Despertó sintiendo una gran molestia en su cuerpo.
Quizo moverse un poco pero se encontraba inmóvil, no tenía fuerzas.
Observó el lugar en el que se hallaba con detenimiento hasta que reconoció aquella habitación.
Estaba en un cuarto de hospital postrado en una camilla, casi como su novio de no ser porque Christopher sí estaba consciente de su alrededor.
Vio la puerta de entrada abrirse y de esta entrar a su mamá.
—Cariño, despertaste —habló la mayor con alegría y apresuró su paso hasta él.
—¿D-Dónde está papá?
—No lo sé. Aunque, no pienses en él ahora. En un rato te harán estudios para ver si está todo bien y no es nada más allá de lo superficial. Tu doctora dijo que estarás aquí hasta ver las radiografías y luego a hacer reposo en casa.
—Bien... ¿Gogo?
—Se fue con tu abuela.
—Ah. ¿Cómo estás tú?
—Bien. Sólo fue un golpe, como máximo tendré un moretón por unas semanas pero nada más. A mí me importas tú, hijo. Yo estoy bien, hay que centrarnos en ti —susurró con tranquilidad.
—Mamá... estoy en el mismo hospital que Erick, ¿Verdad?
—Sí. De tanto que venía a buscarte antes ya me aprendí el número de emergencias, lo siento si no querías estar aquí, actúe rápido.
—No, está bien.
—Okey. Voy a dejarte un momento. Luego regreso —terminó de decir y se marchó.
Y ahora que tenía la oportunidad de analizar bien la camilla, era incómoda.
—¿Cómo mierda hace Erick para quedarse por tanto tiempo en esta cosa? —preguntó incómodo en voz alta.
Miró la habitación con detenimiento. El recuerdo de la vez en que permaneció en un hospital por un motivo no agradable lo hizo sentir un agrio sabor en su garganta.
Un año después de que Erick cayó en coma, cuando su papá regresó a la casa y había comenzado a insultarlo por sus vacías actitudes, Christopher comenzó con su depresión.
Un año después de llorar diariamente y presentar la ausencia de querer salir de casa, así mismo como dejar de disfrurar de cosas que le apasionaban, fue cuando comenzó a ir a la psicóloga, quien meses después le diagnosticó depresión y ansiedad.
Fue fuerte para Christopher saber que tenía un problema mental y mucho más al oír a su padre minizar aquello, cómo lo insultó y le gritó que sólo quería llamar la atención y nada de eso era verdad.
Fue entonces cuando Chris cometió intento de suicidio con un bote de pastillas que tenía su madre para conciliar el sueño.
De no ser porque su madre lo encontró justo a tiempo para llamar a una ambulancia e internarlo, Christopher hubiera muerto.
Desde aquel día Chris sentía que en realidad estaba muerto. Él murió al tomarse el bote de pastillas, no importaba que ahora siga aquí, el hecho de haberse roto de tal forma como para decidír suicidarse, le demostraba que ya estaba muerto emocional y mentalmente.
Lo que más le dolía de recordar eso era que, por poco, casi abandona a Erick.
Y es que, ahora él era lo único que le quedaba a Erick.
¿Qué hubiera pasado si hubiera muerto y si los padres de Erick lo abandonaban?
Lo más probable es que ellos habrían tomado la desición de desconectarlo.
Christopher jamás se hubiera perdonado si aquello sucedía, incluso en el más allá se haría la vida imposible a sí mismo y se recordaría una y otra vez la mierda que hubiera sido si abandonaba a su novio.
Pero por suerte eso no pasó y él seguía firme a su promesa más constante con Erick; jamás te abandonaré.
Porque aunque Erick no llegara a despertar, sabría que Erick le agradecería desde donde sea que vaya a parar el haberse quedado a su lado.
Erick siempre le repetía lo feliz que era al tener su compañía, que era la persona que más amaba y anhelaba, en todos los sentidos, su amor era tan profundo y real que nada lo describiría.
Si Erick moría, al menos estaría feliz de saber que le cumplió otro capricho más, y el último si eso llegara a suceder.
Moría en vida cada día pero aún así, seguía presente para Erick.
"Quiero estar siempre contigo, Chris. A decir verdad, mi vida es tan mierda y cero predecible que no tengo ni la menor idea de dónde estaré mañana, pero donde sea que esté mañana, quiero tenerte junto a mí" recordaba las palabras que Erick una vez le confesó y se quedaron grabadas en su mente.
—Maldito seas, Erick Brian, siempre consigues lo que quieres. Qué talento el tuyo —susurró con una débil sonrisa irónica y a su vez, llorando.
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Muerto || Chriserick
Teen Fiction-Te amo, te amo como jamás he amado a nadie. Eres el amor de mi vida, nunca lo olvides, por favor. TW: depresión, ansiedad, autolesión, violencia.