Muerto || Chriserick

XXX - Final

Christopher observaba el celeste cielo con unos apasionados ojos.

Captó una nueva sensación para su proyecto y decidió comenzar a trazar líneas sobre su lienzo.

Tembló un poco por el frio, bajó un poco su abultada bufanda y jugó con el ambiente, saliendo humo de su boca, aire caliente.

Sonrió y continuó su arte.

Mientras juntaba sus acuarelas y pinceles tras finalizar resivió una llamada desprevenida.

—Hola, ¿Qué sucede?

—¡Chris!¡Qué bien que respondiste rápido!

—¿Por qué? ¿Qué pasa?

—¡El manga está en una librería!

—¿Qué?

—¡En la libreria junto al café de Tahiel, sólo ven, idiota!

—Está b-

Oyó el pitido de que la llamada finalizó y alejó el ceular de su oreja confundido.

Guardó todo con rapidez y corrió hasta unas cuadras de allí, dejando las marcas de sus botas por la nieve a cada paso que daba.

Dio vuelta en la esquina y observó a Richard tomando de la mano a Gogo, esta lo llamaba emocionada.

Apresuró su paso hasta alcanzarlos y apenas con aliento por correr, miró hacia donde señalaba su mejor amigo.

Su mirada se iluminó al reconocer el manga en el que había trabajado, estaba expuesto en la vidriera de la librería con la portada que él diseñó.

—¡Felicidades, Christopher! —gritó Gogo notablemente contenta por el logro de su hermano y lo abrazó con fuerza, siendo correspondida al instante.

—Gracias.

—El de la tienda me dijo que el arte del manga está teniendo muy buenas reseñas, tu esfuerzo está siendo reconocido, te felicito —dijo Richard con amabilidad y orgullo.

—Gracias, Rich.

—Ya le tomé foto, no te preocupes —se adelantó al pedido que le haría su amigo—. Vamos a tomar un café al lado, Gogo quería probar el Capuccino. ¿Verdad que sí, Gogi?

—¡Sí, Richi!

—¿Qué son esos apodos? —comentó Chris con una ligera risa mientras entraban al café.

—Gogo dijo que soy su hermano mayor favorito, no envidies, Christopher.

—Oh por dios, qué tontería. ¿La recojiste de la escuela?

—Sí, tu mamá me pidió que la buscara porque no llegaba y tú estabas en el parque trabajando para tu clase de artes. ¿Cómo te fue con el dibujo?

—Bastante bien. Tengo el boceto del paisaje, en casa lo terminaré bien. Iba a pintarlo en el parque pero justo llamaste. Lo cual no me molesta, ver que el manga donde ayudé con el dibujo se está volviendo reconocido me da muchos ánimos.

—¡Así se habla, hermanito! —comentó Gogo con orgullo y asintió exageradamente, resiviendo un golpesito de Richard.