la estructura guardara un eco de su existencia y protegiera cada uno de sus secretos.

Estando en ese lugar mis sentimientos se mantuvieron a flor de piel y mi cabeza no ayudó mucho; generé tantas preguntas como sus posibles respuestas, imaginé su reacción ante mis interrogantes y esperé ansiosa a que volviera pero no sucedió, me había dejado plantada como una estúpida.

He de aclarar que es la primera vez que me pasa, que fuera con un chico lo esperaba pero que fuera con Agares... ni en mil años lo hubiese imaginado.

No lo conozco bien y está de más aclararlo pero él no parece del tipo que promete algo y luego no lo cumple.

Eso me asusta.

Cansada de la absurda espera me pongo de pie y doy un último vistazo a la habitación, suena como a promesa que volveré aquí y espero por Dios que no sea por mi mala conducta.

-En mi defensa, tardaste demasiado-digo antes de sálir, con la intención de disminuir la culpa.

***

Observo fijamente el techo color crema sobre mí al mismo tiempo que me abrazo a mí misma. El frío no es un problema pero la sensación de incertidumbre me consume cada segundo que pasa y no sé nada sobre los únicos tres seres que conozco.

Aquí, en este lugar el tiempo no tiene sentido. No va hacia adelante, ni hacia atrás, todo se mantiene sucediendo pero nada avanza y aún así puedo sentir que ha pasado mucho tiempo desde que ninguno de los tres se aparece por mi intento dr habitación.

Es como si repentinamente me hubieran abandonado.

Y eso no me gusta.

Porque aunque suene ridículo, les tomé cariño.

He tenido suficiente tiempo como para analizar cada una de sus acciones y las posibles intenciones detrás de estas. No estoy en la posición de exigir ni de señalar a alguno de los tres pero hay cosas que no me cuadran, cosas de las que ni ellos mismos se percatan. Cosas que pueden ser un peligro.

Pero puede que yo esté loca debido a mi extraño situación, así que prefiero callar.

Asmodeus es problablemente el más llevadero de todos, almenos por lo que aparenta. Su actitud juguetona me hace olvidar que estoy atravesando una especie de transición de humana a muerta. Tambien era el que más solia visitarme o preocuparse por mí pero tambien desapareció.

La idea de que su trato "especial" fue sólo un tipo bienvenida ha pasado muchas veces por mi cabeza y se ha quedado zumbando como una mosca sobre carne putrefacta.

No lo voy a negar, es una teoría muy acertada pero una parte de mí se niega a creerlo.

Me tumbo de nuevo sobre la cama que me hace sentir como si estuviera durmiendo sobre una nube, que me recuerda un poco a lo que sentia cuando aún respiraba y dormir era uno de mis pasatiempos favoritos. El propio acto es una ridículez, lo sé. Tener un lugar para dormir cuando ni siquiera necesito hacerlo es una tonteria, pero es algo que me reconforta.

INUSUAL - [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora