El día que todos esperaban había llegado, podías sentir la felicidad que irradiaba ese pequeño pueblo, padres y madres con sonrisas orgullosas en el rostro, la ruidosa escuela repleta de globos y carteles, con personal caminando de aquí a allá para asegurarse de que todo esté en orden, perfecto y digno para los estudiantes que abandonarán el establecimiento y se irán en busca de sus propias vidas.
Dahyun se veía al espejo feliz, le dedicaba pequeñas miradas al bolso que reposaba junto a su cama, cargado con la ropa que correspondía a su muy próximo escape. Su hermana entró a su habitación, saltando y repitiendo una y otra vez lo hermosa que se veía, era sólo ella en uniforme, en su armario reposa el vestido de gala que espera no utilizar para la fiesta de graduación que sería en unos días, pues para ese entonces, esperaba estar muy lejos del pueblo.
Se padre también apareció a su espalda, vestido de traje, con esa sonrisa relajada y que provocaba a Minju abrazarlo, Dahyun simplemente se quedó en su lugar.
— Debemos estar hora y media antes de que comience la ceremonia — Avisó con tranquilidad — ¿Vamos? — La chica asintió.
Como era esperable, ya en el establecimiento se juntó con sus amigas para charlar y hablar un poco de sus futuros, aunque ninguna parecía dar un indicio claro de lo que haría, Dahyun pensó que era sospechoso, pero no era quién para cuestionar pues ella también, con torpes excusas, escondió su verdadero plan una vez todo acabase.
La gente comenzaba a reunirse, Dahyun sabía que lo extrañaría, a sus amigas, a su hermana, a Chaeyoung.
Chaeyoung.
Debía comunicarle lo que ocurriría, tenía algo de miedo por su reacción o lo que intentara hacer, pero no podía irse sin despedirse y agradecerle por todo el tiempo que pasaron juntas. Además de arriesgarse a ser buscada, conociendo a Chaeyoung, ella sería capaz de encontrarla de una u otra forma.
Acompañada de la más baja salieron del lugar con la excusa de tomar aire, esto propuesto por la chica de burlona sonrisa, Dahyun sabía que esta sería su oportunidad.
— ¿En serio no tienes planes? — Cuestionó Chaeyoung — Sabes, te conozco lo suficiente para saber que mientes — Dahyun suspiró.
— Tienes razón — Dejó de caminar para verla de frente — Me iré — Pasó saliva — Huiré con Sana — La contraria soltó una risa — Por favor, mantén el secreto — La menor no paraba de reir, pero no había gracia.
— ¡¿Te unirás al clan?! — Dahyun con sus ojos le pedía silencio — No puedo creerlo... ¡¿Sabes lo peligroso que es?!
— No me uniré, ambas huiremos
— Oh, ¿Y tú le crees? Dahyun, he visto como va y viene, sus manos cargadas en dinero, droga y sangre, ¿Crees que todo es simplemente gratis? — La imagen de los nudillos de Sana volvía, pero debía apartarlo.
— Ella dijo que ya no hace nada de eso
— Deja de ser tan ciega
— Chaeyoung... — Se acercó para tomarla por la cintura — Por favor, entiéndeme — La chica cerró sus ojos.
— ¿Crees que no es duro para mí? ¡Yo también te amo! — Dahyun la atrajo en un abrazo.
— Nunca quise que las cosas se dieran así... — Chaeyoung suspiró.
— Ah... ¿Es esto un adiós? — La contraria asintió — Entonces déjame abrazarte más fuerte
Se quedaron así por un rato, disfrutando el momento de sentirse una junto a la otra, no podrían estar así nunca más, pues Dahyun explicó que terminada la ceremonia se marcharía de inmediato. Chaeyoung revisó la hora, no faltaba mucho para que llegara el verdadero fin, así que le ofreció a su mejor amiga de toda la vida recorrer el pueblo, por una última vez, visitar esos lugares que tanto frecuentaron durante los pasados 18 años de sus vidas.
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Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/Dubchaeng
FanfictionSegunda temporada de mi saga "Hurts". Sana tiene un pasado que la hace ser como es, al igual que Dahyun. Al final, la práctica forma nuestro ser. Su amor no siempre fue doloroso, hubo una buena época, una que Sana extraña pero a la vez no. Lleno de...