capitulo 5

268 35 5
                                    

Narra Catalella

Quito mis zapatos para poder caminar en la playa y poder pensar en todo lo que sucedió hace unos minutos

—¿qué haces aquí tan tarde?- pregunta Emmanuel

—la pregunta es ¿acaso me estas siguiendo? - contesto

—esta playa es territorio de mi familia —contesta

—siento a ver entrado en tu territorio  —contesto

—no te preocupes - responde sentándose a un lado de mi - aunque deberías tener más cuidado de estar en una ciudad que no conoces a estas horas de la noche - sonrió

—me se cuidar sola - respondo

—se me olvidaba que eres una chica ruda - bromea haciéndome reír - tienes una hermosa sonrisa, deberías de sonreír más seguido

—creo que debo irme - contesto

—¿por qué no me dices lo que sucede y trataré de darte un consejo?- pregunta haciendo que frunzo el ceño

—¿acaso sabes leer mentes? - pregunto

—no - contesta mirando al frente - solo que cuando quiero pensar o estar solo por algo que paso vengo aquí y miro las estrellas - responde

No se si debería confiar en él pero hay algo en este chico que hace que quiera tenerlo cerca y si se que parece estúpido pero simplemente no se que esta pasando

—mis hermanas y yo no nos criamos juntas - confieso - solo las visitaba a final de año hasta que cumplí los dieciocho años y me mudé con ellas, mi hermana menor no confía en mi por que realmente no me conocen, suelo ser un poco reservada por lo que me cuesta hablar o decir mis sentimientos- explico

—pero eres muy buena demostrándolos - responde

—¿qué?- pregunto

—cuidas muy bien de tus hermanas por eso ellas te tienen respeto-Frunzo el ceño - acostumbro a analizar a las personas y tus hermanas te tienen mucho respeto y te aman solo que quieren y necesitan saber más de ti, son tus hermanas debes confiar en ellas - su mirada cae en mi - ¿entiendes?- pregunta

—lo hago, muchas gracias por escucharme - agradezco tomando mi zapatos - nos vemos en la universidad pasado mañana - digo ya que mañana no tenemos universidad

—quiero invitarte a un lugar mañana- explica

—seguro ¿dónde nos vemos?- pregunto

—primero iremos a la carrera que hará mi primo y luego te llevaré a ese lugar - asiento

—hasta mañana - me despido

—hasta mañana preciosa- contesta

—deja de ser tan coqueto - regaño escuchando sus carcajadas

(...)

Narra Daniela

—entonces que hay de desayunar - pregunto sentándome

—ensalada de frutas, yogur y jugo natural - niego

—¿no hay algo menos nutritivo en esta casa? - vuelvo a preguntar

—no lo hay, ahora come - ordena Catalella haciendo que ría

—ay hermanita tienes muy poca paciencia- dijo ganándome un zape y una risa de las demás - eso dolió- me quejo

—ya come se nos hará tarde - regaña

—hoy no hay universidad - recuerdo

—tenemos que pasar por Melin y luego iremos a centro comercial - subo mi pie a la silla

El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora