Capítulo 45

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Narra Catalella

Muerdo mis labios evitando empezar a llorar nuevamente ¿por qué duele tanto? Se supone que esto no debería ser así, se supone que no debería de doler de esta manera

Tomo mi celular el cual vibra hace tiempo

Buenas tardes

Te necesito en este momento - de la otra línea se escucha la voz de mi hermana mayor

¿Qué sucede? ¿Por qué tu voz suena rota? - me levanto de la cama y seco mis lágrimas

La tuya también suena así

Solo es un resfriado pero dime ¿qué sucedió?

¿Puedes viajar a Italia?

Bien estoy haya mañana

Gracias te quiero mucho

Yo te quiero más espero que me cuentes con detalle lo que pasa

Es una sorpresa - su voz suena mucho más dolida que la mía

No me gustan tus sorpresas - indicó

Lo sabrás cuando llegues, te amo

Yo más

Empiezo a empacar mis maletas las cuales llevaré, voy al baño y lavo mi rostro con mucha agua y me maquillo para que no se vean las horribles ojeras que tengo

Salgo de mi habitación encontrándome a las chicas, Elizabeth ha estado mal desde esta mañana, realmente le dolió todo esto pero se por que lo hizo

—¿Cómo están estas lindas y hermosas chicas? - pregunto llamando su atención - adivinen quién tiene entradas para el cine y quien les dará permiso para comer comida de cualquier tipo

—Catalella - regaña Catalina

La ignoro igual que las miradas de las demás diciendo que debo parar esto

Camino hacia Elizabeth y la tomo de las manos levantandola del gran sillón y de entre las demás

—consegui boletos para la película que querías ver - le aviso

—no tengo ganas de ir a ningún lado - asiento

—entonces si no quieres ir a ningún lado antes que me valla creo que deberíamos hacer algo en casa

—¿te irás? - asiento - ¿a dónde?

—no te diré - indico

—no hagas esto, ya no somos unas niñas - no somos unas niñas pero estoy usando la misma estrategia y al parecer funciona

—los siento no te diré es más iré a mi habitación a dormir lo que me queda de la tarde ya que mi vuelo sale en la noche - volteo y le sonrió a las chicas cuando Elizabeth toma de mi brazo

—bien me iré a cambiar pero me dirás a donde vas en el camino al cine

—me parece justo pero debes cambiarte en los próximos diez minutos o de lo contrario llegaremos tarde - Elizabeth sale coriendo a su habitación al igual que las otras quedando Daniela y yo - ¿estás bien? - pregunto

—debo decírselo a las demás - me siento a un lado de ella - de lo contrario se enojaran demasiado cuando lo sepan

—si eso es lo que quieres te apoyaré en todo - dejo claro

El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora