Capítulo 33

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Narra Catalella

—gracias por salvar a mi hija en estas dos últimas ocasiones - por su apariencia se que es la mamá de Anabella

—no fue nada - Realmente es incómodo estar rodeada de personas a las cuales no conozco

—gracias por ayudar a mi hija la primera vez - ella es muy parecida a la hermana de Marco

—realmente no fue nada

—quisiera saber realmente ¿cómo se conocieron ustedes dos? - pregunta la señora Ueder

Solo de recordar el día que conocí a este bastardo de tatuajes lindos me dan ganas de matarlo

—¿se refiere al primer día de universidad el cual Emmanuel beso a una chica enfrente de otra la cual estaba llorando a mares por él? - pregunto

—¿Celosa primor? - sonrío de lado

—¿Celosa? ¿De alguien que es un dos besando? ¿O de alguien que es un uno en la cama? No creo que estaría celosa de alguien tan poca cosa como tú - respondo

—te recuerdo que todavía no nos hemos acostado por lo tanto no puedes darme un puntaje tan malo como ese - ruedo los ojos

—no trates de cambiar las cosas que son muy obvias - veo en sus ojos como lo estoy cabreando y realmente me encanta causar ese efecto en él

—no te conviene retarme de ésta manera

—a ti tampoco

—creo que debemos respirar y calmarnos - pide la madre de Marco - siento una atmósfera no tan buena en este momento así que hay que respirar y calmarnos, amor y paz debemos respirar

—niña inmadura ‐ no acaba de decir eso

—¿a quién le dices niña inmadura? Idiota subnormal

—a ti niña idiota

—no te atrevas a usar mis insultos en mi

—chicos calmense respiren hondo - pide nuevamente

—todo lo empezó la niña tonta con sus estúpidos puntajes

—¿a que llamas estúpido? Idiota

—Ciara no grabes - ambos miramos a la mujer de ojos azules regañar a la pelirroja

—solo estoy grabando su primera pelea como novios no te preocupes luego me lo agradecerás 

—jamás andaría con un intento de Narco

—deja de llamarme de esa manera, no soy un intento de Narco joder debes aprender a respetarme y más si estás en mi territorio

—claro príncipe de mami

—es príncipe de la Mafia

—creo que te va mejor príncipe de mami ya que de mafioso no tienes nada

—demonios es hora que aprendas a respetarme

Mi celular suena haciendo que no le preste atención a su ridícula petición

¿Quién habla?

Te necesito - frunzo el ceño

Melin ¿dónde estás? - pregunto

No lo , sentí que me perseguían y salí corriendo pero me perdí

¿Tienes tu collar?

Se me ha caído

Deja tu celular prendido lo voy a rastrear, busca un lugar donde haya personas y espérame ahí

—¿qué sucede? - ignoro a Emmanuel

Hay una cafetería cerca iré a ese lugar

Bien, espérame y no te muevas de ese lugar

Apresurate estoy asustada

Tranquila estaré allí en menos de quince minutos

Cierro la llamada

—¿ocurre algo? - pregunta Emmanuel

—nada que te importe - no se por que estoy enojada con el

—te llevaré

—no gracias puedo ir en taxi ya que alguien me ha traído en contra de mi voluntad y mi auto se quedó en la universidad

—si no te hubieras puesto como loca no te hubiera traído amarrada

—eres un idiota

—¿es lo único que sabes decirme?

Volteo ignorandolo ya que no me gusta que nadie se meta en mis problemas familiares ni mucho menos cuando se trata de mis hermanas

(...)

Narra Melin

Miro a los lado sintiendo esa mirada en mi, es molesto y es como si me quemara pero no logro ver a la persona que me esta mirando de esa manera

Trato de calmarme ya que no logro nada con ponerme de esta manera y Catalella esta por llegar

Esta parte de la ciudad no la conozco y es lo que más me llena de terror, me se defender pero si es más de dos personas no creo que lograré vencerlos

—hola - un hombre algo mayor como de unos veintitantos con acento Ruso me saluda, jamás lo he visto pero no me da buena vibra

—¿hola? - él se sienta a un lado de mi poniéndome aún más nerviosa de lo que estoy

—¿por qué una chica tan linda como tú está tan sola? - su cercanía solo me hace querer correr lejos y es lo que planeo hacer pero veo que no está solo y no podré con todos ellos

—no estoy sola, espero a unos amigos - sus ojos son como dos grandes lupas tratando de analizar si digo la verdad o no

—podría acompañarte a esperar - niego

—creo que me han dejado plantada por lo cual me iré enseguida - intento levantarme pero su mano se posa encima de mi pierna impidiendo que lo haga

—en ese caso por que no te quedas y tomamos algo podríamos conocernos mejor y llegar hacer algo más

—¿no cree usted que soy muy pequeña como para ser algo más de usted? - pregunto mirando su mano la cual presiona mi muslo

No se por que no puedo moverme es como si fuera presa de sus ojos y sus movimientos además no podré salir ya que él tiene mucho más hombres aquí

—no, realmente no ya que no creo que eso nos perjudique - trago saliva por los nervios

—le pido por favor que se aleje de mi, su cercanía me esta dando asco - confieso llegando a mi límite - usted es muy mayor para mi y el hecho que no le importe lo incomoda que me siento por su cercanía solo me dice que no es de fiar - su agarre se vuelve más violento

—valla no pensé que una chica tan linda como usted fuera tan directa

Solo bastaron unos segundos para ya no sentir su tacto en mi pierna y escuchar al hombre gritar con dolor, Catalella tiene una daga enterrada en la mano del hombre mientras lo mira como si quisiera matarlo, la sangre del sujeto salpica en mi ropa

—no pensé que un hombre tan estúpido como tú intentara meterse con alguien del calibre de Zafiro - indica ella haciendo que sus ojos se habrán como platos - ¿no ha escuchado que las personas desaparecen por intentar tener algo prohibido para ellos?

—yo lo siento - su mirada es de terror - no sabia que esa chica era propiedad de Zafiro 

Catalella sonríe

—no es propiedad de Zafiro ella es Zafiro - aclara - y yo soy Daga y te haré ver el infierno como te acerques nuevamente a ella - le da una vuelta a la daga haciendo gritar - cuando una chica dice no es no

Nunca la había visto tan enojada ni mucho menos mirar a alguien de esa manera tan escalofriante



El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora