-Los espíritus no son tan malos...
Aquellas palabras del joven rubio llamo la atención de todos los presentes, ¿Cómo podía decir semejantes palabras?, ¿acaso lo habían hechizado?; el silencio inundo la sala, los ancianos observaban con recelo al "niño", soltando murmuros siniestros importándole poco su presencia.
Y no era para menos, los espíritus solían ser comparados con los mismos demonios, inclusive más poderosos que ellos. Causando males, asesinando personas, haciendo travesuras, siendo los más pequeños participes a esto. El pueblo en donde vivían era un amuleto para los seres mágicos, influían notablemente en las cosechas de los residentes, causando sequedad en las platas, incendios, ventiscas que se llevaban las semillas recién plantadas, "inundaciones" por la lluvia.
Ridículo, pero la terquedad de estos por no moverse a otro lugar era por lo que decidieron hacerle frente a los mismos. ¿Cómo unos simples humanos podrían ahuyentar a seres especiales?, los monjes de las grandes ciudades trajeron consigo unas enseñanzas extrañas; talismanes, escritos con el kanji correcto podían hacerle mucho daño a los "demonios". Últimamente los colocaban a las afueras de sus hogares para evitar que invitados no deseados entraran. Si supieran que esos talismanes no hacían nada.
Volviendo al joven, era reconocido por su habilidad con la agricultura, popular entre las jóvenes, también entre los adultos, pero de mala manera; A Len le encantaba salir a pasear entre las profundidades del bosque, lugares que estaban prohibidos, su curiosidad le mandaba explorar ciertas zonas, pero más que nada era para buscar a una linda damisela que conoció hace varios años...y que recientemente había vuelto a encontrar.
-¿Cómo puedes decir semejante barbaridad?-El más viejo espeto contra el joven, sonando un golpe contra la mesa. Solían hacer una reunión semanal para contar las pérdidas o noticias nuevas sobre el pueblo en general.
-¿Estos últimos años sucedieron sucesos causados por los espíritus?-los jóvenes negaron la cabeza, sin embargo, los mayores no se resignaron a moverse-Oh...-canturreo el joven-¿se dieron cuenta que los kanjis de los talismanes están mal escritos?-de su bolsillo saco uno de los papeles nombrados colocándolo en la mesa.
-Insolente muchacho, gracias a esos kanjis estamos protegidos-si ellos fueran más abiertos.
-¿Qué sabes tú mocoso?
-Un pobre agricultor dudando de la sabiduría de los monjes.
-Crean lo que quieran, yo no estaré a favor de maltratar a los espíritus-sin decir otra cosa se levantó de su lugar marchándose de la casa, escuchando palabras llenas de odio detrás de si, tampoco podemos negar que hubo suspiro por parte de las jóvenes al ver la personalidad tan rebelde del joven.
Él era el único que conocía el secreto...el como aquella mujer espantaba a los malos espíritus de su pueblo, incapaz de moverse de su lugar custodiando con cuidado las afueras de este; una hermosa guardiana rubia protegía su hogar.
Hacia un tiempo cuando era niño, en una de sus travesuras por perseguir a un jabalí se perdió en el bosque, recorriéndolo por horas sin encontrar la salida. Sus sollozos no tardaron en aparecer, Len solo quería ayudar a su padre con la comida, cazando algo para que comieran bien, más que todo su padre enfermo.
Su madre se había enfermado de los pulmones, sin saber la cura ante aquella enfermedad...falleció, dejándolo solo con su padre, esforzándose al máximo con el trabajo duro, aprendiendo todo lo que su padre le inculcaba, también visitando la tumba de su madre cada que podía. Cuando vio al pequeño jabalí recordó que en su último cumpleaños de su madre comieron dichosa carne, queriendo rememorar aquel día corrió detrás del animal sin experiencia alguna de caza.
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relatos cortos rinxlen
FanfictionRelatos de mi pareja favorita. Portada hecha por otaku_chan07 te amo mujer :,)