Capítulo 56

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Narra Raquel

Sonrió mirando a mi hermana menor, se que esta nerviosa o tal vez asustada pero se que cuando vea a Marco todo cambiara y tengo fe en que el entenderá por que mi hermana tuvo que engañarlo de esa manera

—oye tranquila todo estará bien te lo prometo

—conozco a Marco y él debe estar muy decepcionado y lastimado por lo que hice – su mirada en muestra tristeza

—entonces solo hablen de la bebé – trato de cambiar de conversación – ella los necesitará a ambos – me siento a un lado de ella – solo imagina a esa niña corriendo por toda la casa alegrándonos el día a todos, los berrinches que hará junto a Caelum por las galletas de Catalella, cuando Elizabeth la ayude en las tareas mientras Catalina trata de salvarla de ese tormento – sonrió solo de imaginarme esa escena – Melin leyéndole unos de sus tantos libros y por supuesto yo consintiéndola en todo, tu levándola hacerse su primer tatuaje, dándole consejos cuando tenga su primer novio mientras Marco la cela he intenta matar al chico junto a Gael – la miro sorprendiéndome de las lagrimas que adornan sus mejillas – no, no ¿por qué lloras preciosa? – pregunto

—Me duele mucho imaginarme esa bonita escena – frunzo el ceño

—pero ¿por qué? Es algo muy bonito como dices

—no es nada solo estoy un poco mal por eso de las hormonas – coloco su ya hinchado vientre de unos seis meses

—solo falta poco para que tengamos a esta niña con nosotros, seguro será igual de hermosa que su madre

—prométeme que la protegerás como si fuera tu hija – asiento

—lo prometo aunque ella siempre tendrá una madre tan maravillosa como tu

—claro tendrá una madre maravillosa de eso me encargaré yo – responde

—Chicas disculpen pero no podre acompañarlas – avisa Catalella

—lo prometiste – recuerda Daniela

—lo se pero mis abuelos Japoneses están en la ciudad y ellos quieren verme no se por que pero se que no hay nada bueno en eso así que déjame hacer esto y estaré el resto del verano con ustedes

—dame tu palabra de conejillos – sonrió por el pequeño buchero que hace esto me hace recordar a cuando éramos unas pequeñas nenas y hacía que Catalella prometiera venir el verano próximo 

—te doy mi palabra de conejillos – ambas chicas se abrazan

—ya esta si rompes esa promesa no te hablaré más nunca en mi vida

—Bien hermosa si rompo mi promesa puedes hacerme la ley del hielo – deja un pequeño beso en su cien – estas a cargo infórmame de todo lo que suceded

—Lo mismo para ti

—seguro

Narra Catalina

Cierro la puerta detrás de mi tratando de calmarme, desde esta mañana Mario no me deja en paz, no quiero tenerlo cerca de mi por que se que caeré nuevamente y cada vez que sucede siento que le estoy fallando a mi familia, le estoy fallando a mis padres

¿Por qué nuestra vida no es mas sencilla? ¿por qué simplemente no pudo ser de otra familia o no ser alguien cercano a los Ueder y James? Esto sería mucho más  sencillo para ambos

—amor ábreme

—Deja de llamarme así – pido – esto no debió de pasar y menos entre nosotros dos

El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora