XXII

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Al recordar aquel día Chris se abrazó a sí mismo sobre su cama en medio de su solitario cuarto. Su habitación más allá de estar sola por él, verdaderamente se sentía vacía. Tenía tantos recuerdos con Erick en esas cuatro paredes que el mismo dolor en su corazón lo llevaba a ver a su cuarto como un ambiente frío y solitario.

Ese día frente al amanecer fue tan mágico y especial que deseaba quedarse a vivír en ese recuerdo por siempre.

Había una realidad, sentía apartarse de Erick cada vez más en vida pero, había un lugar donde seguían estando juntos, donde el tiempo no pasaba.

Un único lugar donde seguían viéndose, contándose chistes, yendo a por helado, simplemente, viviendo.

Dormír era como un paraíso para Christopher.

Aunque, debía confesar que despertaba llorando y con un hueco en su pecho.

Y también, él ya conocía el cielo, lo veía en los ojos de Erick. A decir verdad, era hermoso.

Extrañaba ver el destello en sus ojos.

De pronto entendía por qué desde que Erick cayó en coma tomó la costumbre de ver por su ventana a las estrellas todas las noches.

Y es que al mirarlas, el brillo de estas le recordaban a Erick.

Suspiró y se relajó en su cama.

En la mañana le tocaba levantarse temprano para ir a buscar sus medicamentos.

El viaje fue largo y aburrido.

Iba con sus audífonos puestos oyendo música tranquila y ligera, no tenía ánimos para escuchar algo súper alegre y si escuchaba algo triste lloraría en medio del transporte público.

Se sentío bien al resivír un mensaje de Richard, le contó que fue más temprano para estimular los músculos y articulaciones de Erick desde el inicio y que ahora ya estaba acabando.

Volvió a su hogar después de 4 horas de viaje, estaba cansado.

Fue a su habitación y guardó sus pastillas en su mesita de luz.

Abrió las puertas de su ropero y buscó entre la ropa vieja una campera abrigada que le gustaba mucho.

En el intento de quitar una prenda oyó algo caer de la misma.

Miró al suelo confundido, al reconocer el objeto se quedó viéndolo.

Era el celular de Erick.

Medio año después de que este cayera en coma Daysi le entregó su celular.

Dijo que ella no sabía la contraseña y que de seguro Erick guardó muchas cosas valiosas que quizás le gustaría tener.

Aceptó tenerlo pero jamás lo desbloqueó.

Se sentó en el suelo con el aparato en manos.

Tenía mucha curiosidad.

Pero a la vez, miedo.

Prendió el celular y se sorprendió al ver que tenía batería. Para haber estado guardado tanto tiempo se lo veía bien.

Encendió la pantalla y al ver una foto de Erick y él de bloqueo supo que ese celular destrozaría su inexsistente estabilidad emocional.

Y para colmo, el fondo de bloqueo, específicamente esa fotografía juntos la tomaron aquel día especial y mágico junto al amanecer.

Vio los signos de patrones listos para que hiciera el patrón que Erick colocó.

Era fácil, una L de revés.

Lo desbloqueó y se encontró con el fondo de inicio. Otra foto juntos, esta vez, la primer foto que se tomaron.

Sonrió ante la melancolía. Se veían tan alegres, ninguno de esos chicos imaginaría a dónde fueron a parar en el futuro.

Las aplicaciones eran comunes, solamente una red social y nada, todo vacío.

No había mucho que hacer en ese celular, puesto que Erick tampoco lo usaba para socializar. Sólo para tenerlo y comunicarse con Chris.

De pronto, recordó algo que Erick una vez le dijo.

"Escribo mucho en mis notas. Me desahogo y me expreso. Te lo recomiendo si estás mal. También escribo mucho sobre ti y nosotros, cosas que no te mostraré por vergüenza pero espero algún día poder decírtelas".

Inseguro buscó la aplicación de notas.

Una vez que dio con ella entró indeciso.

Habían unas pocas, al parecer Erick borró varias.

La última nota escrita, tenía como título "Chris".

La abrió con el corazón latiendo fuertemente.

"Tengo miedo por lo que me vaya a pasar. Estoy seguro de que si esto no para él va a matarme, tengo mucho miedo, quiero escapar de aquí.

Me siento tan mal por no poder estar con Chris el tiempo que yo quisiera. Lo amo, lo amo más que a nadie y eso me estresa. De no ser por todo lo que está pasando juraría que pasaría toda mi vida con él. Me casaría con él sin dudarlo pero, no sé por cuánto tiempo voy a vivír".

Apagó la pantalla inmediatamente al terminar de leer.

Comenzó a temblar y a llorar.

Estaba entrando en una crisis.

Rasguñó sus brazos inconscientemente y sintió su temperatura corporal aumentar.

El aire comenzó a hacerle falta y sólo podía pensar;

"Erick sabía que algo iba a pasarle. Él sabía que estaba en peligro y aún así no dijo nada"

Erick merecía tener una vida larga y feliz, no escribír notas sobre cómo le gustaría vivir su futuro porque tenía miedo de no alcanzarlo.

Al paso de los minutos su crisis fue bajando de intensidad hasta acabar en un llanto silencioso y doloroso.

Tapó su boca con su mano y apretó sus párpados cerrados.

¿Por qué a Erick?

Él no le había hecho nada malo a nadie, sólo quería que su dolor parara, quería vivir feliz junto a la persona que amaba y cumplír sus sueños y metas.

Chris no creía en Dios.

No era creyente para nada, pero aún así en medio de su llanto y desesperación le habló al aire en busca de ayuda, no sabía qué más hacer y el tiempo pasaba sin dar señales.

—Dios, si en verdad existes, por favor, no te lo lleves. Lo necesito conmigo, él merece una vida larga, no puedes llevártelo ahora —soltó sintiendo su interior doler por la angustia, no podía describír su tristeza—. Lo condenaron con sólo 16 años, déjalo vivír. S-Si quieres llevarte a alguien, llévame a mí, pero a él no —pidió entre lágrimas.

Muerto || ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora