El legado de la Venganza

Capítulo 49

Narra Catalella

Coloco el vaso de agua delante de Daniela mientras las otras tratan de calmarla

—mañana en la madrugada las sacaré de este lugar – aviso – yo seguiré la venganza sola – miro a mi madre la cual solo muestra odio – Melin pasado mañana tienes una prueba en Italia para entrar a la escuela de baile, te quedarás con Aitana ella te cuidará

—¿qué estas diciendo? – ignoro la pregunta de Raquel

—tu igual irás a ese lugar, tienes una prueba para la misma escuela solo que en el sector de arte – notifico

—no iré a ningún lado ¿qué crees que haces? – su voz se rompe

—Daniela terminaras la universidad en Gran Bretaña, estarás a cargo de los guarda espaldas de tu hijo, no te preocupes en ese lugar hay todo lo que necesitas

—no quiero ir, quiero quedarme aquí – suelto un fuerte suspiro

—Elizabeth te enviaré a Japón con mi hermano adoptivo, él te protegerá y te terminará de educar – me volteo a verlas – soy su hermana mayor y me obedecerán, no quiero llantos ni quejas, no les estoy preguntando si quieren ir yo se los estoy ordenando, tienen un día completo para despedirse de sus amigos no hagan esto más difícil para todas

—nos estas separando, no puedes hacerlo te suplico que no lo hagas – Raquel se arrodilla en frente de mi

—No hagas esto por favor – Elizabeth me mira con esos ojos suplicantes

No lo negaré esto me esta doliendo pero es mejor que todas estemos separadas para cuando inicie la venganza no puedan dar con ninguna de ella, mi deber es mantenerlas a salvo y es lo que hago

—su avión parte a las tres de la mañana del miércoles espero que sus maletas estén listas

—Dijiste que no me dejarías sola – indica Melin – eres una mentirosa al igual que papá no sabes cuánto te estoy odiando en este momento – asiento

—si no puedes empacar tus cosas no te preocupes podrás comprar todo allá – las miro con seriedad – todas podrán comprar cosas nuevas lo que quiere decir que no me hagan llevarlas a la fuerza a esos lugares

—¿Es todo lo que dirás? – pregunta Daniela – nos enviara lejos separándonos a todas, se que te fallé a ti y a la familia pero no las castigues a ellas por mi culpa – niego

—esto no es culpa de nadie solo quiero mantenerlas seguras, no pueden morir primero que yo – tal vez estoy siendo muy dura pero esto es lo que necesitan en este momento – despídete de Marco – pido antes de salir de casa

—valla no pensé que tuvieras tanto ovarios como para lastimarlas de esa manera tan cruel – mi madre se burla

—vallamos lejos y termina con mi castigo antes – pido

—como quiera mi querida hija

(…)

Me coloco la camisa sin importar el ardor que siento al hacerlo, puedo jurar que esta muy lastimada

—¿cuándo piensas decirle sobre el cobarde de tu padre – termino de abrochar mi camisa – bueno si piensas decirles – la miro sobre mis hombros

—es algo que no debe importarte – respondo – después de todo tu lo sabías desde un principio y aún así no dijiste nada entonces ¿por qué debería yo hacerlo?

—no se por que llegue a pensar que le tenías más confianza a tus hermanas – ruedo los ojos

—Lo aprendí de ti después de todo nos ha ocultado nuestros orígenes – sonrió al no escucharla – tu verdadera primogénita murió cuando mataron a tu sobrino, a mi me adoptaste en Cuba a Daniela la adoptaste en España y a Melin solo la adoptaste por ser el fruto del desliz de mi padre todas somos tus hijas pero no de sangre claro a excepción de las gemelas ellas solo son hijas de tu hermano menor ese hermano menor que se suicidó el mismo día en que tu mataste a la madre de las mellizas – niego – jamás has amado a alguien estas seca por dentro tu solo necesitabas a unas chicas que tuvieran la misma edad de los primogénitos y esa fue la razón por la cual nos adoptaste y entrenaste por mucho tiempo