17. Confusión.

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Capítulo 17

Confusión.

Ángel King.

Gabriel saca una botella de whisky de la licorera de mi oficina en el club y dos vasos, los llena a la mitad y me pasa uno.

—Sin hielo, como te gusta.

—Gracias, eres el mejor empleado que tengo —bromeo.

—Solo porque me dejas robarte dinero —devuelve la broma.

Suelto una carcajada. Él sería incapaz de tomar un centavo más de lo que le pago por dirigir este lugar, es demasiado leal para hacer una marranada de esas.

—Tú no eres capaz ni de robarte una botella de licor.

—No lo digas con tanta seguridad, no tienes idea de lo que hago en los días que no vienes.

Vuelvo reír y está vez él se une.

—No importa, puedes robarme lo que quieras. —Me recuesto en la cómoda silla de cuero y tomo un trago de whisky—. Primero, te lo mereces. Segundo, no me enteraría nunca con los grandes números que está haciendo el club.

Él asiente.

—En ambas cosas tienes razón. —Deja su whisky sobre el escritorio y entrelaza sus dedos, descansado sus manos en su abdomen—. ¿Cómo van las cosas con Yeraldine?

Al escuchar su nombre, mi cuerpo entero vibra y grita anhelante. No la he visto desde el miércoles por la mañana y mi necesidad por ella me está sobrepasando. En este momento odio mi trabajo y el suyo, esas dos cosas son las que nos han mantenido alejados; tuve un viaje de negocios el jueves y aproveché para visitar a mi familia –el viaje fue a la ciudad donde mi familia reside actualmente–; además, ella ha estado a tope con las ventas de casas y apartamentos, así que no importa si estuve o no, ella no tenía tiempo.

—Bien. —Le doy una respuesta escueta, dejando entredicho que no quiero hablar de ello—. ¿Y tú, como vas con su amiga pelirroja?

—Bien. —Sonríe, haciéndome saber que tampoco dirá nada más.

—Me alegro por ti.

—Y yo por ti. —Toma un sorbo de su copa y vuelve a dejarla en su sitio—. ¿Dónde está Aarón?

—Creo que él y la pelinegra, Tori, iban a pasar el día juntos.

—¿No te da la impresión que son tal para cual? —comenta Gabriel—. Ambos serios, con ese aire de jefes de grupo, centrados en lo suyo.

—Yo también me centro en lo mío, y mucho más que cualquiera.

La expresión de Gabriel de vuelve cautelosa, sabe que ha dicho algo que no me ha gustado.

—Sabes a lo que me refiero.

Claro que sé a lo que se refiere, pero eso solo provoca que me encrespe aún más.

—Creo saber a lo que te refieres, pero me gustaría que me lo aclares.

Gabriel toma una respiración profunda y abre la boca para empezar a, seguramente, disculparse. Pero el sonido de mi teléfono lo interrumpe.

—Te dejo solo para que puedas atender la llamada —dice y sale apresurado de la oficina.

—Cobarde —susurro antes de atender la llamada—. Habla King.

—¿Por qué tantos formalismos conmigo? —cuestiona la voz de mi hermana.

—No sabía que eras tú.

¿Para qué existe el identificador de llamadas?

—Ni siquiera me molesté en ver la pantalla del teléfono.

La escucho soltar un suspiro.

Te llamo para decirte que en unos días iré a Chicago.

Frunzo el ceño.

—¿Por qué?

Mamá quiere que vaya a asegurarme que todo está bien.

—Le di a papá el estado detallado de la empresa justo ayer, no es necesario que vengas.

No es por eso que voy.

Por supuesto, ella viene simplemente a fastidiarme la vida.

—No quiero que vengas.

Y yo no quiero comer la horrible sopa que mamá está preparando en este momento, pero no hay de otra.

—Ximena —digo su nombre en advertencia.

Ángel —me imita—. No voy a cambiar de opinión. Además, ya compré el boleto de avión y no es reembolsable.

—Te voy a dejar durmiendo en la calle.

Siempre puedo pagar un hotel.

Tomo una respiración profunda al tiempo que me sujeto el tabique con el índice y el pulgar.

—Haz lo que quieras —digo por fin y cuelgo la llamada.

Primero, Gabriel viene con sus estúpidos comentarios, y ahora, mi hermana quiere venir a la ciudad a chequearme.

Me tomo el resto del whisky de un solo trago justo cuando el teléfono vuelve a sonar. Le doy una mirada, esperando ver el nombre de mi hermana en la pantalla, pero no es ella.

—Harry, ¿qué pasa?

Señor, tengo noticias.

💙💙💙

¡Ajá! No me esperaban por aquí tan pronto, ¿verdad? Soy toda una cajita de sorpresas.

Es un capítulo súper corto, pero es que quería darles una miradita de la mente de Ángel.
¿Qué les pareció?

–Coli.

Cuando todo esté dicho © | Bilogía King, Libro I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora