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Yang tomo una roca de la tierra para después mirarla de cerca, la roca tenia una especie de color diferente, era una combinación entre rosado y café, se veía como una roca extravagante.

─ ¿Y esa roca? Parece que un alíen la dejo por aquí. ─comento Sicheng acercándose.

─Los aliens no existen. ─susurro Yang dejándola caer al suelo sin darle interés. Sicheng se agacho para recogerla y admirarla como si fuera oro puro, nunca había visto una roca tan hermosa.

─ ¿Crees que haya sido algo paranormal? Estamos en una parte un tanto perturbadora del bosque. ─comento Sicheng siguiendo a su amigo sin dejar de mirar la roca. ¿Y si valía millones? ¿O si un ser extraño la dejo ahí para que un chico como Sicheng la encontrara? O mejor aun, ¿Y si Sicheng era el elegido?

─Deja esos pensamientos de lado, las rocas de ese tipo cambian dependiendo la temperatura, sus minerales se transforman cuando se exponen a la luz o ciertas temperaturas. A eso se le llama tenebrescencia. ─comenzo a explicarle Yang caminando por el pequeño bosque, iba a oscurecer y tenían que volver con sus compañeros.

Sicheng asintió decepcionado y volviendo a dejar la piedra en la tierra, Yang siempre le quitaba la magia a todo.

─Pero esa podía ser diferente, ¿no? ─pregunto Sicheng con un poco de fe.

Yang se detuvo para mirarlo con seriedad. El mayor sabia que lo había arruinado.

─ ¿Cómo puedes ser tan tonto? ─pregunto irritado para después seguir su camino.

Salieron del bosque y pudieron notar a su lado derecho un pequeño lago mientras que a su izquierda se encontraban las cabañas. En el lago se encontraba una persona familiar jugando a lanzar las rocas para que llegaran lejos, Yang sonrió al darse cuenta que se trataba de Haechan.

Aun en el atardecer Haechan seguía viéndose espectacular. Yang iba a unirse con él pero se detuvo abrutadamente cuando otro chico se acerco con Haechan.

Su sonrisa se desvaneció en cuanto ambos comenzaron a sonreírse mientras jugaban. Como unos enamorados.

─Creo que nos están buscando. ─dijo Sicheng mientras veía a una de sus compañeras acercarse a ellos─. Y nos van a regañar, te dije que solo nos meteríamos en problemas.

Yangyang apretó sus puños mientras veía a su Haechan con otro chico, perfectamente podía estar en esa posición y divertirse con él. Yang tendría que estar ahí, no ese chico que lo había reemplazado.

─ ¿Yangyang? ─Sicheng con temor le dio un pequeño toque en su hombro para llamar su atención pero él menor solamente se dio vuelta sin darse cuenta que había golpeado a Sicheng para irse enojado.

(...)

Chenle se levantó en medio de la madrugada con ganas de ir al baño. Con sumo cuidado de no querer despertar a nadie se salió de la cabaña y se dirigió hasta los baños mientras tarareaba alguna canción de Shinee y en el fondo se aguantó las ganas de bailar, seria un tanto raro si lo hacia.

Pudo observar al profesor Taeyong sentado con la vista hacia el lago y la luna brillante encima de él, dándole un toque agradable al ambiente. Chenle un tanto curioso se acerco y lo sorprendió sentándose a su lado.

─Buenas noches profe, ¿en que pensaba? ─pregunto Chenle con buena actitud─. ¿En su novia? ¿Acaso tiene una? Debería tener un romance en su vida, cuando uno se enamora su actitud cambia. Se nota que usted no se ha enamorado

─Tengo esposa y una niña.

─ ¿Cuántos años tiene su hija?

─Diecisiete.

Dunk Shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora