Levia x Behemo

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-Vamos...te veras bien-insistí nuevamente, de verdad quería verla con un traje diferente y hacer algo que no tenga que ver con el "trabajo". Ella enarco una ceja, a este paso me había logrado acostumbrar a su semblante serio. Ahora que lo pensaba...solo vi su sonrisa una vez...

-No lo hare, ahora si me permites-tomo unos papeles del escritorio y se marcho hacia la puerta-tengo que resolver unas cosas, tú también deberías hacer lo mismo, Behemo-escuchar mi nombre erizo mi piel, la forma amenazante es que lo decía lograba provocarme cierto miedo, aunque sabía que no podría hacerme daño, creo. La puerta se cerró automáticamente una vez que salió de la habitación, dejándome solo.

-Levia...-solté un suspiro. ¿Qué podía hacer para que se despejara un rato?, siempre paraba ocupada, sé que saber cómo terraformar el nuevo mundo es importante, pero, si sigue de esta forma el estrés le hará daño. Además de que no me gusta que sea fría todo el tiempo, a pesar de que así es su personalidad, aquella sonrisa que me mostro...fue lo más bello que vi.

Apreté un poco mis puños, nuevamente mi insistencia no había funcionado, la prenda se arrugaba entre mis manos, al darme cuenta de aquello deje de apretarla y la acomode un poco. Bien, si quería distraerla tenia que enfocarme en como hacerlo...hoy me rechazo al igual que los otros días anteriores. Ladee un poco la cabeza, no había forma en que aceptara. ¿Cómo podría convencerla?, solté un nuevo suspiro. Decidí ir a terminar unos documentos faltantes y dejarla de molestar por el resto del día; pude colocarle otro tipo de carácter, ¿Por qué uno tan serio?, ni yo me entendía.

...

-Behemo, por ultima vez-entregue el vestido en sus manos, ella callo por un momento, mirándolo analíticamente. Yo estaba expectante, no me rendiría fácilmente.

-Termine de planificar la ruta del arca, le encargue a Held junto con los otros la información de este mundo y su estado. Además, avance en tu investigación del virus Her...-se sorprendió por lo último-yo...quería hacer algo contigo, ya sabes...para pasar el tiempo-el nerviosismo me controlo, baje mi mirada avergonzado, apretando el mandil de mi vestido. Era mi yo ideal, se supone que debería conocerla a la perfección, pero no es así, siempre actuó de forma independiente. Esperaba un nuevo rechazo, escuche un suspiro de su parte.

-Me pondré el vestido-levante mi vista de golpe, encontrándome con sus ojos inexpresivos, tan hermosos, podía perderme en ellos-se que si no lo hago me seguirás molestando-no pude evitar sonreír, me sentía dichosos que aceptara, sentía que me estaba acercando a ella. Podía conocerla mejor.

-Te esperare-se levantó de su asiento junto con el vestido en sus manos, para marcharse del cuarto. Mi sonrisa no pudo evitar crecer, ya quería verla en algo lindo, bueno, ella es linda, pero siempre usa ropa aburrida. Sera bueno verla en algo diferente.

Mire el cuarto de mi alrededor, era espacioso, aunque unas sillas de mas sobraban. Las coloque mas apegadas junto al escritorio de Levia, no quería que nada nos estorbara. Ahora que lo pensaba bien, no teníamos música...solo me quedaba tararear, no me molestaría hacerlo. Escuche la puerta abrirse.

-Es extraño-se acercó, tenía puesto el hermoso vestido negro, resaltaba su figura, bajé mi vista y vi que tenia unos tacones negros para combinar, no sabia que tenia aquello en su closet. Su mirada seria no cambio, pero, aquello le daba un aire maduro.

-Te ves hermosa-sonreí alegremente, estaba emocionado, no podía ocultarlo-¿Te apetece bailar?-me acerque a ella estirando mi mano derecha, ella la observo por un momento y luego la tomo. Parece que por hoy cedería a mis caprichos.

-Advierto que no es de mi agrado bailar-puso sus manos en mis hombros, como respuesta coloque una mano en su cintura para sostenerla y guiarla de mejor forma.

-Tampoco el contacto humano-reí por lo bajo, ella solo negó con la cabeza.

Nos acomodamos de mejor forma, comencé a guiar, dando leves pasos y vueltas por la habitación, tarareando alguna nana que me sabia. Mi sonrisa no podría crecer más, esto era cálido...me sentía cómodo, hacia mucho tiempo que no me sentía de esta forma, me sentía yo mismo. Ella seguía con su mirada inexpresiva, me gustaría poder entender su mente con totalidad. Nuestros ojos se encontraron, nuestras personalidades eran tan diferentes pero nuestra imagen tan similar, podía comprender el vacío que sentía, el vacío que se reflejaba en su mirada; también fui odiado y envidiado por mi forma de ser, la comprendía...al igual que ella a mí. Se que intento asesinarme una vez, pero se dio cuenta de nuestras similitudes o...eso quería creer. Pare e hice que girara sobre su propio eje, para nuevamente tomarla y dar vueltas al compás de mi tarareo.

-¿Dónde aprendiste a bailar?-pregunto, mi agarre se hizo más fuerte.

-Cuando era niño me enseñaron, siempre a guiar. El hombre debe guiar, ¿no?-ella enarco una ceja, sonreí ante ello. Sabia un poco de mi pasado, pero no lo sabia todo...era mejor que creyera que somos de universos paralelos.

-Pareces disfrutarlo-mi sonrisa se ensancho, era cierto, a pesar de las quejas continuas de no querer usar trajes, disfrutaba del baile, ya sea guiando o ser guiado.

-Lo hago, ¿tú no?-volvimos a girar, pero esta vez de forma contraria, cambiando el ritmo del compás.

-Nunca tuve tiempo de aprender de estas cosas, prefería encerrarme en mi habitación para estudiar a que pasar el tiempo socializando, lo cual es irónico-reí ante su comentario, la volví a hacer girar. Me encantaba cuando teníamos estas conversaciones a pesar de que nuestro pasado no haya sido el mejor, lográbamos comprendernos y a la vez confundirnos.

-No bailas tan mal, me sigues el paso y eso no lo hace una mujer cualquiera-ella me miró fijamente, sus ojos nunca mostrarían un brillo.

-Halagador de tu parte-mi nana estaba a punto de terminar, así que en los últimos pasos puse un poco de mas fuerza, girando nuevamente por la habitación.

Sabia que ella no aceptaría bailar mas de una pieza, nuestro "trabajo" no nos permitía tomar tantos tiempos libres, así que cada momento que pase con ella y con mis amigos será guardado cariñosamente en mi memoria. Un lugar donde puedo ser yo...y no otra persona, sobre todo con Levia a ella le importaba lo más mínimo como fuera o que vistiera. Mi nana llego al final y con ello nuestro baile, la hice dar una vuelta un poco brusca, la sostuve bajándola un poco. Levia me miro fríamente, yo solo le di mi dichosa sonrisa.

Ambos nos reincorporamos, nos soltamos y me miro fijamente para...sonreírme...aquello no me lo esperaba, mis mejillas se calentaron formando un sonrojo. Nuevamente podía ver esa sonrisa, aunque no estuviera llena de brillo, podía sentir lo especial que era con solo verla. Se veía más hermosa así. Contemple embobado su rostro, me gustaría detener el tiempo en este momento. Ella pronto dejo de sonreír y se dio vuelta.

-Nos vemos más tarde-dicho esto salió de la habitación.

Tenia otro hermoso recuerdo de su sonrisa que guardaría celosamente en mi memoria.

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