[+18] Capítulo 39

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Narra Catalella

—Emmanuel ya estoy completamente bien así que déjame en paz - pido

—¿quién dice que estás bien? - pregunta haciendo que quiera ejecutarlo

—lo han dicho tres doctores ya déjame en paz, estoy bien ¿lo ves?, ya a pasado un mes desde que ocurrió el accidente así que déjame en paz

—solo uno más - niego

—no, he dicho que odio los hospitales no me obligues a entrar en otro - pido

—bien no te obligare a entrar  - ya no siento mis pies en el suelo - maldito idiota bajarme - ordeno

—No - lo podría tumbar pero se vería raro

—dijistes que no me obligaría a entrar - recuerdo

—no te obligare a entrar por que básicamente yo soy el que te entraré - no pude evitar reír por su nueva ocurrencia

—eres un idiota

(...)

Narra Daniela

Entro al departamento de Marco y sonrio al ver al chico sentado justo delante de mi

—¿adivina quien irá de vacaciones de fin de mes con su linda novia a una noche de campamento? - pregunto un poco alto exaltando

Marco deja el vaso con agua a un lado de la mesa para luego mirarme con seriedad

—primero no grites yo te escucho perfecta y segundo no iré contigo a acampar - frunzo el ceño

—Marco Malik no puedes hacerle esto a tu linda y ardiente novia - dejo claro - ¿por qué no quieres ir? Será muy divertido deberías ir conmigo o de lo contrario un enorme oso puede comerse a esta linda chica de lo ardiente que está

Sonríe para luego negar

—no creo que ningún pendejo quiera acercarse a ti por que puedo no hablar mucho pero ¿acaso has visto que un asesinato se planee a todas voces? - su sonrisa es un poco escalofriante

Demonios a veces olvido que Marco es un jodido integrante de la mafia estadounidense

—por esa razón mi lindo y tierno novio me acompañará

—no lo haré - bueno yo quiero que me acompañe

Me acerco a él y quitó los cuadernos de encima de él para colocarme ahora yo

—vamos amor debes acompañarme mis hermanas iran con tus primos entonces estaré sola - beso su cuello, y le susurro lo siguiente a su oído - dormiré sola, tal vez duerma desnuda y alguien entre a mi tienda - coloca sus mano en mis muslos

—Daniela créeme no te gustará lo que estás provocando - sonrió

—¿alguna ves has pensado en el sexo salvaje en el bosque? - pregunto moviendo mis caderas encima de él - nuestros cuerpos chocando con el otros mientras intento callar mis gemidos gracias a lo duro que me follas 

—Daniela no me provoque - advierte

—mis lágrimas saliendo gracias al placer que siento, mis manos dejando mis marcas en tu piel mientras tu haces lo mismo con tus besos, tus manos marcadas en mi cintura gracias a la fuerza que ejerces con cada estocada - beso su oído

—Daniela demonios te lo advertí - Marco ataca mis labios y posa con algo de fuerza sus manos en mi cintura

Le sigo el beso con mayor intensidad hasta que el aire nos falta, ataca mi cuello al igual que mis pechos como un animal a punto de devorarme, se levanta conmigo aferrada a su cuello y mis piernas enredada en su cintura

El legado de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora