- Lo sentimos mucho, tu padre falleció en el tiroteo, murio defendiendo a los suyos.
Una vida llena de lujos no hace que llenen ese vacío que tienes por dentro, no poder llevar una vida normal y pasar rodeada de personas que te cuidan para que no t...
Ya me había instalado el casa, mi tío se fue a un pequeño viaje así que quede "a cargo" de las cosas aunque le dije a Kendall que se encargara él. Kendall también me conocía desde pequeña, pero él era más joven, tenía unos 25 años. Siempre jugué con él, pero conforme creció fue tomándome respeto, aunque para mi en un tiempo fue como el hermano mayor que nunca tuve. Todos los trabajadores de la casa se pusieron "a mis órdenes" yo no supe que decirles, solo les agradecía por lo que hacían y ya. Algunos ni siquiera se atrevían a verme a los ojos lo cuál era sumamente incómodo, no les gritaría por hacerlo.
Estos días antes de regresar al colegio he estado un poco desanimada, estar en casa me trae muchos recuerdos. Le pedí al ama de llaves que cerrara la habitación de mi padre, tenía una llave pero la escondí en lo más profundo de mi armario. No quería entrar ahí pues sabía que no volvería a verlo nunca más.
En este preciso instante estoy terminando de arreglarme para irme al colegio, hacía mucho frío así que opté por algo un poco abrigado.
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Baje para comer algo y cuando era la hora agarré mi bolso para salir de la casa.
- A que hora sales? - era Kendall - 2:30pm - Perfecto , cuídate. Cualquier cosa que necesites Thompson estará cerca - Estare bien, no ocupo que me vigilen - No es vigilarte, es tenerte a salvo - Está bien, adiós
Salí y me monte al auto. Thompson era un señor de unos 50 años, se veía muy normal, nadie creería que es un asesino de calidad cuando fuera necesario, él siempre fue quién me transportó a todos lados, de cierta manera lo veía cómo una figura de abuelo que nunca tuve.
-Buen día señorita Adams - Hola Thompson, por favor dígame Madison, es cansado que todos me llamen señorita Adams - Es respeto - sonrió cálidamente - pero cómo desee
Encendió el auto y nos dirigimos al colegio, no era de muchos amigos, en realidad sólo tenía a mi mejor amiga Ashley, la conozco desde que comencé en la escuela, por supuesto ella sabe de mi vida pues su padre fue guardaespaldas de mi padre por muchísimos años, pero se tuvo que retirar debido a una enfermedad. Llegamos y me despedí de Thompson, tome mis cosas y me dirigí a mi locker. Cuando estaba por cerrarle sentí unas manos que me abrazaban por detrás.
-Lamentó no haber estado para ti, pero papá tuvo terapias y no logré zafarme de eso - No te preocupes Ash - sonreí - yo se que tu padre necesitaba de ti - Pero tú también necesitaste de mi - Ahora lo estarás - sonreí
Entramos a las clases y el tiempo parecía ser eterno, salimos al comedor y estaba preparada para responder todas las preguntas que se que me hará Ashley.
-Y entonces, ahora tu.. - la interrumpí - No Ash, sabes que eso no me gusta - Pero quien se hará cargo? Tú sabes los movimientos de todo y sabes sobre los negocios - Se como se hace todo pero nunca supe que eran exactamente esos negocios y se que no son de nada bueno. No creo poder y realmente me asusta que hables con tanta tranquilidad al respecto Ashley -Hablo con la misma tranquilidad que tú deberías tomarlo
No entendía cómo era que Ash siempre se tomo esto tan a la ligera, supongo que se acostumbro a todo el tiempo que su papá trabajo para el mío. Terminamos de almorzar y comenzamos a caminar en los largos pasillos ya que nos faltaba muchísimo por entrar a clases. Pasamos al frente de dos chicos, uno estaba llorando y el otro se veía muy preocupado.
-Él es realmente guapo -El que llora? - la mire - No, el otro
•Tom• Realmente no tenía ganas de ir al colegio pero debía hacerlo, Hazza paso por mi, dejamos a mis hermanos y Paddy se fue con una de mis tías.
Durante las primeras clases pase en otras y Hazza lo noto, tenía unas ganas increíbles de llorar pero no lo haría aquí. Al salir del almuerzo comimos y no aguante más y me desahogué todo lo que pude con él, no lo hacía con mis hermanos porque no quería.
Pasaron dos chicas y una se quedó mirando, la otra simplemente miro un poco y siguió avanzando. Eran compañeras nuestras en unas materias, no en todas.
El timbre sonó y entramos a las clases, después de unas 3 horas salimos. Le dije a Hazza que me iría caminando pues no quería llegar tan pronto a la casa.
Comencé a caminar con los audífonos a todo volumen, realmente no escuchaba nada. Después de unos 30 minutos caminando no me fije al cruzar una calle, luego solo sentí como alguien se me tiro encima y caí al suelo.
•Madison• Thompson no pudo venir por mi y Ashley debía irse rápido. Comencé a caminar para llegar a casa pues si me daba algo de miedo caminar, no sería nada raro que pasara una camioneta negra haciendo un tiroteo para morir como mi padre.
El pensamiento se me fue cuando vi que el mismo chico que estaba llorando hace un rato estaba cruzando la calle sin fijarse, vi que un carro se estaba acercando a toda velocidad así que corrí para quitarle de la calle, lo que provocó que ambos cayéramos al suelo, sentí mi rodilla chocar contra el pavimento lo que me hizo soltar un gemido de dolor.
-Pero que mierda te sucede! -dijo el chico enojado -Oh de nada! Si hubiese sabido que te querías morir no me hubiera lanzado y tener como consecuencia que mi rodilla probablemente se partiera en mil pedazos! -No me quiero morir, simplemente olvide fijarme -Cómo sea, al menos evite tú muerte
Me levante a cómo pude pero él me tendió la mano pues realmente me dolía la rodilla.
-Lo siento por hablarte así -No te preocupes - dije -Soy Tom.. Tom Holland - sonrió -Soy Madison Adams - Lindo nombre - Los mismo digo - sonreí -Señorita Adams! Logré venir por usted - mire y era Thompson quién se estacionó al lado nuestro - vamos? -Quieres que te acerquemos a casa? -No gracias, quiero caminar -Procura no ser arrollado por un auto, Adiós Tom, nos vemos mañana
