Capítulo 37

108 17 11
                                    

Narra Catalella

Levanto la mirada tratando de encontrar las respuestas en el techo blanco de la habitación

¿Crees que nadie se preocupa por ti? ¿Piensas que puedes descuidar de tu salud de esa manera tan infantil e inmadura? Ni siquiera me enteré por ti si no por Catalina ¿sabes lo que pasaría si moririas?

Estoy bien no te preocupes

Moriría contigo, mi vida se destrozaria en minutos me culparia toda la vida por no poder estar a tu lado y cuidarte

Aitana tranquilízate nada me paso solo fue una infección no me moriré por eso

Ni siquiera te atrevas a usar ese estúpido discurso en mi

Estoy bien no te preocupes

¿Cómo carajos quieres que no me preocupe cuando te desmayastes? Fue un jodido desmayo

Porfavor solo déjalo pasar prometo cuidar de mi más así que porfavor solo déjalo de un lado

No entiendo como sigo preocupándome por ti si siempre haces lo mismo ni siquiera te importo

No es así me importas y mucho te amo eres unas de las personas más importantes de mi vida

No lo parece juro que si no estuvieras en una misión tan riesgosa iría por ti

Déjalo hazlo por mi solo quita todo pensamiento malo de tu cabeza además no es como si moriré

Te llamaré cuando esté más tranquila por que lo menos que quiero es insultarte en este momento

La llamada se cuelga sin esperar a que deje un saludo o algo como siempre lo hago, se que no debo hablarle ahora por que ambas terminaremos discutiendo o hasta peleando por esta estupidez

Extraño a Caelum tengo mucho tiempo sin abrazarlo ni siquiera he podido besar a mi hijo en casi un año o simplemente ver su carita él estando a un lado mío

Solo tengo que terminar la misión y regresaré con él, si solo debo terminarla y listo lo demás no importará, yo solo quiero estar cerca de él sin que nadie nos separe una vez más, solo quiero estar con él, dormir juntos como lo hacíamos cuando era un bebé

—solo necesito estar a su lado - susurro rompiendo en llanto

Esto me está afectando demasiado no puedo ni siquiera tener un fin de semana con él como madre e hijo, no puedo ayudarlo a vestirse ni siquiera puedo hacerle el desayuno antes de ir a la escuela o darle un beso de buenas noches él debe estar odiando debe pensar que soy la peor madre que le pudo a ver tocado

Narra Melin

Me acerco al chico de aspecto frío, las chicas a su al rededor me miran como si fuera una carnada entrando a la boca del pez, me detengo justo enfrente de él llamando su atención

—¿que quieres niña arándano? - suelto un fuerte suspiro por su apodo

—gracias - su ceño se frunce - gracias por lo de ayer - me refiero a cuando intervino - me salvaste de un gran apuro

El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora