El legado de la Venganza

Capítulo 20

Narra Catalella

Suelto un fuerte suspiro de cansancio

—no quiero hacerlo pero todas sabemos que debo hacerlo si no quiero que algunas de ustedes tome ese lugar - explico - mamá necesita la ayuda de su mafia es por eso que le dio mi mano en matrimonio

—entonces pasarás el resto de tu vida con alguien que no amas, alguien que puso en peligro la vida de tu hijo - pregunta con enojo Elizabeth

—no tengo otra opción Melin misma lo escucho yo no puedo hacer otra cosa para evitar todo esto - indico

—vámonos - Frunzo el ceño - ve por tu hijo y todas nos vamos a desaparecer, mamá ya no puede hacernos esto

—por supuesto que puedo hacerlo - la sala queda en total silencio al escuchar su voz - puedo hacerlo por que soy su madre así que quita ese estúpida idea de tu cabeza

—no puedes hacernos esto desde pequeñas has estado manipulándonos para que hagamos todo lo que quieras sin importar que eso nos pone en peligro a nosotras - mi madre da un paso adelante haciendo que cubra con mi cuerpo a Elizabeth de su oscura y retadora mirada

Mi madre me mira a mi con seriedad y yo le sostengo la mirada, no dejaré que las lastime

—ya veo - indica - Catalella acompáñame tu y yo necesitamos hablar en privado - asiento a su petición

—no, lo que quieras hablar con ella puedes hacerlo aquí con todas nosotras - Elizabeth tiene el mismo carácter terco de nuestro padre y eso le trae muchos problemas

—estas a cargo de la casa regresaré pronto - indicó

Narra Melin

Catalella sale de la casa dejando muchas preguntas en el aire

—¿qué tienes puesto? - pregunta mamá

Miro mi atuendo que consiste en unos pantalones algo flojos y una sudadera un poco grande 

—ve y cámbiate cuando regrese quiero que este vestida como señorita y no como vagabunda - toma mis mejillas con fuerza haciendo que la mire - la próxima vez que te vea vestida de esta manera no solo será un regaño lo que recibirás - ella mira mis ojos - ponte tus lentes de contacto sabes que odio el color de tus ojos

—mamá no creo que ella necesite esto - indica Daniela

—no te metas en esto, tu ve a cambiar tu aspecto ahora - ordena soltándome

Voy rápidamente a mi habitación y le pongo seguro a la puerta

Quito la sudadera de mi cuerpo odiando lo que veo

Mi cuerpo es asqueroso, tengo muchas estrías, estoy gorda

Quito los pantalones notando las cortadas en mis piernas las mismas que adornan mis brazos, esto lo merezco, yo soy igual a papá y es obvio que mamá me odiara sin importar lo que suceda, yo no soy suficiente para nadie ni siquiera mi propia madre me ama que puedo esperar de las demás personas

—Melin abrirme la puerta por favor, mamá ya se ha ido - niego

—vete no quiero ver a nadie

—demonios ábrenos la puerta o juro que la tiraré a bajo

—te he dicho que te largues ¿acaso estas estúpida o sorda? - pregunto con enojo

Raquel es igual a mamá por esa razón es a ella que le da todo su cariño al igual que a Elizabeth, Daniela con su enfermedad la podríamos perder en cualquier momento y es por eso que mamá la ama además que ella si es su hija, Catalella ella es un mundo aparte, ella tiene el carácter igual al de mamá es una copia exacta por lo tanto siempre hace lo que le ordenan

Pero yo, solo soy el desliz de mi padre, soy muy parecida a él, mi verdadera madre nunca me quiso por eso me abandono, mi madre adoptiva no me quiere como yo quisiera y es obvio que no lo hará

Por primera vez podría sentir que alguien me ama sin importar lo que haga sin importa lo que piense o como me comporte, podrían amarme como soy y no como lo que aparento ser

—bien, solo estaré aquí por si me necesitas - indica

—no te necesito nunca te he necesitado solo vete y déjame sola de una buena vez por todas - pido - solo quiero que me dejen morir en paz - susurro

(...)

Narra Catalella

—solo recuérdalo que esto lo haces por nuestra familia y por tu hijo - sonríe - veo que ya le tomaste la suficiente confianza para decirles sobre Caelum

—son mis hermanas ¿por qué no les diría? - pregunto

—no, nada puedes hacer los que desees siempre y cuanto esto no afecte en mis planes - asiento - entra y recuerda que volveré en unos meses para saber cómo va el plan

Ignoro sus palabras y solo entro la casa cerrando la puerta detrás de mi

—¿cuantos fueron esta ves? - miro en dirección a Elizabeth

—¿qué haces despierta a estas horas de la madrugada? - pregunto

—Melin se encerró en su habitación y no ha querido salir he estado hablándole cada cinco minutos para ver si esta bien - explica

—¿por qué simplemente no abriste la puerta? - pregunto

—a diferencia de ti y mamá yo si se que ella necesita espacio y liberarse de todo este caos algunas veces

—tiene depresión ha intentado suicidarse más de una vez toma eso en cuenta - indicó

—por supuesto que lo tomo en cuenta por que crees que estoy desvelándome para saber si esta bien - pregunta

—como sea ya puedes ir a dormir yo cuidaré de ella - indicó

—¿cuidar de ella? - Elizabeth toma de mi brazo con fuerza haciendo que me queje - tu necesitas que cuiden de ti ¿dime esta vez cuántas horas y azotes fueron?

—¿de qué hablas?

—fueron tantos que esta vez te desmayaste o no me digas que esta vez solo hablaron, por que yo se perfectamente la razón por la cual tienes esas horribles marcar en tu cuerpo 

—¿cómo lo supiste? - pregunto

—¿saber qué? ¿La promesa que le hiciste a nuestro padre unas horas antes de que se suicidara? ¿Saber la razón por la cual tuviste a Caelum? O no espera ¿saber razón por la cual esa vez quedaste en urgencias?

—Elizabeth te aconsejo que no te metas en mi vida y no la trates de entender además que dejes de estar investigando sobre mi vida por que no te gustara lo que encuentres