Capítulo 13

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Una semana había pasado, Dahyun en su orgullo le dijo a su familia que todo había ido de maravilla y que Chaeyoung había exagerado. Su sonrisa tímida solía ser el escudo para ocultar lo que realmente hay dentro, muchas veces ocultar cosas simples como que está cansada o que en realidad no quiere cocinar, por eso era tan simple, ahora se le estaba complicando un poco.

Lo que pasaba ahora en la escuela la tenía triste, saber que dos de sus amigas estaban metidas en temas de índole ilegal le dolía, realmente quería ayudarlas, pero no sabía cómo hacerlo. La converzación con Chaeyoung no ayudó, esperaba evadir el tema como lo había hecho con su familia, pero evidentemente sus amigas fueron a contarle de inmediato lo que había pasado. La chica del hoyuelo fue más calmada, pero sus palabras seguían siendo tajantes, no podía volver a acercarse a Sana, "Es un peligro", dijo específicamente.

Dahyun se negaba a creer que era así, Sana lucía como alguien linda y torpe, pero la piel se le erizaba al recordar como fue de autoritaria y dominante frente a sus amigas, sin contar que admitió estar dentro de ese negocio. Tampoco ayudaba el hecho de que Sana no le hubiera mandado ningún mensaje, quizás su cabeza trabajó demasiado lento y su corazón demasiado rápido, pero por un momento pensó que Sana la buscaría para aclarar las cosas.

Y quiso contarselo a Chaeyoung.

— Y qué querías que hiciera — Expresó con firmeza — Seguramente sus intenciones no eran buenas y, ahora que sabías su secreto, lo vio peligroso para ella

Dahyun era una persona reflexiba en cuanto a las palabras que soltaban sus contrarios, recuerda que a cada frase que decía Sana intentaba concluir algo, aunque la chica parecía tan literal e inocente que la mayoría de las veces no lograba sacar nada. Pero Chaeyoung no era así, desde pequeña era alguien traviesa y lo sabe, por lo que cada palabra que suelta puede ocultar o dejar ver algo.

— ¿Qué crees que quería de mí? — La chica quería una respuesta concreta.

— Oh, Dahyun... — La burlona chica dejó salir una risa — Qué creías tú que ella quería de ti — Y se alejó.

Dahyun, antes de pensar una respuesta a la pregunta, se cuestionó por qué su amiga evadió dar una respuesta, sí, la conocía bastante bien para saberlo. Pero la interrogante que le planteó también le dio que pensar, qué esperaba ella de Sana. Se siente tan tonta, quería que la chica la buscara, le dijera algo como que todo era un malentendido, que ella es una buena chica, que no se mete en problemas y, con un poco de suerte, le gustaría escuchar algo como que es linda y que le gustaría salir con ella otra vez.

Sí, estaba siendo muy tonta.

Se tomó la cabeza con ambas manos intentando concentrarse, se supone que pusiera atención a lo que explicaba su profesor en frente, pero se le estaba haciendo muy difícil.

Pero no es como que Sana estuviera perfecto.

La chica, con su muy poca experiencia en relaciones interpersonales, se preguntaba el porqué del actuar de la chica pálida. Sabía que era mal visto el que alguien traficara drogas, era lo lógico, pero Dahyun ya conocía otras facetas de ella como para que se enojara a ese nivel, eso a ojos de Sana. Lo malo de todo esto es que Sana estaba enojada, y sin querer no estaba tratando de la mejor manera a la gente a su alrededor, era una suerte que en realidad no interactuara tanto con sus compañeros. Quería escribirle a Dahyun, pero tampoco pensaba exponerse a ser rechazada o que algo saliera mal, sinceramente no sabía qué hacer, esperaba que Dahyun tuviera la iniciativa como era usual.

Estaba tan en sus pensamientos que una llamada de Jeongyeon la sorprendió, al parecer tendría que viajar dentro de poco al pueblo para buscar su "mercancía". Se dio un golpe en la cara frustrada, estaba tan en su cabeza que había olvidado vender, y el espacio bajo su cama no podía aguantar dos cajas, aparte de que le pedirían el dinero por todo lo que se supone ha vendido, no faltaba mucho para pagar su cuarto e insumos utilizados durante el mes en la universidad.

Revisó la caja y sus ojos se hicieron gigantes al darse cuenta de que estaba vacía, un escalofrío recorrió toda su espalda y el aire había abandonado su cuerpo.

— Ja, ¿Ya lo viste? — Escuchó la voz de su compañero de cuarto — Te dije que sería bueno — Sana soltó un suspiro, lo olvidó.

— Cierto... pero necesito el dinero, hay que contarlo

— Claro — Bambam con una sonrisa confiada le dio una bolsa — Como muestra de mi fidelidad, ahí está todo, puedes contarlo — Sana recibió la bolsa con sus ojos entrecerrados y la abrió, notando como quedaban dos bolsitas junto al dinero — Bueno que... me gustaría recibir un pago

— Se directo — Demandó Sana.

— Son sólo dos, damelas gratis — Pidió Bambam — Vamos, vendí todo y todo te lo devolví a ti, soy tu único aliado en esto — Sana lo pensó un poco.

— Ten — Se las lanzó — Es peligroso, pero si las quieres, te las ganaste

Bambam sonrió victorioso al tener esas bolsitas en sus manos, no había podido olvidar lo que se sentía. No fue difícil para un chico de amistades tan variadas como él vender todo, Sana con su ojo experimentado en el negocio lo notó. Aún así Sana no podía solo asumirlo, mientras el chico hacía concentrado sus deberes, ella sacó el dinero y lo contó sabiendose de memoria el inventario, eran varios años de práctica. Satisfecha comprobó que no había peso de menos ni de más, era un chico confiable, aunque le apenaba que resultara del tipo que le agradan y divierten ese tipo de cosas.

Su mente comenzó a trabajar luego de sacar esa conclusión, quizás Dahyun lo malinterpretó todo.




































N/A: sinceramente me costó mucho escribir este capítulo, pero quedé conforme uwu espero que ustedes igual

Hurts: The Beginning of the Lovely Hurt ‐ Saida/DubchaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora