Capítulo 48

109 11 58
                                    

Llego a casa después de entrenar a la hermana de Aitana, esa chiquilla es igual que su hermana solo que todavía no lo sabe

—al fin llegas – indica Glemir con Caelum en sus brazos

—lo siento tarde más de lo que debía – explico ya que habíamos quedado en ver una película pero al parecer Caelum se durmió temprano

—no te preocupes de todas maneras podemos dejarlo para otro día – asiento sintiéndome un poco culpable – lo llevaré a su habitación ahora regreso

Tomo mi celular enviando mensajes a mis hermanas para estar segura que todo esta bien, mi madre llegará mañana así que también me iré esta noche para alcanzarla en el aeropuerto por más estúpido que parezca odio dejarla a solas con mis hermanas

—¿estas bien? – dirijo mi mirada a Glemir

Desde hace dos semana vivimos juntos pero no puedo sentir lo mismo de antes y se que él también, solo lo hacemos por Caelum pero ya ninguno de los dos sentimos lo mismo

—yo estoy bien ¿qué tal tu? – me siento un poco incómoda por todo esto

—todo bien – nos quedamos mirando sin saber que decir o hacer

—nosotros necesitamos hablar – indicó – sobre nuestros compromiso, sobre Caelum y sobre nosotros

—es algo bastante sencillo solo debemos estar juntos y criar a nuestro hijo – niego

—pero nosotros no queremos estar juntos – indicó – ambos solo lo hacemos por Caelum pero ya no sentimos nada

—eso no es verdad yo te sigo queriendo pero solo no se como debería tratarte, has cambiado mucho simplemente eres como otra persona

—han pasado más de seis años es normal que haya cambiado – estoy cansada que todos me digan que cambie – yo solo madure, debía hacerlo si quería que Caelum creciera a salvo

—no, no maduraste cambiaste tu ni siquiera sonríes con sinceridad solo lo haces con Caelum, estas de acuerdo con todo lo que te ordena tu madre y haces todo lo que te pide sin importar que sea, sin importar que te lastime

—¿qué sabes tu? – pregunto – jamás te han pedido más de lo que puedes por lo tanto no puedes saber lo que siento ¿crees que me gusta obedecerle en todo? Odio hacerlo, lo detesto pero debo hacerlos por que hice una promesa

—puedes romper esa promesa tu padre esta vivo y tu has hecho todo para proteger a esas chicas

—no es lo mismo tu no me entiendes

—¿acaso no te das cuenta que fuiste criada como un puto escudo? – pregunta – reaccionas casi como si fueras un puto robot cada vez que tus hermanas están en peligro ¿nunca te has preguntado por qué fuiste la única que criaron lejos? ¿Por qué fuiste la única a la cual enviaron a Japón? ¿Por qué no creciste con tus hermanas y familiares?

—Son preguntas que no me importan en lo absoluto yo jamás desearía que algunas de ella fuesen criadas como lo hicieron conmigo Así que deja de decir idioteces - ordeno

—bien es tu problema ya estás muy grandecita como muchas veces lo has dicho es tu problema si quieres hacer caso a la advertencia de las personas que te quieren

Un fuerte ruido hace que ambos quedemos en silencio y guiamos nuestras miradas a ese lugar, un jarrón esta en el suelo roto mientras Caelum nos mira a los dos con lágrimas en sus ojos

—¿Qué sucede mi príncipe? – pregunta Glemir pero Caelum nos a respuesta

—¿Qué sucede? – repito

El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora