XI

107 19 3
                                    

Se quedó todo el día junto a Erick, luego de la charla con Erito, no sabía qué hacer o decir al respecto.

Le parecía tan loco y triste como 2 años atrás hablaba con Erick acerca de una larga vida juntos, amándose tal y como lo hacían en ese presente, tenían tantas cosas en mente. Erick tenía un gran sueño, estudiar en la universidad, trabajar de lo que llegara a despertar su inspiración, tener una vida larga llena de esfuerzo para obtener lujos, pero sobre todo, anheleba que en todo lo que se propusiera e hiciera, Chris esté a su lado. Era su mayor soporte y apoyo.

Pero ahora, Chris tenía la llave de una casa vacía lista para amueblar, en otra realidad, correría a besar a Erick y darle la buena noticia; tenían un buen comienzo, podrían vivir juntos.

En lugar de eso, miraba la llave con tristeza, alzaba su mirada de a momentos hacia su novio en coma. Le encantaría comenzar a hacerse ilusiones para cuado vivieran juntos, pero la verdad, ni siquiera sabía si Erick estaría vivo para la semana próxima, y mucho menos, si despertaría.

En la noche tuvo que marcharse, sentía que molestaría si se quedaba nuevamente.

Caminó con miedo hacia su hogar, sinceramente, no sabía lo que pasaría cuando llegue. Si su mamá y papá lo esperaban, probablemente lo regañarían horrible, mucho más por la última conversación que tuvieron.

Entró y para su sorpresa, solamente estaba su papá.

—Hasta que por fin apareces, eh. ¿Dónde estabas?¿En ese hospital de mierda, verdad?

Christopher no quería respoderle y mucho menos mirarlo, se quedó de pie en la entrada, observando el suelo.

—Contesta, hijo de puta. Tu madre ayer no durmió ni mierda por esperarte. ¿Puedes creerlo? Incluso siendo un inútil y mucho más como hijo, ella te esperó toda la maldita noche y no tuviste la desencia de aparecer —oyó cómo su padre tomó algo y antes de pensar algo más, un juguete de su hermanita golpeó contra su pecho. Su papá se lo había arrojado.

—Y-Yo, lo siento mucho. Le dije que no me espere no debe esperarme —habló tembloroso. Se sentía tan vulnerable.

—Tú no lo sientes, no mientas. Vas a ver a ese novio muerto todos los días. ¿Qué?¿Eso hace que te sientas buena persona?¿Crees que eso es amor? Tú no sabes nada. No sabes lo que es el amor y sólo pierdes tu tiempo. Seguro tu novio era una mierda igual que tú. Quién sabe y está ahí por eso. Porque merece estar ahí, es una basura y tú-

—¡Basta! —gritó y alzó la mirada. Su cuerpo temblaba y sintió morir al ver la expresión molesta de su padre.

—¿Basta?

—E-Erick es hermoso, es la persona más buena que conozco y voy a verlo todos los días porque lo amo. Podrá estar muerto o lo que sea pero yo estoy ahí para él. No como tú que nos abandonaste cuando mamá se embarazó, nos dejaste en el peor momento. Tú no sabes el sufrimiento de oír todas las putas noches como lloraba por culpa de una mierda como tú. La dejaste cuando más te necesitaba, me obligaste a tomar la responsabilidad de la casa y de mamá. Yo me encargaba de la limpieza cuando estaba en cama, yo la ayudé a soportar el embarazo y fui yo quien llamó a la ambulancia y la acompañó en el parto. ¿Y ahora quieres venír a hacerte el padre ejemplar?¿Crees que el que ahora estés aquí hará que olvide todo lo que nos hiciste?¡Eres un estúpido y yo no tengo papá! —y justo cuando terminó su padre se acercó con furia y un fuerte golpe fue a parar a su rostro.

Ahora se encontraba en el suelo mientras su padre pateaba su estómago. Visualizó entre lágrimas a su madre llegar y querer quitarlo. Pero entonces su papá golpeó a su mamá dejándola en el suelo.

—¡Mierda, mujer!¡Educa a tu hijo!¡Es una mierda y tú también! Maldigo el día en que me casé contigo, Yenny. Eres una puta —dijo el hombre y se marchó azotando la puerta.

Christopher sujetó su estómago con dolor, se retorcía en el piso por los golpes resividos. Sus ojos no paraban de soltar lágrimas y en un rápido movimiento se movió para vomitar un poco de sangre.

—H-Hijo —oyó débilmente a su mamá. Esta se acercó a él temblando y de manera chueca por el golpe que resivió en su costilla.

La mayor tomó su celular y llamó a una ambulancia con la voz entrecortada.

—Amor, todo estará bien, lo prometo. Espérame aquí, voy a buscar a tu hermana.

Y se quedó solo en el suelo, sintiendo su cuerpo arder y que moriría por el sufrimiento a nivel emocional.

De sólo pensar en que Erick cayó en coma porque lo golpearon más salvajemente que a él, causándole ematomas, lesiones y fracturas, quería llorar.

Daría lo que fuera por estar en el lugar de Erick y que él no haya tenido que pasar todo aquello.

Muerto || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora