Mentira

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Ella se acomodó su ropa interior lo más lento que pudo, observando su tenue entorno. ¿Cuánto más seguirían esta farsa?, actuarían como si nada hubiera pasado, como siempre, para luego volver a hacerlo. Rin se sintió asqueada por sus acciones.

-No olvides tu reunión de las tres-su acompañante recordó monótono. A diferencia de ella, él ya tenía puesta su ropa, solo faltaba acomodar su cabello rubio.

-Lo sé.

Dicho esto, se colocó un vestido que había por el piso, pronto tenía que irse, poco le importaba su aspecto. Rin miro de reojo a su "asistente", solo lo utilizaba para tener relaciones cada cierto tiempo ya que no se permitía salir con muchos chicos por su falta de tiempo, el trabajo la consumía por completo.

Acomodo su cabello con su peine mientras recordaba como su amiga Luka recomendó que cambiara su asistente por un hombre de su edad, no negaba que contrato al más guapo que se presentó a la entrevista, ya que al verlo sus hormonas se alborotaron como si volviera a ser adolescente.

Lo que le sorprendió bastante fue su forma de aceptar el hecho de que tuvieran "algo" después del trabajo, creyó que lo rechazaría por su característica un tanto seria, pero acepto gracias a un aumento. El necesitaba el dinero y ella un poco de acción, un trato razonable en su momento.

Su regla principal era no involucrase en la vida privada del otro más allá de los papeles y cosas del trabajo, al principio fue algo sencillo...pero poco a poco conoció más de su vida; descubrió que a Len le encantaba leer libros de aventura, odiaba lo salado era más de postres y amaba cocinar para sus seres queridos. La razón por la cual necesitaba ese dinero era para poder viajar a otro país y comenzar de cero.

Len no mostraba sentimientos, era recto, siguiendo al pie de la letra todo del horario obligándola a ella con cumplirlo, recordándole a cada rato lo que debía y que no hacer, también lo que estaba permitido. Rin siempre fue alguien olvidadiza y torpe, aun se sorprendida como llego a ser ejecutiva de una gran empresa de marketing.

Sin darse cuenta se fue enamorando de su asistente, no supo cuando lo hizo...tal vez cuando le trajo comida aquella vez que se quedó trabajando hasta muy tarde o cuando lo vio sonreír por primera vez en horarios fuera del trabajo, también por toda la compañía que tuvo en sus pequeñas "emergencias" contando con su apoyo.

Ella había decidido cancelar ese tipo de trato que tenían a horas máximas de la noche, pero...una parte de ella anhelaba su contacto, cuando estaban juntos en la cama se sentía diferente, era más amable y cariñoso. Len la trataba con cuidado.

-Los papeles estarán en su escritorio a las dos y media-El rubio se acercó hasta la puerta de su cuarto-No tarde-sin más que decir salió de su habitación, dejando en soledad a la mujer. Volviendo a su rutina de siempre, hasta que ella quisiera volver a intimar con él.

Aun así, con todo lo que pasaba...ciertas noches podía sentirse querida por alguien, viviría su pequeña ilusión hasta que el se aburriera o llegue a su objetivo. Rin nunca se le declararía a Len... 

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